martes, 21 de julio de 2015

222. Dios es Amor.

 Juan 12:20 “Entre los que vinieron a adorar en la fiesta, habían unos griegos…estos le dijeron  a Felipe que querían ver a Jesús”
Estos griegos eran judíos que habitaban en Grecia, y en obediencia al mandamiento vinieron a adorar en la pascua. Los que vieron la resurrección de Lázaro les testificaron a los griegos de ese milagro. También esos griegos le aclamaron al Señor cuando entro montando un burrito,  como los reyes de Israel. Por lo tanto, esos tenían interés en  ver a Jesús, y se valieron de Felipe para  hablar con  Él.
Juan 12:23 “Jesús les respondió: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado”
Jesús les contesto a los griegos una pregunta que no la habían hecho, porque deseaba satisfacer sus necesidades espirituales. Les dijo, que Le llego el tiempo para ser ensalzado; así Jesús se refirió a Su muerte en la cruz. Para los hombres Su crucifixión era una humillación, pero para Él era Su glorificación, porque en Su muerte derramo el amor de Dios al hombre.
Juan 12:24 “En verdad les dijo que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo, pero si muere, produce mucho fruto”
Después de referirse a Su muerte, Jesús les explico a los griegos la razón por la que debía morir, les dijo que  si un grano  es sembrado, muere, echa raíces, crece una nueva planta y  da fruto. Así Jesús debe morir, y con El morirá la humanidad caída, pero resucitara con Su nueva humanidad, inmortal, entonces, millones creerán en Su historia y vivirán.
Juan 12:25 “El que ama su vida la perderá; y el que no valora su vida en este mundo, la conservara para la vida eterna”
El que ama la vida en este mundo  piensa que nunca le llegara el turno de morir, también considera eternas  las cosas que posee, o piensa que el dinero es el fundamento para una vida larga. Al contrario, el que tiene presente que todo es transitorio, la juventud, la salud, el dinero, este no valora la vida en este mundo, sino que deseara la vida eterna, gracias a la muerte de Jesús.
Juan 12:26 “Si alguien me sirve, que me siga, y donde yo este,  allí también estará Mi servidor. Si alguien Me sirve, el Padre lo honrara”
Servir al Señor es  hablar de Él a otros, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, consolar al angustiado, mostrar misericordia y compasión con el necesitado. Jesús pide que el que le  sirve, le siga. Ahora, Jesús  caminaba hacia el calvario. O sea,  Él quiere que los que le sirven mediten en Su muerte, para que sean llenos del amor de Dios; entonces el Padre les alabara por su servicio.
Juan 12:27 “Ahora MI alma esta angustiada, pero   ¿Qué diré al Padre: Sálvame de esta hora? Pero si para esto vine a esta hora”
Jesús  en pocos días seria crucificado, y al hablarles de Su muerte a los judíos de Grecia, se angustio profundamente, por esto iba a rogar al Padre que le libre de esa muerte; pero antes de hacerlo, recordó que llego a este tiempo, para morir llevando los pecados de la humanidad, entonces razono que esa oración contradeciría su misión.
Juan 12:28 “Glorifica  Tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado y lo glorificare otra vez”                                 
Jesús oro con voz alta delante de los griegos; le pidió al Padre que glorifique Su Nombre. Pero Dios es un Espíritu,  es decir, no tiene un cuerpo físico, entonces la glorificación que el Señor pidió no era física,  sino que haga visible Su amor por la humanidad. El Padre le concedió Su petición, porque Su Hijo necesitaba estar motivado por el amor del Padre al hombre, para soportar los tormentos de la cruz.

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