lunes, 23 de abril de 2012

78. El Evangelio de Juan. Cap. 14 up. Cap. 15.

Nota. Amable lector, con el fin de que obtenga el mayor provecho de estas lecciones, le recomiendo que no las lea en una sola lectura, sino léalas a lo largo de una semana, un poco cada día.

Juan 14:27-29 “La paz os dejo, Mi paz les doy, no se la doy a ustedes como el mundo la da, por esto no se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. Así mismo, oyeron que les dije: Me voy y vengo a ustedes. Pero si Me amaran, se regocijarían porque voy al Padre, ya que el Padre es mayor que Yo. Conste que se lo he dicho ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, tengan fe.”

Resalta que Yeshua les hace comprender a sus discípulos que nos les deja abandonados, al contrario El va por el camino de la cruz al Padre, y luego hará una morada en ellos, para el Padre y para el Hijo; por este motivo, no deben turbarse ni tener miedo de quedarse solos.
Desde otro ángulo, es necesario saber que la paz que Yeshua les deja no es otra cosa que El Padre y el Hijo presentes en ellos, por medio de la persona del Espíritu Santo.
Además les anticipa lo que Le espera. Se refiere a su crucifixión, resurrección y ascensión al cielo, con el fin de que ellos recuerden lo que El les anuncio, y se afirmen en ellos estos hechos.

Juan 14: 30-31 “No hablare mucho con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo, aunque el no tiene nada en Mí, sin embargo, para que mundo sepa que Yo amo al Padre, por esto como el Padre me mando, así hago.
¡Levántense vámonos de aquí!”

El maligno no tenía ningún poder en El Maestro, por esta razón, El podía enseñar y hacer, con exactitud, lo que el Padre le decía. En este punto les advirtió que ya no podrá continuar enseñándoles, por iba a ser entregado al poder de las tinieblas.
Así mismo, les aclaro que El iba a someterse a las fuerzas del mal, por obediencia a lo que el Padre le mando.
Después de decirles esto, Yeshua y sus discípulos salieron del aposento alto para ir al Getsemaní.

Juan 15: 1-5 “Yo soy la vid verdadera y Mi Padre es el viñador. Toda rama que en mi no da fruto, la quita; y toda rama que lleva fruto, la poda para que lleve mas fruto.
Pero ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he hablado.
Moren en Mi y Yo en ustedes. Como la rama no puede llevar fruto por si misma, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no moran en Mí. Yo soy la vid y ustedes las ramas, el que mora en Mi y Yo en el, ese da mucho fruto, porque separados de Mi nada pueden hacer”

Mientras caminaban, Yeshua les detalla, por medio de un ejemplo, cual es el objeto de la presencia del Padre y del Hijo, en la persona del Espíritu Divino en ellos- esto trato en el capitulo anterior- Y el ejemplo que les pone es el de la vid. La vid es un arbusto de ramas largas, que se extienden horizontalmente, y que producen uvas.
El cuidado del viñador es crucial para que las ramas lleven fruto abundante. El viñador es muy cuidadoso en su trabajo, porque el espera que la vid produzca muchas uvas. De manera semejante el Padre y el Hijo moran en el creyente, para que primero, el Padre, como el viñador, los limpie, para que los mandamientos de Yeshua se afirmen en su mente, y den el fruto de amarse unos a otros.
Ahora, la unión del Padre, del Hijo y del creyente esta perfectamente ejemplarizado por el viñador, la vid y las ramas. Le repito que el viñador representa al Padre y a Su obra. Los discípulos son las ramas, y el tronco principal es Yeshua.
Así como el viñador solo limpia a las ramas que producen algo de fruto, para que carguen mucho, de forma similar el Padre limpia solo a los creyentes que ya producen fruto, para que den muchos frutos; y la manera como les limpio es mediante la palabra que le mando decir a Yeshua. O sea, los discípulos, con excepción de Judas, fueron ya limpiados por las palabras que les hablo el Maestro.
No obstante, el Señor puso énfasis en que las ramas deben estar en el tronco para dar frutos, a fin de mostrar con este ejemplo, que los creyentes deben morar en El para llevar frutos. Analizando esto: La unión de las ramas con el tronco, se hace por dos medios: Uno, por el tejido fibroso, y dos, por la savia; en forma parecida, los creyentes moran el Señor, gracias: Uno, A la fe, o sea al afirmar sus palabras en la mente; y dos, al amor de Yeshua hacia ellos, que se asemeja a la savia que va desde el tronco a las ramas. Repitiendo, la unión de las ramas con el tronco principal es para la savia vaya a las ramas y den fruto; así la fe, y el amor de Yeshua a cada discípulo es para que se amen unos a otros, como El les ama.

