viernes, 3 de octubre de 2014

181. Dios es Amor.


 Juan 1:1 “En el principio existía la Palabra, y la Palabra existía con Dios, y Dios era la Palabra”
La Palabra se refiere a un Ser que existía al comienzo de todo, este Ser vivía con Dios, porque este Ser también era Dios. Este pasaje dice por lo menos de dos Seres: Dios y la Palabra, y  esto está en armonía con el significado de la palabra hebrea Elohim, que es el plural de Dios, o sea,  en este versículo, por lo menos dos Seres forman  la divinidad.
Juan 1:3 “Todo llego a existir por medio de Ella, y aparte de  Ella  nada llego a ser de lo que existe”
El mundo  fue creado por  la Palabra.  Al tener en cuenta la estrecha relación entre la materia y la energía,  ya que gracias a  la energía la materia existe,  se  valora la complejidad de la creación.  Adema, el hablar  de evolución para explicar lo que existe, no alcanza a opacar la grandiosidad del amor,  ya  que el Creador de todo  se humanizo y murió en la cruz para salvar lo que creo.
Juan 1:4 “En Ella estaba la vida; y la vida era la luz de los hombres”
La Palabra es el origen de la  vida de todo lo que creo.  La vida que Dios puso en la creación es  admirable, a pesar que mucho de ella es desconocido, sin embargo se puede ver que cada elemento de lo creado  sirve  al resto de la creación. El hombre también fue creado para servir, pero desde que peco,  servir le es extraño, por esto el propósito  del Verbo  en la creación  fue revelar que  la vida del Padre  es el servicio que nace del amor.  
Juan 1:5 “La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no pudieron ocultarla”
El Génesis  indica que el espacio donde ahora está la tierra era caótico, vacío y en tinieblas, pero  la Palabra hablo y fue creado este mundo, entonces se vio que la naturaleza, hasta las flores sirven  al hombre. A pesar que el maligno tomo control de la tierra no pudo esconder que la creación dice del amor del Creador; así el agua se  evapora de los ríos y mares,  forma las nubes, y cae la lluvia que trae vida a los campos y al hombre. El agua fue creada para servir, y  habla de la vida del Verbo.
Juan 1:6 “Vino un hombre enviado por Dios, su nombre era Juan”
Juan el bautista fue educado por Dios desde el vientre materno, a fin de que pueda entender las profecías que hablaban de la venida del Mesías; debía estar preparado para  saber cuándo y cómo debía anunciarle a Israel. También necesitaba aprender  detalles de la obra del Mesías, aunque no todos. Dios le instruyo a Juan  para revelar a los judíos el evento más importante de la historia del mundo.
Juan 1:7 “Juan vino como testigo, para testificar de la Luz, a fin de que todos tengan fe por medio de el”
Dios le revelo a Juan el bautista  la Luz,  para que pueda hablar a los judíos del Mesías con certeza. El vio que la vida del Mesías seria  perfecta, porque dependería de recibir como toda criatura, a usar lo que necesite y el resto compartir, servir.  Hasta Juan se sabía del Mesías por los escritos de Moisés y de los profetas, pero desde el, los judíos oyeron de alguien que vio, por esto su predicación  era convincente, y millares retuvieron en sus mentes lo que el anuncio.
Juan 1:9 “Era la Luz verdadera que vino a este mundo para alumbrar a todo hombre”
La vida que está en el Verbo es la verdadera Luz que alumbra a la humanidad, se refiere a que Sus palabras, milagros, enseñanzas, Su compasión por los débiles,  Su abnegado sacrificio en la cruz son la luz que hace ver como es el amor del Padre para el miserable pecador. Ahora,  la historia de Jesús nos alumbra para conocer por experiencia que Dios es amor.

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