martes, 3 de abril de 2012

76. El evangelio de Juan. Cap. 13. pp.

Juan 12:44-46 “Por esta causa, Yeshua exclamo: El que tiene fe en Mi, no tiene fe en Mi, sino en Aquel que Me ha enviado. Y el que Me ve, ve a Aquel que Me ha enviado. Yo la Luz, he venido al mundo, para que todo el que tiene fe en Mi no permanezca en tinieblas”

La inspiración aclara que muchos que estaban en posiciones de poder, tuvieron fe en Yeshua, no obstante no la hicieron pública, porque tenían miedo a perder la consideración y el respecto que gozaban de los dirigentes de Israel. Por este motivo, Yeshua les explico, en voz alta, que el que tiene fe en El, en realidad tiene fe en Dios, y la imagen que de El se han hecho los hombres, por sus obras y enseñanzas, en realidad es la del Padre, ya que todos sus actos y palabras tienen el único propósito de dar a conocer al Padre, a los que tienen fe en El.

Juan 12:47-50 “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, Yo no le juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. Por otro lado, El que me rechaza y no recibe Mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, esa le juzgara en el día final. Porque Yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que Me ha enviado, Me ha dado mandamiento sobre lo que he de decir y lo que he de hablar. Así mismo, se que Su mandamiento es vida eterna, por eso lo que Yo hablo, lo hablo tal como el Padre Me lo ha dicho.”

A continuación Yeshua les explica, igualmente en voz alta, las dos actitudes frente a la palabra de Dios, la primera es oír la palabra, de modo receptivo, pero sin entenderla claramente, para que pueda fijarse en la mente y se transforme en acciones; en este caso, el Maestro aclaro que a esta clase de personas no las juzga porque El vino para salvarlas. Y en este contexto, esto quiere decir que El obrara para darles comprensión de sus palabras, a fin de que se traduzcan en obediencia. La segunda actitud es la de alguien que rechaza a Yeshua como el enviado de Dios, y como consecuencia, no presta ninguna atención a sus enseñanzas. En este caso, la palabra que el Maestro hablo, será juez de estas personas, en el juicio que se realizara en el fin.
Con estos versículos, Yeshua revela que toda relación consciente de Dios con el hombre gira en torno a Su palabra, por dos motivos, uno, porque todo lo que el Maestro hablo es exactamente lo que Dios le dijo, y dos, lo que Dios le dijo es la fuente de la vida que se extiende a la eternidad.

Juan 13:1-5 “Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Yeshua que su hora había llegado, para pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los Suyos que estaban en el mundo, los amo hasta el fin. Ahora, durante la cena, sucedió que el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregara.
Y Yeshua sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía, se levanto de la cena y se quito el manto, y tomando una toalla, se la ciño, luego puso agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y secárselos con la toalla que tenia ceñida”

El día anterior a la cena pascual de los judíos, Yeshua se reunió con los doce discípulos para comer el cordero pascual. Cuando comían la cena, el Maestro repaso los hechos ocurridos en torno a El y comprendió que su muerte era inminente, es decir que terminaba su estadía en este mundo y debía regresar al Padre.
Así mismo, su amor fluía hacia sus discípulos canalizado en tres actos: uno, el lavamiento de los pies, dos, sus últimas enseñanzas, y tres, su agonía y muerte. Por otro lado, dada la naturaleza del mal , y Yeshua viendo que esta responsabilidad era solo Suya, ya que, El debía vencer al mal , en si mismo , como cabeza, o representante de la humanidad, por esto el Padre debía separase de El; entonces comprendió que el Padre Le había hecho totalmente responsable de acabar con el poder del mal y del pecado, en la cruz.
Además, mientras transcurría la cena, Satanás termino de poner en la mente de Judas la decisión de entregar a Yeshua.
Entonces el Salvador, teniendo en su mente todo esto, se levanto de la cena, se quito la túnica, se ciño una toalla, puso agua en un recipiente y les lavo los pies a sus discípulos y les seco con la toalla. Lo primero que hay que resaltar es que el lavamiento de los pies, al igual que la cena pascual es parte de la ley ritual que indica etapas de la salvación. Así, el cordero que mataban para la cena, simboliza el sacrificio de Yeshua, de igual manera, el lavamiento de los pies, como el baño de todo el cuerpo, figuran la limpieza de algunas inmundicias. Segundo, vale recordar , que lavar los pies era tarea de un criado, sin embargo Yeshua , siendo de naturaleza divina, de origen eterno, celestial, soberano del universo, motivado por Su amor a ellos, hace la tarea de un criado. Ahora volviendo al rito, recuerde que las inmundicias físicas que se purificaban con agua, eran un símbolo de la contaminación que el mal, la semilla del Satanás hace en la mente, pero Yeshua la limpia con su amor, simbolizado por el lavado de los pies.