Juan 15:6 “Si alguien no mora en Mi, es echado fuera, como una rama, y se seca, los recogen, los arrojan al fuego, y se queman”

Aquí el Señor les advierte a los que oyen sus enseñanzas, pero no las afirman en sus mentes, y como consecuencia no reciben el amor divino, que brota de Su sacrificio, que su fin es, en el presente, su fracaso como cristianos, y en el futuro, la condenación eterna.

Juan 15: 7-10 “Si moran en Mi, o sea si Mis palabras moran en ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho. Por otro lado, Mi Padre es glorificado cuando dan mucho fruto- así prueban que son Mis discípulos- Fíjense que como el Padre me ha amado, así Yo les he amado.
¡Moren en Mi amor!
Les repito que si guardan Mis mandamientos moran en Mi amor, así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre y moro en su amor”

El Señor les reitera que deben morar en El, prestando atension a sus enseñanzas, reflexionando en ellas para entenderlas y aceptarlas. Y uno de los beneficios de los hacen esto es que sus oraciones son acogidas por el Padre.
Otro de los beneficios de los que moran en Yeshua es que continuamente reciben Su amor, por esto se aman unos a otros, y el amor entre ellos glorifica al Padre, al mismo tiempo es la señal que indica que son alumnos, seguidores del Maestro.
Reitero, morar en el amor de Yeshua es tener presente Su amor abnegado, tal como mostro en su sacrificio.
Nuevamente, Yeshua les explica que la relación entre el Padre, el Hijo y los discípulos es por la obediencia, tanto a los mandamientos del Padre, de parte del Hijo, como la de los discípulos a los mandamientos del Hijo.

Juan 15:11 “Esto les he hablado, para que Mi gozo este en ustedes, y su gozo sea completo”

Yeshua asegura que morir en la cruz, sin embargo del dolor y el sufrimiento que le causara, será fuente de alegría para El, porque así rescatara al hombre del poder del maligno. Yeshua les explica, que les habla estas palabras para compartirles su alegría.

Juan 15:12-15 “Este es Mi mandamiento, que se amen los unos a los otros, así como Yo les he amado. Y sepan que nadie tiene un amor mayor que este: que uno ponga su vida por sus amigos. Ustedes son Mis amigos si hacen lo que Yo les mando. Fíjense que ya no les llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor, pero les he llamado amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído de Mi Padre”

Dios es amor, y Yeshua en la cruz nos entrego ese amor. Aquí hay que precisar, que el sacrificio de Yeshua, si tan solo fuera para participarnos de Su victoria sobre el pecado, es decir ser rescatados del poder del mal, seria una salvación incompleta, porque el mayor mal del pecado sobre el hombre fue y es : ser apartado de Dios, es decir perder toda capacidad de amar.
Por otro lado, note, que Dios nos entrega su amor en el sacrificio de Yeshua, porque nadie puede amar más que Yeshua que puso su alma para cubrirnos; como un manto cubre la vergüenza de un cuerpo desnudo. Con esa calidad de amor, Yeshua manda que sus discípulos se amen unos a otros.
Otro punto, Yeshua dice a sus discípulos, que les llama amigos y no siervos porque les ha hecho confidentes de lo que el Padre le dijo, por lo tanto, ellos ya saben lo que Yeshua va hacer.

Juan 15:16-17 “Ustedes no me escogieron a Mi, sino que Yo les escogí a ustedes, y les designe para que vayan y den fruto, y que su fruto quede, para que todo lo que pidan al Padre en Mi nombre se les conceda ¡Esto les mando que se amen los unos a los otros!”

