viernes, 25 de enero de 2013

107. La carta a los Galatas. (7)


Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día lea un poco, y complete la lectura en una semana, con el único propósito de que entienda mejor los versículos citados en este estudio.  

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Gálatas 3:22-25:

“Al contrario, la Escritura encerró todo bajo pecado, para que la promesa de la fe de Jesús el Mesías fuera dada a los que tienen fe. Ahora bien,  antes que viniera la fe, estábamos encerrados  bajo la ley, confinados para la fe que iba a ser revelada. Por esta razón, la ley ha sido nuestro tutor hasta el Mesías, para que por medio de la fe fueramos declarados justos. Pero habiendo venido la fe ya no estamos bajo tutor.”

Los 10 mandamientos  tienen una función dada por Dios que es crucial para recibir la más importante promesa. Pero antes de comentar sobre la importante función de los 10 mandamientos, le hago una aclaración respecto a esta promesa. Fíjese que cuando Dios le hizo la promesa a Abram de darle un descendiente, refiriéndose al Mesías, le dijo descendiente;  mas  en esta carta, el apóstol inspirado por el Mismo que hablo a Abraham, no dice descendiente, sino LA FE DE JESUS.
 Pero no piense que con este cambio de nombre cambia la promesa, sino que la aclara y expande,  porque Jesús el Mesías, cumplió su misión de salvar al hombre gracias a su fe. Aquí le recuerdo que por  su fe venció toda tentación, así mismo por ella  camino el sendero a la cruz, porque tenía en su mente las profecías del Antiguo Testamento que anticipan que el Mesías, ensenaría la palabra dándola el sentido que Dios le dio, curaría a los enfermos, resucitaría a los muertos y después se sometería al inmenso tormento de la muerte de cruz, para 2 cosas, primero:  para rescatarnos,  mediante esta muerte, de los 10 mandamientos, y segundo: darnos el Espíritu Santo. Por otro lado,  este versículo confirma que a los que oyen con atención receptiva la historia de Jesús, Dios les cubre como con un manto con la fe de Jesús, para cumplir la promesa a Abraham.
A continuación  la función de los 10 mandamientos; primero le indico que el versículo dice que la Escritura, refiriéndose a los 10 mandamientos, encerró toda intensión, todo  afecto, pensamiento, toda palabra y todo acto del hombre en el ámbito del pecado. Esto es parecido a una red para  pescar que está  llena de peces, la red es el pecado, (Lo que puso el maligno en la mente de Adán cuando cayó)   los peces son  los pensamientos, afectos, intensiones, palabras y acciones humanas.
También,  los 10 mandamientos son como un  lente con un sensor que hace ver y sentir el efecto de la semilla del mal. En otras palabras nada en ser humano no sale del pecado, de la semilla de Satanás.  Le advierto que  esto es posible discernir, únicamente cuando se reconoce la vigencia de los 10 mandamientos.
También el apóstol compara a  los 10 mandamientos con las paredes de una cárcel que mantiene encerrada bajo el poder del pecado toda actividad de la mente, así como toda palabra y toda  acción. Pero la cárcel no dura para siempre, sino solo hasta que la historia de Jesús halle cabida en la mente.
Se  pregunta: ¿Cuando me será revelada la historia de Jesús?  Cuando, primero,  haya sido ensenado por el Padre, por medio de los 10 mandamientos, que en usted, igual que en todo humano, está la fuente de mal de satanás, por esta razón,  todo lo que piense, hace o dice es del  maligno,  segundo, después que usted mira y siente la obra del pecado entonces el Padre le hace que tenga interés para oír la historia de Jesús;  así está en Juan 6:44-45 “ Nadie puede venir a mi si el Padre que me envió no lo arrastra, y Yo le resucitare en el día postrero. Está escrito en los profetas: Y todos serán ensenados por Dios. Y todo el que oyó de parte del Padre y aprendió viene a Mi.”
También la función de los 10 mandamientos es  comparada a la de un tutor que nos hace  vivir conscientes  de que todo el mal  sale de nosotros, con el único propósito de llevarnos hasta el  Mesías, para que Su conducta nos sea dada. Pero es evidente que una vez que hemos venido mentalmente a Jesús en  la cruz del calvario, ya no necesitamos los 10 mandamientos para que no conduzca a Jesus, porque estamos ya con El. O sea cuando oímos con interés receptivo la historia de Jesús, ya no requerimos más los 10 mandamientos, porque estos impiden que la conducta de Jesús nos cubra.
Pero le advierto que si no se  acepta la vigencia de la ley de los 10 mandamientos no  sentira el poder del pecado, por lo mismo no tendra  interés en venir a Jesús crucificado.

 Gálatas 3: 26-28 “Porque  todos son hijos de Dios gracias a la fe en Jesús. Ya que todos los que han sido bautizados en el Mesías, están revestidos del Mesías. Por esto, no hay judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varón ni hembra, porque todos son uno en Jesús, el Mesías.”

 Ahora hay que tener presente que  la fe EN Jesús,  no es otra cosa que la aceptación en la mente de la historia de Jesús, historia que nos  impulsa a unirnos a Él en el agua del bautismo, ya que  el agua bautismal es símbolo de su muerte, porque así se lee en Rom. 6:4 “ Porque fuimos sepultados juntamente con El para muerte por el bautismo, y después, como el Mesias fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, de manera semejante nosotros andemos en vida nueva” Mediante  esta fe con obras (la aceptación mental del relato de lo que le ocurrió a Jesús en el calvario, es la fe, y la obra de esa fe es el ser bautizado. )
Dios  nos hace sus hijos,  porque esta fe nos une a Jesús, el Hijo de Dios. Es obvio que como hijos de Dios,  nuestra conducta es el resultado de la Fe de Jesús, por esto el versículo dice: los que han sido bautizados en el Mesias, están revestidos del Mesias,  La palabra revestidos, quiere decir cubiertos de la conducta de Jesús fruto de su fe. Por esto usted  si ha oído con atención la historia de Jesús y la ha aceptado mentalmente, además  se ha bautizado, o sea ha sido unido a la muerte de Jesús, la conducta de Jesús le cubre, gracias al Espíritu Santo que ha recibido fruto de su fe.
Ahora aclarando el bautismo, esta palabra griega no es traducida al español, sino transliterada, si se la  traduce significa sepultura. Para que el agua represente una sepultura debe ser suficiente para que todo el cuerpo sea sumergido., porque  la muerte de Jesús es la sepultura de nuestra humanidad carnal, así que por el bautismo quedamos unidos a su  muerte, para que brote la vida nueva, tal como es en la agricultura, en la que el grano sembrado debe morir para dar lugar a una nueva planta.
Por otro lado, es evidente que todos los que han sido unidos de esta manera  forman una unidad con el Señor, o sea  desaparecen espiritualmente, y en su lugar aparece la conducta terrenal del Salvador, gracias  a  esto los de la fe ya no se valoran por sus diferencias raciales, de país  o de sexo.

Gálatas 3:29. “Como ustedes son del Mesias, entonces son el descendiente de Abraham, herederos según la promesa”

Al recordar que las promesas de Dios fueron hechas a Abram y a su descendiente, con miras a incluir como herederos a todos los que atiendan la historia de Jesús, para que unidos a Él, que es descendiente prometido, sean  coherederos del mundo, tal como  Jesús el Mesias.

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