jueves, 4 de julio de 2013

122. Salmo 16

 Apreciado lector, estas lecciones no son para que usted tenga  información  de los temas que se tratan, sino que van más allá, son  para que llegue a tener fe,  por lo tanto,  le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día  lea un poco, después  piense en lo que  leyó, y  complete la lectura en una semana, con el único propósito de que entienda mejor los versículos citados en este estudio, ya que la fe empieza al comprender los versículos relacionados con la muerte de Jesús.  

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Antes de empezar el estudio de este salmo, quiero recordarle que los salmos nos hablan del Mesías, por esto Jesús les dijo a sus discípulos, después de su resurrección, lo de Luc 24: 44 “Y estas son mis palabras que les hable estando aun con ustedes: Que tenía que cumplirse todo lo que había sido escrito de mí en la ley de Moisés, y en los profetas y en los salmos”  En los salmos están reveladas oraciones,  pensamientos íntimos de Jesús  que no están detallados en el Nuevo Testamento, aun la descripción del Mesías en la cruz es escaza en el N.T. Pero en los libros del Antiguo Testamento la información de los sufrimientos del Mesías es amplia, aunque este  en forma simbólica, o como profecías esperando ser esclarecida adelante, o como poesías que parten de los sufrimientos de David, Rey, en los Salmos. 

Sal 16:1-6:
“Dios mío cuídame, porque me refugie en Ti. También digo a YHVH: Tú eres mi Señor, nadie hay bueno, fuera de Ti.
Respecto a los santos que hay en la tierra, ellos son valiosísimos para mí,   y en ellos está toda mi delicia.
También le digo, llegaran a ser muchos los dolores de los que siguen a dioses extraños, pero  no derramare mi sangre por ellos,  ni  elevare, con mis labios,  su nombre sobre la tierra.
Reconozco YHVH, que Tu eres el que me fortaleces para sufrir  lo que me toca, además Tú sostienes mi  copa de  retribución, es decir  el lazo de la muerte que  es mi lote. No obstante  lo que sigue es placentero para Mi”
David, bajo inspiración, revelo una de las oraciones que Jesús elevo cuando estaba en la cruz. En esta oración el Mesías le dijo a YHVH  que le proteja,  por la razón que el merece ser cuidado, ya que ha reconocido que tiene miedo, y que es impotente ante sus enemigos, por esto  se apoyó en el Omnipotente, con sus pensamientos.
Le siguió diciendo desde  la cruz  a YHVH: que Él es su amo y el que le gobierna, también  resalto que solo Él es bueno.  Recuerde que el Mesías cuando hablo con el joven rico, afirmo esta verdad, como se lee en Mat 19:17 “Entonces Él le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es bueno, pero si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”  
Respecto a la palabra bueno es preciso indicar que en español  esta palabra es un adjetivo, o un adjetivo que funciona como sustantivo, pero en hebreo la palabra “tov” traducida bueno,  es verbo,  es decir expresa acción, aunque algunas veces puede ser también adjetivo.  Ahora, cuando se trata de traducir al español el verbo “tov”, no hay como hacerlo, porque en nuestro idioma no hay el verbo buenar , o bienar  , sino que solo se lo traduce como un adjetivo, por ejemplo: hombre bueno, o como adjetivo sustantivado, por ejemplo : el bueno . Por otro lado, en este salmo el Mesías subrayo: que solo YHVH pude hacer practico este verbo, en otras palabras todas las acciones del Dios de Israel, son para dar felicidad, paz, descanso, placer, gozo, corrección, disciplina a sus criaturas;  es decir todo lo que Dios hace o dice es para bien de lo que creo.
La razón es que  Él es amor, 1 Juan 4:8 “…Dios es amor”  Note que amor es un sustantivo y no es un verbo, indicado, primero que el amor es una Persona, y no es un sentimiento, un afecto, una atracción, una pasión; y segundo que la Persona que es amor derrama su amor a sus criaturas por medio de  acciones buenas.
Por otro lado, continua la oración que Jesús elevo al Padre, desde la cruz, y dice que los que están separados  en la Palabra, en toda la tierra, son los que le importan, también  se goza en ellos.   
Sin embargo, los que andan en pos de otros dioses, sufrirán múltiples dolores, además no les cubrirá  con su sangre, ni intercederá por ellos.
Así mismo,  añade el Señor que reconoce que YHVH  le sostiene para sufrir la muerte, que es la parte que debe afrontar, y que no es otra cosa que el juicio a la humanidad sobre El. Y en esta línea, Jesús, desde la cruz, reconoce que  tiene presente que su vida no terminara en el sepulcro, sino que se cumplirá lo profetizado.

Salmo 16: 7-11 pp:
“Yo el Mesías bendigo a YHVH, porque determino mi padecimiento para disciplinar lo más íntimo de mi ser. Además le bendigo porque  llegare a ser exaltado a su diestra, y no seré removido.
Por lo tanto Me es apropiado regocijarme mentalmente, con entusiasmo.
 Y aun hay mas,  mi cuerpo será una morada indestructible, porque no abandonaras mi alma en el sepulcro, o sea no entregaras a tu santo para que sufra destrucción. Y después me harás conocer experimentalmente el camino de la vida…”

Esta oración de Jesús en la cruz es tan llena de optimismo, a pesar de su sufrimiento  indescriptible,  porque su vida, hasta sus últimos minutos, fue de reconocimiento de la obra de Dios,  para disciplinarle, a fin de que sus facultades  mentales, humanas,  sean liberadas de la sumisión a las demandas de la semilla del mal que heredo de Adán, tal como está en Hebreos 5:8 “ Y aunque era Hijo, por medio de lo que padeció aprendió la obediencia”  y también, porque sería exaltado a la derecha del Padre.
Y reitero que había aún  más  razones  para estar con gozo en su mente,  mientras sufría el dolor en todo su cuerpo, especialmente en las manos y pies que estaban clavados a la madera, porque tenía claro que su cuerpo lacerado y  sangrante seria transformado en su morada eterna, ya que Dios no le desamparara en la tumba, para que los tejidos de su cuerpo no sean descompuestos. Así mismo, después  YHVH  le ensenara, a Jesús, el nuevo Adán, como si se trataría de indicarle  un nuevo oficio, lo que es la vida en el resto del universo.

Salmo 16:11 up:
“Satisfecho y lleno de gozo por ser el Mesías,  ya que a Tu diestra tu presencia da placer eterno.”

Así termino otra oración el Mesías desde la cruz, diciendo al Padre que estaba muy alegre en su ser intimo por ser el Mesías, aunque al momento sufría una agonía dolorosa, sin embargo, su dolor era mitigado por el futuro glorioso que le esperaba a la diestra del Padre, como Su Agente, para derramar el amor divino a todos los de la fe.      

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