sábado, 18 de junio de 2016

7. El Evangelio del Amor

Romanos 3:24 “Justificados gratuitamente por Su gracia, por medio de la redención en Cristo Jesús”
Dios condeno a la humanidad cuando Adán cayo, de manera semejante Dios tuvo como inocente a la humanidad condenada cuando Jesús venció en la cruz; el Padre no hizo esto para reparar Su aparente injusticia, sino porque quiere que caminemos con El. Esto llego a ser gracias a que  Jesús pago con su muerte el precio para rescatarnos  del poder del  mal, así nos compró, y ahora nos cuida porque somos de Él.

Romanos 3:25 “En quien Dios exhibió la propiciación por medio de la fe en Su sangre, para hacer evidente Su justicia, gracias a que tolero los pecados pasados”
Jesús crucificado fue la manera que Dios, confiando en la victoria de Su Hijo sobre todos los pecados que la humanidad pudo cometer, exhibió Su justicia. Es decir, el Padre descargo todo pecado en Su Hijo, y en la cruz los limpio  en El, a todos.  En otras palabras, Dios tolero  los pecados de todos, para tener comunión con los se crean limpios, porque Jesús los limpio en Si, en la cruz.

Romanos 3:26 “La tolerancia de Dios para indicar Su justicia en este tiempo, a fin de ser el justo y El que justifica al (que vive) de la fe de Jesús”
Dios sufrió a la humanidad degradarse sin ley y después degradarse con la ley, ya que por cuatro mil años, el hombre no tuvo acceso a Dios, como mostraba el lugar santísimo del templo de Jerusalén, hasta que descargo en Jesús toda la maldad de la humanidad, limpiándola, entonces El abrió la relación con el Padre, para que la disfrute todo el que vive de Su fe, es decir el que vive de la historia de Jesús.

Romanos 3:27 “Entonces ¿Dónde está la jactancia? Queda anulada. ¿Por qué ley? ¿La de las obras? No, sino por medio de la ley de la fe”
Después de describir la degradación humana y de explicar lo que hizo Dios en Jesús para limpiar al hombre, el apóstol resalta que nadie tiene obras para presumir, porque lo que hizo Jesús humilla toda pretensión humana, sin embargo es accesible a todos los de la fe, es decir los que prestan atención a Su historia. Por otro lado, la fe, junto a la justicia y a la misericordia son los mandamientos principales de la ley divina.

Romanos 3:28 “Por consiguiente, consideramos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley” 
Antes de su conversión  Pablo era interprete de la ley, convencido de que el judío era declarado inocente al obedecer la ley, pero en los años que siguieron a su conversión, medito en el sacrificio del Hijo de Dios, y razono, y reconoció que en el cuerpo de Jesús, en la cruz, fue limpiado el de la fe, sin necesidad de obedecer la ley; así mismo entendió y acepto que la ley le condenaba.

Romanos 3:31 “Entonces ¿con la fe anulamos la ley? De ningún  modo, al contrario confirmamos la ley”
El apóstol se hizo esta pregunta: ¿La fe anula a la ley?  Se  respondió: que la fe No anula a la ley, más bien la confirma, porque la ley nos pone bajo el poder del pecado, sin la posibilidad de obedecer sus preceptos, por esto, gracias a la ley, y por la fe, nos unimos a Jesús crucificado, porque, en Él nos sacó del poder del mal y nos lavó con su sangre de nuestros pecados.

Romanos 4:2 “Porque si Abraham fue justificado por sus obras tiene de que jactarse, pero no delante de Dios”
Después de haber explicado que Dios considera inocente a la persona que presta atención a la historia de Su Hijo, Pablo pasa a indicar que siempre ha sido así, y toma el ejemplo de Abraham, que  si hubiera sido tenido por justo por sus actos, pudiera ensalzarse, pero no ante Dios. Por otro lado,  la justificación por la fe era una enseñanza del  Nuevo Pacto, por esto los judíos no la conocian.    

 

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