lunes, 9 de junio de 2014

165. Dios es Amor. El perdona los pecados.


Luc 24:47 “Y basándose en Su nombre, se predique el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones...”

 Jesús cargo nuestros pecados y murió, así  gano  el perdón de los pecados  para todos y cada uno de los hombres. Por otro lado, la parálisis mental humana para lo de Dios es total, pero también  gracias al sacrificio de Jesús, el Espíritu Santo despierta el interés y da entendimiento al hombre para apreciar la obra de Jesús en la cruz, o sea se arrepienta ,  y sea perdonado.

Mateo 26:28 “Porque esto es mi sangre, la del nuevo pacto, que es derramada para perdón de los pecados de muchos”

Dios salva al hombre siguiendo el nuevo pacto, o convenio. Según este  la obediencia de Jesús hasta la cruz es la obediencia para todo hombre.  Así mismo, tan pronto El murió fueron perdonados los pecados de la humanidad. Así que ya hemos sido perdonados de nuestros pecados. Y el perdón llega a ser una realidad personal al tener  en la mente la historia de la muerte de Jesús.

Colosenses 113-14 “Él nos liberó del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de su amado Hijo, quien pago el precio del rescate: El perdón de nuestros  pecados”

El perdón divino tiene una importancia suprema, porque nos pone en comunión con el Padre.   El influencia continuamente para que  fluyan en nuestra mente  pensamientos de la historia del sacrificio  de Jesús,   al mismo tiempo la malignidad de nuestros pensamientos queda  descubierta, entonces el mal  pierde su dominio de la conciencia.

Colosenses 2:13 “Ustedes estaban muertos en los delitos, pecados, y en la incircuncision,  sin embargo les dio la vida cuando El resucito, habiéndoles perdonados los pecados”

Antes de aceptar el perdón el hombre no puede entender que su relación con el Padre no puede basarse en su obediencia, porque fracasa; pero cuando presta atención  a la historia de Jesús, recibe el perdón, y  gracias a Su resurrección le da la vida espiritual, o sea,  le da el Espíritu Santo,  Quien le aclara que el Padre cimenta  en la obediencia de Su Hijo, su relación con él.

Romanos 4:5 “Mas al que no se afana, sino que tiene fe en El que justifica al impío, su fe se cuenta como justicia”

Dios es muy claro en avisar al hombre que no necesita esforzarse para ser justificado, es decir para que sus pecados sean perdonados, sino tan solo necesita tenerle fe, es decir aceptar en su mente la historia del sacrificio de  Jesús.

Lucas 23:34 “Entonces Jesús dijo: Padre perdónales porque no saben que hacen...”

Mientras Jesús sufría los terribles dolores de los clavos en sus manos y pies pidió perdón para sus verdugos,  porque estaba pagando el precio del   perdón para ellos.  Así mismo, la petición de Jesús revela que el Padre también perdono todo pecado de la humanidad, gracias a  Su sacrificio.

Colosenses 3:13 “...perdonándose unos a otros...como Cristo les perdono a ustedes...”

El efecto del perdón divino en los sentimientos es inmediato,  y es como un bálsamo que  acaba con  el dolor y el resentimiento que causan las ofensas y las injurias. Se empieza a ver a los ofensores  con misericordia, y hasta simpatía, al punto de pedir a Dios por ellos.

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