Juan 13: 6-11” Cuando llego a Simón Pedro, este Le dijo: Señor ¿Tú me lavas a mí los pies? Yeshua le respondió: Ahora tú no comprendes lo que Yo hago, pero lo entenderás después. Pero Pedro Le dijo: ¡Jamás me lavaras los pies! Yeshua le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo. Y Simón Pedro Le dijo: Señor no solo los pies, sino también las manos y la cabeza. Yeshua le dijo: El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues esta todo limpio. Y ustedes están limpios, pero no todos. -Porque sabia quien Le iba a entregar, por eso dijo: No todos están limpios-”

Cuando Yeshua se disponía a lavarle a Pedro, el se extraño que El se rebajara a hacer la labor de un criado, pero el Maestro le dijo que la razón por la que el no quería ser lavado, era porque no veía el significado del lavamiento, pero le prometió que después lo entendería. – Y en realidad Pedro después entendió y escribió bajo inspiración. 1 Ped 4:8 “Sobre todo, sean fervientes en su amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados.”- Siguiendo, sin embargo, Pedro con una humildad humana insistió en rechazar que Yeshua le lave. Entonces el Señor le dijo que si no acepta este acto de Su amor, deja de ser apto para recibir la más grande acción de amor, su muerte. Dicho en otra forma, al aceptar el amor de Yeshua, al dejarse lavar por El, Pedro abría su corazón para que entre el mayor amor de Dios a el. Cabe recalcar que el amor del Mesías siempre se expresa en actos: el lavamiento de los pies y Su muerte en la cruz. Note que Su amor es el agente purificador de las inmundicias del alma y de la mente. Otro punto que hay que resaltar es que el amor hay que recibirlo; es decir, hay que aceptar que Yeshua nos ame, haciendo su obra en cada uno de nosotros, sea directamente o por medio de uno de sus siervos.
Por otro lado, ellos se habían bañado, como parte de la preparación para la fiesta, por esto les dijo que estaban limpios, excepto Judas. Esta limpieza física, también era un símbolo de la limpieza que resulta al reconocerle como el Mesías, cabeza de Israel y recibir sus enseñanza. O sea, ellos están limpios, y a diferencia de Judas, que seguía bajo la influencia creciente del maligno, debido a que no Le reconocía como el Mesías.

Juan 13: 12-20 “Entonces cuando acabo de lavarles los pies, tomo su manto, y recostándose otra vez, les dijo: ¿Saben lo que les hecho? Ustedes Me llaman Maestro y Señor, y tienen razón porque Lo soy. Pues si Yo, el Señor y Maestro les lave los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros, porque les he dado ejemplo, para que lo que Yo Les he hecho, también ustedes lo hagan.
En verdad les digo, que un siervo no es mayor que su Señor, ni un enviado es mayor que el que le envió. Si saben esto, serán felices si lo practican. Pero no hablo de todos ustedes. Porque Yo conozco a los que he escogido. Pero es para que se cumpla la escritura: El que come Mi pan ha levantado contra Mí su talón. Lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, crean que Yo soy. En verdad les digo, que el que recibe al que Yo envié, me recibe a Mi; y el que Me recibe a Mi, recibe a Aquel que Me envió”

En este pasaje Yeshua les explica el significado del lavamiento de los pies. Primero, les hace notar que El es de naturaleza y posición superior, es decir es Señor y Maestro, sin embargo, por amor a ellos hizo el papel de un criado. Y segundo, les lavo los pies a fin de mostrarles que en el Reino del Amor, el superior sirve al inferior, y por este motivo, ellos tengan como obligación, o deuda el amarse sirviéndose unos con otros. Ahora, para facilitar este tipo de amor, es necesario que tengan presente que ninguno de ellos es superior a Yeshua.
Ahora, esta última observación Yeshua la hizo, por dos motivos: Uno, para explicar la causa de la traición de Judas. En otras palabras, el Traidor, no reconoció a Yeshua como Señor y Maestro, entonces se considero superior, y se atrevió a levantarse contra el Maestro, como dice la escritura que Yeshua cito. Y dos, para anticiparles la traición de Judas, a fin de afirmar la fe de ellos en las obscuras horas que Le esperaban.
Yeshua termina la enseñanza del significado del lavamiento de los pies, diciendo, que cuando alguien acepta ser lavado los pies, recibe el amor del Padre y del Hijo. En este punto es necesario reiterar que el amor cubre infinidad de pecados.

Juan 13:21-30 “Habiendo dicho Yeshua esto, se angustio en espíritu, y testifico y dijo: En verdad les digo que uno de ustedes Me entregara.
- Los discípulos se miraban unos a otros y estaban perplejos, sin saber de quien hablaba. Ahora, uno de sus discípulos, el que Yeshua amaba, estaba reclinado en el pecho de Yeshua. Por esto Simón Pedro le hizo señas, y le dijo: ¿De quien habla? Entonces el, recostándose de nuevo sobre el pecho de Yeshua, le dijo: ¿Señor quien es?-
Entonces Yeshua le respondió: Es aquel a quien Yo le de el pedazo de pan que voy a mojar. Así que después de mojar el pedazo de pan lo tomo y le dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. Ahora después de comer el pan, Satanás entro en el. Entonces Yeshua le dijo: Lo que vas a hacer hazlo pronto.
– Sin embargo, ninguno de los que estaban a la mesa entendió porque le dijo esto. Porque algunos pensaban que como Judas tenía la bolsa del dinero, Yeshua les decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta, o, que diera algo a los pobres-
Ahora, Judas después de recibir el bocado, salió inmediatamente. Ya era de noche.”

A continuación Juan detalla lo que ocurrió después que Yeshua les explico el significado del lavamiento de los pies, mientras estaban todavía en la cena: Por un lado, el Mesías angustiado les testifico, o sea repitió lo que vio en la escritura y en la actitud de Judas, y por eso les aseguro que iba a ser traicionado por uno de ellos. Por otro lado, ellos no tenían idea de quien era el traidor, entonces Pedro le pregunto a Juan, que estaba recostado en el pecho de Yeshua, a su vez Juan le pregunto a Yeshua, y el Maestro le dijo que el traidor es a quien El de un pedazo de pan mojado, y enseguida Yeshua le sirvió a Judas un pedazo de pan mojado en una salsa, el recibió y se lo comió. Entonces el maligno tomo posesión de Judas.
Todo esto causa asombro, porque por un lado Yeshua le identifico al traidor, no obstante, con humildad le sirvió, pero por otro lado, Judas acepto el bocado que Yeshua le ofreció, luego oyó lo que el Maestro le dijo, que consume la traición, o sea fue consciente que estaba descubierto, sin embargo siguió adelante con su infamia, y salió a reunirse con los enemigos del Mesías.
Al mismo tiempo, el resto de discípulos siguió sin tener idea de quien era el culpable.

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