viernes, 20 de marzo de 2015

205. Dios es Amor.

 Juan 8:45 “Pero porque Yo digo la verdad no tienen fe en Mi”

Las palabras de Jesús son la verdad, porque son del Padre, es decir nacen de su amor compasivo a la humanidad; Su amor se concreta en hechos, es decir sus palabras no son teorías, sino acciones para el bien del hombre. Sin embargo en algunos no despiertan la fe, porque el diablo activa el egoísmo natural que ciega el entendimiento, de  modo que las enseñanzas del Señor no se comprendan para tener fe.
Juan 8:46 “¿Quién de ustedes me reprende de pecado? Pero si les digo la verdad porque no tienen fe en Mi”

Jesús, motivado por el amor, les hizo esta pregunta sin presunción,  más bien con  humildad  y mansedumbre,  de manera que sus interlocutores, al reconocer que guardaba perfectamente los mandamientos, les sea más fácil prestarle atención. El  anhelaba que ellos  oigan sus enseñanzas, o sea que tengan fe en El  para  salvarles.
Juan 8:47 “El que es de Dios escucha las palabras de Dios, por eso ustedes no oyen porque no son de Dios”

 Jesús dijo que el que tiene relación con Dios oye Sus palabras. Los judíos, en esos tiempos, estaban bajo el pacto antiguo, y su relación con Dios era posible solo  en el santuario, cuando llevaban un sacrificio por sus pecados; pero los fariseos anularon la realidad de sus pecados con sus leyes orales, por esto no podían escuchar las palabras de Dios, porque no estaban en relación con el Padre.
Juan 8:51 “En verdad les digo que si alguien guarda Mi palabra, no vera la muerte para siempre”

En el antiguo pacto, para vivir eternamente debían obedecer los mandamientos, es decir gracias a la obediencia personal se vencía la muerte. Pero nadie ha podido obedecer la ley.  Al contrario Jesús  ofreció  la vida al que retiene Sus palabras. También dijo que la muerte natural será transitoria a los que presten atención a Sus enseñanzas.
Juan 8:52 “Los judíos Le dijeron: Ahora sabemos que tienes un demonio; Abraham y los profetas murieron y tú dices: Si alguien guarda Mi palabra jamás probara la muerte”

Los judíos quisieron anular las palabras de Jesús, dando a entender que  no eran fuente de vida, ya que Abraham y los profetas habían muerto, a pesar de que recibieron las palabras de Dios, es decir  murieron, habiendo escuchado al Altísimo. Pero ellos  ignoraban que se tiene vida eterna al recibir el Espíritu Santo, cuando se escuchan las enseñanzas de Jesús. Entonces  la muerte de los creyentes llega a ser  un sueño, porque resucitaran.     
Juan 8:53 “Tú no eres más grande que nuestro padre Abraham, quien murió. Los profetas también murieron. ¿Tú mismo quien te haces?

Ellos no tenían en cuenta: a) que Jesús es Yahveh encarnado; b) que las escrituras dicen que Yahveh es Dios de Abraham, Isaac y Jacob, c) las palabras de Jesús respecto a este hecho, que Yahveh no es Dios  de muertos, sino de vivos; es decir Abraham, Isaac, Jacob fueron contados entre los  vivos porque  recibieron las palabras de Yahveh; entonces su muerte es  un sueño del que despertaran en la resurrección.
Juan 8:54 “Jesús les contesto: Si yo me glorifico a mismo, Mi gloria nada es, pero es Mi Padre El que Me glorifica, a quien ustedes dicen: Es nuestro Dios”

Jesús les dijo que el Ser, a quien  ellos  llaman  su Dios, Le exalta  cada instante  al  guiarle, hablarle y mostrarle  lo que debe hacer y decir, como un padre a su hijo. De este modo  Sus enseñanzas y hechos  vienen del Padre, para ser fuente de vida eterna, para todo el que le presta atención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario