lunes, 2 de septiembre de 2013

130. Salmo 110 b.


Apreciado lector, estas lecciones no son para que usted tenga  más  información  de las Escrituras, sino  para que llegue a tener fe. Por lo tanto,  le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día un poco, después  piense en lo que  leyó, y  complete la lectura en una semana, para  que entienda mejor las citas bíblicas, ya que la fe empieza al comprender los pasajes relacionados, especialmente, con la muerte de Jesús.  

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Salmo 110:4:
“Juro YHVH y no sentirá pesar: Tu eres sacerdote eterno, según el orden de Melquisedec”

En los  primeros versículos del este salmo se lee  que el Mesías fue llamado al cielo para estar a la derecha del trono de YHVH, en  el núcleo del gobierno del universo, hasta que El ponga a los enemigos del Mesías bajo el  dominio de él. Entonces el Rey Yeshua,  a la cabeza del  ejercito de Sus fieles, regresara a la tierra y  les vencerá, como se lee en Apoc 19:11-20.
En el versículo 4 , el Rey Yeshua recibe el anuncio de otra responsabilidad que el Padre le confía: la  de Sacerdote, sucesor de Melquisedec.  De manera que el Mesías tendra dos grandes oficios: Rey y Sacerdote.
Respecto a Melquisedec, él era rey  de la antigua ciudad de Jerusalén, cuando Israel no existía, o sea  no pertenecía a  tribu alguna; y aun así,  fue el sacerdote de Dios altísimo, y como tal  recibió los diezmos de Abraham, cuando el regreso victorioso de la guerra contra la confederación de jefes de pueblos, que  tomaron rehén a Lot, su sobrino.  
Por otro lado,  tenga presente que cuando David fue inspirado a escribir estos hechos ya habían sacerdotes para oficiar a favor de Israel  ante YHVH, y eran  de la familia de Aarón, consagrados de acuerdo a  la Ley del Sacerdocio, detallada en la Tora. Por esto, esta revelación fue  una sorprendente novedad para David y los Israelitas, ya que los levitas de la familia de Aarón  recibieron la responsabilidad de oficiar como sacerdotes, por siempre,  bajo el pacto  de  Moisés , a pesar de esto  Yeshua,,  fue hecho el Sacerdote, con un juramento, reitero , aunque  no era  de la tribu de Aarón; y en  eso radica su  semejanza con  Melquisedec.
Es preciso recordar que el sacerdote era el único  camino   para la comunicación  del pueblo de Israel  con el Dios personal,  el  Espíritu Eterno, y esta  empezaba por  los sacrificios,  la confesión y remisión de los pecados ; continuaba  al  presentar, el sacerdote  al  Padre  las peticiones y necesidades de Israel . A su vez,  mediante las piedras preciosas que llevaba el Sumo Sacerdote, el Padre comunicaba su voluntad, y  la aprobación o desaprobación de  los planes de Israel.
Hay que hacer claro, que ese sacerdocio solo era una sombra del Sacerdocio de Yeshua, porque Él no se acerca al Padre con sacrificios de animales, todos los días, sino con su propio sacrificio, una sola vez y recibió la remisión total de  los pecados de los fieles de todos los tiempos. Así mismo,  presenta al Padre las peticiones, las necesidades de los fieles, además trabaja incansablemente EN  los fieles, por el Espíritu, para guiarles y cumplir el propósito de Dios para cada uno de ellos. Adicionalmente, Yeshua el Sumo Sacerdote  esta en continua actividad  para adecuar la mente de los creyentes para que sea  Su morada. Aun mas,  Yeshua el sacerdote, por su Espíritu, está presente  en cada tentación que ellos sufren, para recordarles su sacrificio.
Los siguientes versículos de este capítulo  indican una actividad nueva y no usual de Yeshua, Sumo Pontífice, en el fin de la historia de este mundo.

Salmo 110:5-7:
“Adonay,  que está a Tu diestra, aniquilara a los reyes en el día de su ira. Juzgara a las naciones, y las llenara de cadáveres. Caerán  muchas cabezas sobre un inmenso territorio.
Beberá del torrente en el camino, y  levantara su cabeza,”

Por un poco más de dos mil años Yeshua, Sumo Sacerdote ha hecho la obra que he referido antes, pero después, por orden del Padre, debe hacer la labor de un guerrero, tanto como rey, como Sacerdote.
 La obra que Yeshua hará en día de su ira esta aclarada en 6:12-17 “Y cuando abrió el sexto sello hubo un gran terremoto, y el sol se volvió negro, como tela de crin, y la luna entera se volvió como sangre, y las estrellas del cielo cayeron a la tierra como una higuera suelta sus brevas, cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el firmamento fue replegado, como un rollo que se enrolla, y toda montaña y toda isla fueron removidas de sus lugares.
Y los reyes de la tierra, y los príncipes y los militares y los ricos, y los poderosos, y todo siervo y todo libre se escondieron en las cuevas y entre las penas de las montañas, y dijeron a las montañas y a las penas: Caed sobre nosotros, y escondednos del que está sentado en el trono, y de la ira del cordero, porque ha venido ya el gran día de la ira de ellos, ¿y quién puede mantenerse en pie?"

Ahora,  la obra de aniquilamiento a los reyes y poderosos de la tierra,  el juicio a las naciones, así como llenar de cadáveres los campos de  guerra es propia del Rey de Reyes, por esto  Yeshua tiene esta responsabilidad  en su lucha final contra los poderes de este mundo. Sin embargo  si se toma en cuenta Isaías 63:1-6 “¿Quién es este que viene de Edom, de Bosra, con las ropas enrojecidas? ¿Quién es este, magníficamente vestido, que marcha en la grandeza de su poder?  Yo. El que con justicia dictó la sentencia.  
Soy poderoso para salvar…
Yo soy el que solo he pisado el lagar, porque  nadie  de los pueblos había conmigo. Los aplaste en mi ira, y los pisotee con mi furor, por esto su sangre salpico mis vestiduras, y mancho todas mis ropas.
El día de la venganza tengo en mi corazón .
Ha llegado el ano de mis redimidos.
Sin embargo, al mirar, no había quien me ayudara, y me admire que no había quien me sostuviera. Pero me sostuvo mi ira, y mi brazo me dio la victoria. Pisotee pueblos en mi ira, los embriagué  con mi indignación, y derrame su sangre en la tierra”
Aquí se nota, por su vestuario, que El  vendrá a cumplir su venganza, ya no como el intercesor, sino para matar, como en los sacrificios,  para cumplir  su función sacerdotal  Así que  no vendrá como el cordero para el matadero, sino con  ira y venganza desconocidas para la humanidad, porque rechazaran el amor de Yeshua, expresión del amor de Dios, y mataran a sus siervos, en la dura persecución que habrá en los últimos  tiempos. 
También es aparente que los millones de muertos por  Yeshua serán el cumplimiento de la sentencia divina contra los asesinos, como esta en Gen 9:6 “El que derrame sangre de hombre, su sangre será derramada por los hombres, porque a imagen de Elohim  El hizo al hombre”. 

 

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