viernes, 23 de diciembre de 2011

65. El Evangelio de Juan. Cap.6 up.

Juan 6:46 “No es que alguien haya visto al Padre, sino que El que viene de Dios ha visto al Padre”

Yeshua aclara que el Padre enseña a todos, por medio de su Palabra registrada en la Torah, en los Profetas y en los Salmos, pero no Lo hace personalmente.- Por esto nadie le ha visto al Padre, solo El.

Juan 6:47-51 “En verdad, les digo: El que tiene Fe en Mi, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Los antepasados de ustedes comieron el mana en desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de el, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo: si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que Yo daré para la vida del mundo es Mi carne.”

En este pasaje el Maestro revela lo que es la Fe en El, y dice: el que tiene Fe en Mí, tiene vida eterna. Para explicar la Fe en El toma al pan como símbolo de Si. En otras palabras, El es el alimento para vivir la vida del Padre, vida que se extiende hasta la eternidad.- Por esto la Fe en El, consiste en comer su humanidad, su carne. Porque la obra que el Padre le encargo al Mesías, es que se haga humano sujeto a la ley, y a la muerte -esto es bajo la semilla que recibió Adán, cuando cayo, y que paso a toda la humanidad- y en esa condición venza toda tentación, o sea nunca peque , así mismo, que destruya el cuerpo de pecado con su muerte, para que su humanidad, vencida en la muerte, sea el pan dado a todo el que recibe y hace parte de si estas enseñazas.

Juan 6:52-59 “Por lo tanto, los Judíos discutían entre si, diciendo: ¿Cómo Este puede darnos a comer su carne? Yeshua les contesto, y les dijo: En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre, y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitare en el día final. Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. El que come Mi carne y Bebe Mi sangre, permanece en Mi, y Yo en el.- Como el Padre que vive Me envío, y Yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, el también vivirá por Mi. Este es el pan que descendió del cielo, no como el que los antepasados de ustedes comieron, y murieron. El que come este pan vivirá para siempre- Esto dijo Yeshua en la sinagoga, cuando enseñaba en Capernaun” ”

Una vez que Yeshua explico que la Fe en El es comer su carne y beber su sangre, a continuación les indica la relación entre comer Su carne y beber Su sangre con la vida eterna. Primero, la vida eterna empieza en la muerte de Yeshua- o sea, en la destrucción de la humanidad, herencia de Adán.- Segundo, una vez que el de la Fe participa de la muerte de Yeshua, recibe la vida eterna. Ahora, comparando la muerte de Yeshua- el alimento en la vida eterna- con el alimento para la vida natural, se ve que debemos comer pan todos los días para mantenernos con vida, así necesitamos comer continuamente la muerte de Yeshua. También, el pan material es parte de nuestros tejidos, cuando lo recibimos en la boca, igualmente, la muerte de Yeshua es parte nuestra, cuando recibimos en la mente la Palabra de la cruz. Finamente, el Padre impartió Su vida a Yeshua, hombre, en el principio, cuando El Verbo acepto bajar a tomar la humanidad caída, para destruir en Si, al hombre de pecado, con el fin de que el Padre pase, por medio de Yeshua crucificado, Su vida a cualquiera que tenga Fe en El Hijo.

Juan 6:60-63 “Por esto muchos de Sus discípulos, cuando oyeron esto dijeron: Dura es esta palabra; ¿Quién puede escucharla? Pero Yeshua, conciente de que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿esto les hace tropezar? ¿Pues si vieran al Hijo del Hombre ascender donde estaba antes? – El Espíritu es el que da la vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo les he hablado son espíritu y son vida”

Esta enseñanza del Maestro choco, en muchos discípulos, con lo que habían aprendido de los rabinos, porque , primero, en ninguna de esas enseñazas estaba la muerte del Mesías, y segundo, solo los sacerdotes podían comer , en el Templo, la carne de algunos sacrificios, así mismo solo en el templo podía ser derramada la sangre de los sacrificios. Igualmente, no se entendía todavía que el Templo era una figura de la mente del creyente, y solo desde este enfoque se pueden entender las Palabras de Yeshua. Además, Yeshua les dijo que valorarían la autoridad de sus enseñanzas, si pudieran ver que El vino del trono del Padre. Luego el Maestro indica que Sus palabras se convierten en lo que indican, porque son espíritu y son vida. Entonces la vida de Dios, o sea la vida eterna, que es por la muerte de Yeshua, viene a la persona de Fe, por medio de Sus palabras.

Juan 6:64-66 “Pero hay algunos de ustedes que no tienen Fe- porque Yeshua sabia desde el principio quienes eran los que no tenia Fe, y quien era el que lo iba a traicionar- También les decía: Por eso les he dicho que nadie puede venir a Mi si el Padre no le dado. Como resultado de esto muchos de sus discípulos se apartaron, y ya no andaban con El”

Recordemos que la Fe en Yeshua es el resultado de tener Fe en el Padre, es decir recibir las enseñanzas Suyas en la Torah, los Profetas, etc., por este motivo Yeshua conocía a quienes el Padre Le daría para que El les salve. Resulta entonces que los que no aceptaron la enseñanza del Padre se apartaron del Maestro, y ya no le seguían.

Juan 6:67-71 “Entonces Yeshua dijo a los doce discípulos: ¿Acaso también ustedes quieren irse? Simon Pedro Le respondió: Señor, ¿ a quien iremos? Tú tienes palabras de vida eterna-nosotros hemos creído y sabemos que tú eres el Santo de Dios. Yeshua les respondió: ¿No los escogí Yo a ustedes, los doce, y uno de ustedes es un diablo? El se refería a Judas, de Simon Iscariote, porque este, uno de los doce, Lo iba a entregar”

Yeshua les pregunto a los doce discípulos , si también ellos querían abandonarle. Pedro, le  respondió, en representación de ellos, reconociendo que las enseñanzas de Yeshua son de vida eterna, porque El es el Maestro apartado por Dios para dar vida, por medio de sus Palabras. También Yeshua les recordó que aunque el les escogió a los doce, sin embargo uno de ellos, Judas, le traicionara.

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