Jesús contesto la pregunta de los judíos
afirmándoles que Él les había dicho
varias veces que es el Mesías, además les indico que ellos eran presa de la
duda porque no reconocían los milagros
que hacía por encargo del Padre. El Señor señaló que el mayor problema que
tenían era que no prestaban atención a Sus
enseñanzas, por mantenerse sujetos a las lecciones sin vida de los rabinos,
es decir no tenían fe.
Juan
10:26 “Pero ustedes no tienen fe, porque no son Mis ovejas”
El Padre es El que guía una persona a Jesús;
Él lo hace por medio de los 10 mandamientos, con alguien que intenta cumplirlos con sinceridad, poco a
poco, esa persona se da cuenta que continuamente los quebranta, entonces el
Padre le presenta la vida, muerte y resurrección de Su Hijo como la solución a
sus fracasos. Estas personas son las ovejas de Jesús, porque han valorado Su historia,
o sea tienen fe.
Juan
10:27 “Mis ovejas oyen Mi voz, yo las conozco, y ellas me siguen”
Las personas que el Padre ha hecho ovejas de
Jesús distinguen la voz de Él, de otras
voces, y Su voz les protege, les guía,
nutre, también les calma la sed espiritual. Así mismo, también aprenden de Él.
Los creyentes escuchan la voz de Jesús, y le siguen en el camino que pasando
por la cruz llegara hasta el lugar de la fiesta de bodas del Cordero, que se
celebrara en el cielo.
Juan
10:28 “Yo les doy la vida eterna, y no morirán jamás, y nadie les arrebatara de
Mi mano”
Jesús dijo que dará la vida eterna a los creyentes; esta
promesa era opuesta al pacto mosaico, vigente en aquellos días, ya que, según
ese pacto, la vida eterna se obtenía por obediencia a los 10 mandamientos. Así
mismo, la salvación no depende de la fidelidad del creyente, sino del poder de Jesús
para retenerles en su mano a los de la fe; es decir una vez salvos, siempre
salvos.
Juan
10:29 “Mi Padre que me las dio es mayor que todos, por esto nadie las puede
arrebatar de la mano del Padre”
Los creyentes fueron traídos a Jesús por
acción del Padre, por medio del pacto
mosaico, es decir por la creencia que a Dios se puede agradar por la obediencia
a los 10 mandamientos, para tener vida; pero cuando los reflexivos reconocieron que su obediencia había sido un
fracaso, entonces fueron entregados por el Padre a Su Hijo, Quien les cubrió
con Su sangre, para nunca permitir que
se pierdan.
Juan
10:30 “Yo y el Padre somos Uno”
El Padre y el Hijo están unidos en la salvación de
los creyentes, es decir, está asegurada la salvación de los que tienen en su
mente la historia de Jesús y responden a esa historia aceptando, 1. El perdón de sus pecados, y 2. El hecho que en su cuerpo, Jesús les mato a la ley liberándoles del yugo
del pecado y “uniéndoles” a Él. Por esto el Señor aseguro que nadie puede
arrancar a los creyentes de Su mano.
Juan
10:31 “Por esto los judíos, nuevamente,
tomaron piedras para apedrearle”
Jesús les dijo a los judíos que el Padre y
El están unidos para conservarles salvos a los creyentes, pero ellos consideraron
que Jesús blasfemo; entonces tomaron piedras para lapidarle, porque según
la ley mosaica debía morir apedreado el
que cometía semejante pecado. Resalta que los judíos
no podían aceptar que Jesús y el Padre son UNO, tal como se revela en el
Antiguo Testamento.
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