viernes, 23 de mayo de 2014

162. Dios es Amor. Las Bienaventuranzas



Mateo 5:3

“Felices los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”

Jesús revela que  las bienaventuranzas siendo mandamientos pequeños son parte de la ley de Dios. Por otro lado, los fariseos señalan que el reino de los cielos es el premio a la obediencia a la ley; pero el Maestro les contradice al ensenar que el reino de los cielos no es de los obedientes, sino de los que reconocen, bajo la acción amorosa del Espíritu, que son incapaces de obedecer  la ley divina.

Mateo 5:4

“Felices los que lloran,  porque ellos serán consolados”

El Señor dice que son felices los que en el presente se amargan por  sus caídas,  porque serán confortados en el futuro.  Sus palabras anticipan que todo verdadero creyente se lamentara por sus pecados,  y  gracias a este proceso, podrá valorar la  salvación  perfecta y completa en vida y muerte de Jesús.

Mat 5:5

“Felices los humildes, porque ellos heredaran la tierra”

Jesús explico que la herencia de la tierra es el fruto de considerarse humilde como un siervo. Note que no dice heredar el cielo, sino la tierra.  Por otro lado, esta humildad solo  se aprende de Jesús, si se acepta Su invitación, y se viene mentalmente a Él,  repasando  Su vida, especialmente Su sacrificio, siempre bajo la acción del Espíritu Santo.

Mateo 5:6

“Felices los hambrientos y sedientos de justicia, porque ellos serán saciados”

Gracias al sacrificio de Jesús, el de la fe es perdonado,   el Padre le acoge como hijo, y siente la paz del perdón divino. Pero al mismo tiempo sus pensamientos son el blanco de los ataques de la iniquidad para dominarle, por esto  espera,  que en el futuro, brote de su mente la justicia de Jesús, porque así dice esta ley de Dios.

Mateo 5:7

“Felices los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia”

Dios es Espíritu y es  Amor, o sea Él es la fuente inagotable de  la compasión, el perdón la misericordia, etc. Por esto todo acto de misericordia humana es el modo  como Dios se hace presente entre nosotros. Además,  para que el amor de Dios sea en nosotros en el futuro no debemos  dejar pasar, ahora, la oportunidad de ayudar al necesitado.

Mat 5:8

“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”

Nadie puede limpiar su conciencia, su mente con oración, caridad,  o una religión; Pero gracias a  la acción del Espíritu Santo la palabra de la cruz es entendida y recibida, entonces  la mente queda limpia, porque está cubierta por la muerte de Jesús. En esta condición el creyente  discierne que la misericordia divina le acompaña, es decir camina con Dios. 

Mat 5:9

“Felices los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

El pecado separa  una persona  de su conyugue, de su hijo, de su prójimo, lo aísla  de la naturaleza y de Dios, porque la esencia del pecado es la egolatría Pero el Padre envió a su Hijo para dar a esa persona Su amor, a fin de  que se una con su esposa, hijos, vecinos,   mediante la compasión, la misericordia, la lealtad, el perdón.  Así le  hace pacificador, para que sea llamado hijo del Altísimo.

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