sábado, 23 de agosto de 2014

175. Dios es Amor. El Perdon de Pecados.

 Juan 16:10 “Respecto a la justicia, pues voy a Mi Padre…”

El Espíritu Santo convencerá al mundo de justicia, y esta  es que el Padre acepto la muerte de Jesús,  como el pago de los pecados de la humanidad, por eso la humanidad quedo perdonada; por esta  aceptación  Jesús pudo ir ante Su Padre, representando al hombre.  En otras palabras,  Dios, por el pecado de Adán, condeno a la humanidad  a ser pecadora, pero gracias a la muerte  de Jesús, Dios perdono a todos,  y abrió para todos las puertas de  la salvación.
Juan 16:11. Y concerniente al juicio, ya que el príncipe de este ha sido condenado”

Jesús le llama al diablo “el príncipe de este mundo” porque el maligno quedo como cabeza de la humanidad cuando Adán le obedeció y cayo. Además el Maestro revela que en el cielo le juzgaron, y  condenaron  a satanás, y con él a todos los hombres que siguen  bajo su dominio, a pesar que todos tienen la oportunidad de aceptar  el perdón y ser rescatados del poder del diablo, porque El murió con los pecados de todos.
Juan 16:12-13 “Todavía tengo mucho que decirles, pero ahora no lo pueden soportar; pero cuando venga el Espíritu de verdad, les mostrara toda la verdad…”

Jesús tenía más instrucciones y revelaciones para Sus discípulos, pero ellos no estaban listos para entenderlas y recibirlas, por las enseñanzas que recibieron en las sinagogas, mas, el bautismo en el Espíritu tendría por objeto no solo mostrar el pecado, la justicia y el juicio, sino también terminar la  instrucción de ellos.  Las revelaciones del Espíritu están registradas en  las Epístolas y en el Apocalipsis, para todos los que valoran la historia de Jesús.
Juan 16:14 “El me glorificara, porque tomara de lo Mío, y les hará  conocer”

Jesús les anticipa a sus discípulos que el Espíritu Santo tomara Sus vivencias en este mundo, para que ellos comprendan sus enseñanzas, el motivo de Su sacrificio,  la razón de Su resurrección y de Su ascensión a la derecha del Padre. Así les indica que aunque han sido testigos físicos,  no conocen los detalles de Su lucha contra el mal, por esta razón  el Espíritu les dará ese conocimiento. Este saber está escrito en las epístolas del N.T.
Juan 16:15 “Todo lo que tiene el Padre es Mío; por eso les dije: Él toma de lo Mío y lo declarara a ustedes”

Lo que tiene el Padre es del Hijo, y el Espíritu Santo lo comparte con los creyentes; de esta la manera  las Tres Personas de la divinidad comparten con los que tienen el relato del sacrificio de Jesús en sus mentes. Por otro lado,  lo que tiene el Padre es el amor de Jesús al pecador, también  Su paz, consuelo, sabiduría, inteligencia, Su humildad y mansedumbre; y todo esto da el Espíritu a  los creyentes.

Juan 16:16 “En poco tiempo ya no Me verán, pero  después de poco nuevamente Me verán, porque Yo voy al Padre”

¿Las palabras de Jesús eran una contradicción?  ¿Cómo podrían verle si  estará junto al Padre?   Jesús les había anticipado a sus discípulos que  moriría,  resucitaría e iría a la diestra de Dios,  pero  esto contradecía la enseñanza de los rabinos que  decía que el Mesías viene reinar en  Jerusalén. También cuando el Maestro  dice que le verán otra vez después de poco, no se refiere al tiempo que paso con ellos antes de ira al cielo, sino que una vez allí, les bautizaría en el Espíritu.

Juan 16:21-22 “Cuando la mujer va a dar a luz, tiene aflicción porque ha llegado su hora, pero cuando nace el niño no se acuerda de la angustia, porque ha nacido un niño en el mundo, por consiguiente ustedes ahora están afligidos, pero Yo les veré y sus corazones se alegraran…”

Las angustias del parto, y el gozo del nacimiento de una criatura sirven de ilustración tanto del miedo de los discípulos porque Jesús iba a dejarles solos, como del gozo cuando sean bautizados en El Espíritu Santo; sentirán gozo, porque el Espíritu les revelara el amor protector  de Jesús, ya que cuando Jesús estaba con ellos no eran conscientes de Su protección.

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