Satanás quería que Jesús muera, para destruir a la humanidad, empezando por el Mesías; para alcanzar este fin puso en la mente de Judas que traicione a Jesús. A su vez, Dios dejo que satanás tenga éxito en sus planes de asesinar a Jesús, para cumplir Su propósito de que Su Hijo sustituya a los pecadores y reciba el castigo que la ley les impone, para salvarles.
Juan 13:3 “Jesús,
sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, y que de Dios había
salido y a Dios regresaba”
Jesús no utilizo su
divinidad para saber los detalles de Su misión;
sin embargo, todos los días de Su vida recibió
la revelación de que El Padre le había enviado
para cumplir una tarea, por esto sabía
que al completarla debía regresar al
Padre. También era consciente de que la misión de salvar al hombre estaba en sus hombros, esto hacia que dependa del sostén
continuo del Espíritu Santo.
Juan 13:3-4 “Se levantó
de la cena, se quitó el manto, tomo una
toalla y se la ciño, entonces puso agua en una vasija, y comenzó a lavar los
pies a los discípulos, y a secarlos con la toalla que llevaba puesta”
Jesús les dio Su amor haciendo la labor de un criado,
siguiendo los ritos de purificación judíos, para limpiarles de todo lo que les impedía sentir necesidad
de Su misericordia. También les lavo los pies para ensenarles a
servirse unos a otros, porque la ley del cielo es servirse abnegadamente los unos a los otros. El servicio humilde es
una de las expresiones del amor divino.
Juan 13:6 “Cuando se acercó
a Simón Pedro, este le dijo ¿Tú me vas a lavar los pies?
Jesús había lavado los pies a algunos discípulos, antes de
acercarse a Pedro; este, tan pronto vio que el Señor venia, le hizo una pregunta, que indicaba que
él no estaba de acuerdo que el Maestro
haga la tarea de un criado; esto dijo
porque no entendía que el que quiera ser el primero debe ser como un criado de los demás. La humildad es el primer paso para ser misericordioso.
Juan 13:7 “Jesús le
contesto: lo que Yo hago ahora tu no lo disciernes, pero lo conocerás después”
Pedro no entendía muchas cosas que Jesús decía o hacía, el
lavamiento de los pies es un ejemplo, no
discernía que el servicio abnegado a los demás es la ley del Reino; pero Jesús le anticipo al apóstol que
comprendería después. Esto se cumplió cuando le negó al Maestro en el juicio, entonces Pedro recibió la mirada
llena de misericordia de Jesús, que le transformo.
Juan 13:8 “Le dijo
Pedro: Jamás Me lavaras los pies. Le respondió Jesús: Si no te lavo, no tienes
parte conmigo”
Pedro no presto atención a lo que Jesús le dijo, que no entendía porque debía lavarle
los pies, por esto el Maestro le contesto:
Si no te lavo no participas conmigo. Es decir, en Jesús, en Su crucifixión,
muerte y resurrección se haría la salvación de Pedro. Y, Pedro al dejarse lavar los pies por su Superior, le permitía que Jesús le lave de su orgullo, y
acepte Su misericordia salvadora derramada desde la cruz.
Juan 13:9 “Simón
Pedro le dijo: Señor no solo los pies, sino también las manos y la cabeza”
Pedro no entendía el
motivo del lavamiento de los pies, porque creía que la salvación consistía en recibir las
bendiciones prometidas en la ley, a los obedientes, que además acepten que Jesús
era el Mesías. Posteriormente entendió, gracias a las enseñanzas de Pablo, que toda
la salvación fue hecha en el calvario, para todos los que acepten el amor de la
historia de Jesús.
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