El apóstol Juan entro con Jesús en la casa de Anas, porque
era conocido de este sumo sacerdote; también
sus empleados sabían que Juan era
conocido de Anas, por esto le dejaron pasar, pero parece que no sabían que Juan era discípulo de Jesús. Además de este
hecho, también los escritos de este apóstol
parecen indicar que él era de una familia de sacerdotes, como Juan el Bautista.
Juan 18:16 “Pedro
estaba afuera, a lado de la puerta, entonces salió el otro discípulo, que era
conocido del sumo sacerdote y hablo a la portera, e hizo entrar a Pedro”
Pedro se quedó afuera vigilante, para proteger a su Maestro.
Pedro entro convencido de que podía arriesgar su vida por Jesús. Sabía que no
podía defenderlo con su espada, pero tampoco
pensó como podía escudar al Maestro, lo único que quería es estar cerca
de Él. Pedro amaba a Jesús, por eso quería defenderlo con su vida.
Juan 18:17 “Entonces
le dijo la portera a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este
hombre? No lo soy, dijo el”
La lealtad y el amor de Pedro al Maestro se desvanecieron
cuando él se vio en peligro por la pregunta de la portera. Pedro negó ser
seguidor de Jesús. La necesidad de protegerse a sí mismo eclipso su decisión de
cuidar al Maestro, por esto desconoció
que Jesús era su Maestro.
Juan 18:19-20
“Entonces el sumo sacerdote interrogo a Jesús acerca de sus discípulos y de sus
enseñanzas. Jesús le respondió: Yo he hablado públicamente al mundo. Yo siempre
ensene en las sinagogas y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y
nada he hablado en secreto”
Anas quería que Jesús
se delate en alguna de sus respuestas. Por esto le pregunto qué ensenaba y que requisitos llenaron sus
discípulos, para que fuera su maestro. Los judíos tenían requisitos bien
establecidos tanto para maestros, como
para alumnos. Pero Jesús no entro en esos detalles, sino dijo que enseno en
público, es decir no había confabulado,
para promover sediciones.
Juan 18:21 “¿Porque
Me preguntas a Mi? Pregúntales a los que han oído. Mira ellos saben lo que he
dicho”
Jesús, después de contestarle la pregunta a Anas, a su vez le hizo una pregunta. La pregunta de Jesús quiso decir, que si Anas realmente deseaba
saber sobre sus enseñanzas, lo lógico era que pregunte a los que oyeron esas
enseñanzas. Con esto se entiende que Jesús le hizo notar a Anas que su pregunta
no era inocente, sino que tuvo otros motivos.
Juan 18:22 “Cuando
dijo esto, uno de los sirvientes que estaba cerca le dio una bofetada a Jesús,
diciendo: ¿así respondes al sumo sacerdote?”La pregunta que le hizo Jesús a Anas, le indigno a un criado, porque ponía en duda la honestidad del sumo sacerdote, por eso le abofeteó a Jesús. Resalta que satanás estaba dirigiendo ese juicio, y bajo su influencia poderosa ese criado se atrevió a abofetear al Creador, al Dios encarnado.
Juan 18:23 “Jesús le respondió:
Si he hablado mal testifica lo que he dicho mal, pero si hable bien ¿Por qué Me
pegas? “
La respuesta de Jesús al criado que le abofeteo indico que Su estado de ánimo fue calmado, racional,
humilde. También llamo la atención que
la Majestad del universo se sometió a la autoridad de un juez humano, por eso
le dijo al criado: si hable mal
testifica lo que dije mal, pero si no ¿Por qué me pegas? Así mismo, resalto
la genuina mansedumbre de Jesús, en la corte de Anas.
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