Gen
15:6
“Abraham
le creyó a Yahveh, y Él le adjudico justicia”
Dios le hablo a Abram, de setenta y cinco años, casado, sin
hijos,-porque su mujer era estéril-
idolatra y que vivía en Irak, para ofrecerle descendencia, tierra y
lealtad.
El patriarca abandono su país y salió hacia
la tierra prometida.-que es Israel actual-
Pasaron muchos años desde que Dios le
hablo, pero Abram seguía sin descendencia.
Entonces Dios le hablo otra vez y le
reitero la promesa, pero a Abram le era difícil creer a Dios. Por eso Yahveh le
ayudo a que tenga fe, haciéndole ver el
cielo lleno de estrellas. Él se dio cuenta del poder creador de Dios y creyó en Sus promesas, o sea las retuvo en su
mente. Esto es la fe.
Gen
15:6
“Abraham
le creyó a Yahveh, y Él le adjudico justicia.”
Los pensamientos, palabras, y acciones, es
la justicia; es decir la conducta es la
justicia.
Pero
desde que Adán cayo, los pensamientos, palabras y acciones del hombre tienden
al mal. Siendo esta la condición humana, Dios solo espera que retengan en su
mente Sus palabras, porque estas cubren
la conducta del hombre.
Las palabras de Dios que cubren la conducta
humana son las que refieren el sacrificio de Su Hijo. Eso se aprende de la fe
de Abram, quien retuvo en su mente la promesa de un hijo, pensando que se
trataba de Isaac, no obstante Dios le prometió darle a Isaac, y al Mesías. Y esto Yahveh le aclaro a
Abram posteriormente.
Gen
22:13-14
“Abraham…
vio un carnero atrapado por los cuernos, detrás de un matorral…tomo el carnero
y lo ofreció en holocausto, en lugar de su hijo. Y llamo ese lugar…en el Monte
Moría será visto Yahveh”
Abraham debía comprender que la promesa que
le hizo Dios se refería, en primer lugar, al Mesías, para esto Yahveh le pidió
que sacrifique a su hijo, de un poco más de treinta años, en el monte Moría,
que ahora es conocido como calvario.
Estando a punto de cumplir lo que Dios le
pidió, una voz del cielo le detuvo.
Entonces se fijó en los matorrales del
monte y vio un carnero, lo agarro y lo sacrifico. Así Abraham entendió que el
carnero simbolizaba al Mesías. descendiente suyo, que represento a su hijo, es decir murió en lugar
de él, en el monte calvario.
Juan
8:56
“Abraham,
el padre de ustedes, esperaba con gozo ver Mi día. Lo vio y se regocijo”
Así Jesús confirmo la conclusión a la que
arribo Abraham al sacrificar al carnero.
Pero hay que notar que Abraham sintió un
inmenso dolor mientras llevaba su
hijo al monte Moría. Su sufrimiento se acentuó
cuando le ato al montón de leña y levanto el cuchillo para cortarle la
cabeza. Pero cuando vio el carnero en el matorral, después que Dios le ordeno
no matar a su hijo, le conmovió el amor
del Padre , porque se dio cuenta que el Mesías prometido sustituirá y
representara al hombre en la muerte. El
amor de Dios fue la causa para que la fe de Abraham se complete.
Génesis
45:26
“Ellos
le afirmaron que todavía José estaba vivo porque el gobernaba toda la tierra de
los egipcios. Pero el corazón de Jacob desmayo, pues no les creía”
Cuando los hijos de Jacob le dieron esa
noticia, el anciano no les creyó, porque recordó que anos atrás, sus hijos le dijeron que José
había muerto atacado por una fiera, y como prueba le mostraron su manto
ensangrentado.
Por otro lado, los verbos “creer o, tener fe” son traducidos del hebreo “aman”
que significa “afirmar, asegurar mentalmente”
En el caso de Jacob, el recuerdo que tenia de la tragedia de su
hijo, le impidió asegurar en su
mente la noticia que le dieron sus
hijos, por eso no les creyó.
Números
20:12
“Yahveh
les dijo a Moisés y Aarón: Porque no
tuvieron fe para santificarme ante los ojos de los hijos de Israel, no
llevaran esta congregación a la tierra
que les he dado”
Los israelitas iban por el desierto a la
tierra prometida, y se quejaron contra Dios porque no había agua. Moisés y su
hermano pidieron ayuda a Dios. Yahveh les dijo que hablen a una roca por agua.
Y brotara agua de la roca. Pero Moisés en lugar de hablar a la roca la golpeo,
y a pesar que el agua fluyo, Dios les dijo que no tuvieron fe.
De esta historia se aprende que la fe es
afirmar en la mente lo que Dios dice, sin alterar Sus palabras, porque Él se
limita a lo que ha dicho.
1 Rey
8:26
“Te
ruego, ahora, Dios de Israel que confirmes
Tu Palabra, la cual hablaste a tu siervo David, mi padre”
Yahveh le prometió a David que su hijo
construiría el templo para El; por esta razón Salomón le pidió que cumpla lo
prometido mostrando su Presencia en el
templo.
Desde otro punto, el verbo “confirmar” es
traducido del hebreo “aman” que significa “fe” pero es difícil la traducción
literal de este versículo. Sin embargo, se puede entender que la fe consta de
tres etapas: a) Dios habla, b) el hombre recibe en su mente lo que Dios hablo,
y c) Dios cumple lo que hablo.
Mat
8:10 y Salmo 103:3
“Escuchando
Jesús, admirado, dijo a los que le
seguían: En verdad les digo, que
nadie he hallado en Israel, con una fe
tan grande” “Yahveh… cura todas tus
dolencias”
El centurión había escuchado la Palabra de
Dios que asegura que El sana las enfermedades, la recibió en su mente, por eso le pidió a Jesús que honre su Palabra, ordenando la curación
de su criado. Y efectivamente, El Señor hablo y ese hombre fue curado.
Jesús considero que esa fue la mejor
expresión de fe que el hallo en Israel, porque tenía los tres elementos de la
fe: a) Dios hablo, b) el centurión acogió en su mente lo que Yahveh dijo, y
c) Jesús cumplió lo dicho en el Salmo,
curando al criado del centurión.
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