martes, 19 de enero de 2016

248. Dios es Amor.

 Juan 18:15 “Pero Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Ese discípulo, era conocido del sumo sacerdote, y entro con Jesús al patio del sumo sacerdote.

El apóstol Juan entro con Jesús en la casa de Anas, porque era conocido de este  sumo sacerdote; también sus empleados sabían  que Juan era conocido de Anas, por esto le dejaron pasar, pero parece que no sabían  que Juan era discípulo de Jesús. Además de este hecho, también  los escritos de este apóstol parecen indicar que él era de una familia de sacerdotes, como Juan el Bautista.
Juan 18:16 “Pedro estaba afuera, a lado de la puerta, entonces salió el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote y hablo a la portera, e hizo entrar a Pedro”

Pedro se quedó afuera vigilante, para proteger a su Maestro. Pedro entro convencido  de que podía  arriesgar su vida por Jesús. Sabía que no podía defenderlo con su espada, pero tampoco  pensó como podía escudar al Maestro, lo único que quería es estar cerca de Él. Pedro amaba a Jesús, por eso quería defenderlo con su vida.
Juan 18:17 “Entonces le dijo la portera a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? No lo soy, dijo el”

La lealtad y el amor de Pedro al Maestro se desvanecieron cuando él se vio en peligro por la pregunta de la portera. Pedro negó ser seguidor de Jesús. La necesidad de protegerse a sí mismo eclipso su decisión de cuidar al Maestro, por esto  desconoció que Jesús era su Maestro.   
Juan 18:19-20 “Entonces el sumo sacerdote interrogo a Jesús acerca de sus discípulos y de sus enseñanzas. Jesús le respondió: Yo he hablado públicamente al mundo. Yo siempre ensene en las sinagogas y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en secreto”

Anas quería  que Jesús se delate en alguna de sus respuestas. Por esto le pregunto  qué ensenaba y que requisitos llenaron sus discípulos, para que fuera su maestro. Los judíos tenían requisitos bien establecidos tanto para  maestros, como para alumnos. Pero Jesús no entro en esos detalles, sino dijo que enseno en público, es decir  no había confabulado, para promover sediciones.
Juan 18:21 “¿Porque Me preguntas a Mi? Pregúntales a los que han oído. Mira ellos saben lo que he dicho”

Jesús, después de contestarle la pregunta a Anas, a su vez  le hizo una pregunta. La pregunta de Jesús  quiso decir, que si Anas realmente deseaba saber sobre sus enseñanzas, lo lógico era que pregunte a los que oyeron esas enseñanzas. Con esto se entiende que Jesús le hizo notar a Anas que su pregunta no era inocente, sino que tuvo otros motivos.    
Juan 18:22 “Cuando dijo esto, uno de los sirvientes que estaba cerca le dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿así respondes al sumo sacerdote?”

La pregunta que le hizo Jesús a Anas, le indigno a un criado, porque ponía en duda la honestidad del sumo sacerdote, por eso le abofeteó a Jesús. Resalta que  satanás estaba dirigiendo ese juicio, y bajo su influencia poderosa ese criado se atrevió a abofetear al Creador, al Dios encarnado.

Juan 18:23 “Jesús le respondió: Si he hablado mal testifica lo que he dicho mal, pero si hable bien ¿Por qué Me pegas? “
La respuesta de Jesús al criado que le abofeteo indico que  Su estado de ánimo fue calmado, racional, humilde. También llamo la atención  que la Majestad del universo se sometió a la autoridad de un juez humano, por eso le dijo al criado: si hable mal  testifica lo que dije mal, pero si no ¿Por qué me pegas? Así mismo, resalto la genuina mansedumbre de Jesús, en la corte de Anas.

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