El propósito del Maestro para Sus discípulos es claro: que se amen los unos a los otros, con el amor de la misma calidad del Suyo, o sea que den el fruto que el Padre espera.
Ahora, hay que explicar que el verbo ir (vayan) es del griego “ upago” que significa ir abajo, como a la muerte. Es decir, es posible amarse unos a otros, o sea llevar fruto que quede, solo cuando se vive a la sombra del calvario.
Finalmente, las oraciones son contestadas cuando la oración es motivada por este amor.

Juan 15:18-25 “Si el mundo les odia, sepan que Me ha odiado a Mi antes que a ustedes. Ahora, si ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo, al contrario como no son del mundo, sino que Yo les escogí de entre el mundo, por esta razón el mundo les odia. ¡Acuérdense de la palabra que Yo les dije: Un siervo no es mayor que su Señor. Así mismo, si Me persiguieron a Mi, también les perseguirán a ustedes. Igualmente, si guardan Mi palabra, también guardaran la de ustedes.
Les advierto que todo esto les harán por causa de Mi nombre, porque no conocen a Aquel que me envió.
Por otro lado, si Yo no hubiera venido, y no les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusa de su pecado. El que Me odia a Mí, odia también a Mi Padre. Reitero, Si Yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a Mi y también a Mi Padre.
También, ellos Nos odian, para que se cumpla la palabra que esta escrita en su Ley: Me odiaron sin causa”

El mundo, por estar bajo control del maligno, es absolutamente opuesto a Dios, a su amor y a Su salvación, por este motivo odia a Yahweh y a Yeshua. Así mismo, esta es la razón para que la humanidad odie a los seguidores de Yeshua.
El Maestro les revela que desde que El les eligió, después de pasar en oración una noche, ellos ya no están bajo el dominio de Satanás , razón por la que los hombres les ven diferentes. O sea, por el hecho de ser siervos de Yeshua serán tanto odiados y perseguidos por unos, como también obedecidos por otros, por los que el Señor escoja para servirle.
Un punto muy importante es que la ignorancia humana, involuntaria, tocante a Yahweh y al Mesías, excusa la maldad de los hombres. No obstante, cuando Dios les da la oportunidad de ver sus obras y oír sus palabras , sin embargo, le rechazan, son culpables de pecado. En otras palabras , el pecado puede ser vencido por las enseñanzas y las obras de Yeshua, cuando se la aprecia y acepta.
Por otro lado, en el libro de los Salmos esta anticipado que los que rechazan al Mesías, no son contados entre los que Yahweh es su Dios y reaccionan con odio a las palabras de la salvación.

Juan 15:26-27 “Ahora, cuando venga el Paracleto, a quien Yo enviare del Padre, estoy refiriéndome al Espíritu de Verdad que procede del Padre, El dará testimonio de Mí. Y no solo El, sino también ustedes darán testimonio, porque han estado junto a Mi desde el principio”

Nuevamente le recuerdo que paracleto es una palabra griega, que a su vez traduce a la palabra hebrea que Yeshua dijo, porque El hablaba el hebreo, y esta palabra puede traducirse al español como embajador, representante.
Ahora respecto a la naturaleza y obra del Espíritu Santo, le explico analizando dos puntos: Uno. Si un medico especialista en el cáncer es requerido por su paciente, pero el, por estar ausente, envía un representante para que atienda al paciente, este representante no será un mecánico, o un abogado, ni siquiera será un medico especialista en otra cosa, sino en el cáncer, así el Espíritu Santo es la persona que Le representa a Yeshua, es decir es tan Salvador como Yeshua, porque actualiza la salvación en los creyentes. Dos. La palabra “procede” viene del griego "para" que significa: del mismo ambiente, de la vecindad, en otras palabras el Espíritu Santo viene del trono del Padre, y es tan persona como el Padre y como el Hijo.
Por otro lado, los discípulos, que estuvieron con el Maestro también son los otros testigos de Yeshua, porque le oyeron sus enseñanzas y vieron sus obras.



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