Jer 8:6
“Dice Yahveh: He
escuchado atentamente para saber que piensa del mal que ha hecho, pero
no se arrepiente y dice ¿Qué he hecho?...”
Después que
alguien hace lo malo, Dios le oye con atención para comprobar si este se
arrepiente, y dice: ¿Como pude hacer este daño?
La palabra hebrea
“nacham” significa literalmente “cambiar de opinión”, y también “consolar”. En
este versículo “arrepentirse” es “cambiar de opinión” del mal hecho, es decir
verlo como un daño. Solo después de este arrepentimiento puede venir la
tristeza o el dolor.
Isaías 66:13
“Como a un hombre, a quien su madre consuela, así Yo
te consolare. En Jerusalén serás consolado.”
El verbo hebreo
“nacham” que en este versículo significa “consolar”, también es traducido
“arrepentirse” en el sentido de “cambiar
de opinión” En realidad “nacham” cubre, al mismo tiempo, el “cambio de opinión” de un mal hecho, seguido por el consuelo que Dios da. El Espíritu Santo
siempre es la fuente de las dos fases del arrepentimiento.
Hechos 5:31
“Dios le exalto a Su derecha como Príncipe y Salvador
para dar a Israel arrepentimiento y remisión de pecados”
El mal de palabras o actos de una persona, le queda
oculto con la fuerza de las justificaciones de su mente; por esto es incapaz de
discernirlo.
Por este motivo,
el Padre envió a su Hijo para que se haga hombre y se apropie del mal de la humanidad, muera y resucite, para que
dé al pecador la compresión del mal que ha hecho, y la
seguridad del amor del Padre, es decir, al mismo tiempo le consuele”
Luc 17:3
“Presten atención: Si alguien les ofende, amonéstenle
con humildad. Si se arrepiente perdónenle.”
La verbo griego
“metanoeo” traducido arrepentirse, realmente significa “reconocer la ofensa”.
El punto que resalta es que el que ha
vejado, solo reconoce su ofensa después que el ofendido le exhorta con humildad.
También se nota
que Jesús le comparte al ofendido el papel del Espíritu Santo, es decir el ofendido
es un agente de Dios, para invitar al que le injurio que se arrepienta.
Mat. 9:13
“... Porque no he venido a invitar a los justos, sino
a los pecadores al arrepentimiento”
La invitación del
Padre a la mente de una persona para que
reconozca el mal que ha hecho, es lo
primero que hace Jesús para salvar al
pecador.
Pero esta invitación a reconocer el mal,
solo es para los que no están engañados
por la autosuficiencia espiritual, para que sean capaces de reflexionar sobre
sus palabras y acciones.
Luc 24:47
“Y proclamen en Su nombre el arrepentimiento y perdón
de los pecados”
Una vez que Jesús
completo la misión de salvar al hombre, que le encargo el Padre, todavía es necesario que se conozca Su historia, a
fin de que, los que la escuchen con
atención se den cuenta de su vida equivocada, y sean perdonados todos sus
pecados.
De este modo, y
en ese instante, el hombre es cubierto por la vida del Salvador, en esta
tierra.
Marcos 2:17.
“…los que están sanos no tienen necesidad de médico,
sino los enfermos; no he venido a invitar al arrepentimiento a los justos, sino
a los pecadores”
El Maestro
comparo a los pecadores con los enfermos, para resaltar que los enfermos no pueden curarse a sí mismos,
por esto necesitan un médico, también los pecadores no pueden reflexionar
y darse cuenta de sus caídas, por esto necesitan de Jesús. Y El da el
arrepentimiento a todo el que le preste atención.
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