lunes, 17 de febrero de 2014

149. Dios es amor. La fe


Gen 15:6

“Abraham le creyó a Yahveh, y Él le adjudico justicia”

 

Dios le hablo a Abram,  de setenta y cinco años, casado, sin hijos,-porque su mujer era estéril-  idolatra y que vivía en Irak, para ofrecerle descendencia, tierra y lealtad.

El patriarca abandono su país y salió hacia la tierra prometida.-que es Israel actual-

Pasaron muchos años desde que Dios le hablo, pero Abram seguía sin descendencia.

Entonces Dios le hablo otra vez y le reitero la promesa, pero a Abram le era difícil creer a Dios. Por eso Yahveh le ayudo a que tenga fe,  haciéndole ver el cielo lleno de estrellas. Él se dio cuenta del poder creador de Dios y  creyó en Sus promesas, o sea las retuvo en su mente. Esto es la fe.

 

Gen 15:6

“Abraham le creyó a Yahveh, y Él le adjudico justicia.”

 

Los pensamientos, palabras, y acciones, es la justicia; es decir  la conducta es la justicia.

 Pero desde que Adán cayo, los pensamientos, palabras y acciones del hombre tienden al mal. Siendo esta la condición humana, Dios solo espera que retengan en su mente Sus palabras, porque  estas cubren la conducta del hombre.

Las palabras de Dios que cubren la conducta humana son las que refieren el sacrificio de Su Hijo. Eso se aprende de la fe de Abram, quien retuvo en su mente la promesa de un hijo, pensando que se trataba de Isaac, no obstante Dios le prometió darle a  Isaac, y al Mesías. Y esto Yahveh le aclaro a Abram posteriormente. 

 

Gen 22:13-14

“Abraham… vio un carnero atrapado por los cuernos, detrás de un matorral…tomo el carnero y lo ofreció en holocausto, en lugar de su hijo. Y llamo ese lugar…en el Monte Moría será visto Yahveh”

 

Abraham debía comprender que la promesa que le hizo Dios se refería, en primer lugar, al Mesías, para esto Yahveh le pidió que sacrifique a su hijo, de un poco más de treinta años, en el monte Moría, que ahora es conocido como calvario.

Estando a punto de cumplir lo que Dios le pidió, una voz del cielo le detuvo.

Entonces se fijó en los matorrales del monte y vio un carnero, lo agarro y lo sacrifico. Así Abraham entendió que el carnero simbolizaba al Mesías. descendiente suyo, que  represento a su hijo, es decir murió en lugar de él, en el monte calvario.

 

Juan 8:56

“Abraham, el padre de ustedes, esperaba con gozo ver Mi día. Lo vio y se regocijo”

 

Así Jesús confirmo la conclusión a la que arribo Abraham al sacrificar al carnero.

Pero hay que notar que Abraham sintió un inmenso dolor mientras llevaba su

hijo al monte Moría. Su sufrimiento  se acentuó  cuando le ato al montón de leña y levanto el cuchillo para cortarle la cabeza. Pero cuando vio el carnero en el matorral, después que Dios le ordeno no matar a su hijo, le conmovió  el amor del Padre , porque se dio cuenta que el Mesías prometido sustituirá y representara  al hombre en la muerte. El amor de Dios fue la causa para que la fe de Abraham se complete.

 

Génesis 45:26

“Ellos le afirmaron que todavía José estaba vivo porque el gobernaba toda la tierra de los egipcios. Pero el corazón de Jacob desmayo, pues no les creía”

 

Cuando los hijos de Jacob le dieron esa noticia, el anciano no les creyó, porque recordó que  anos atrás, sus hijos le dijeron que José había muerto atacado por una fiera, y como prueba le mostraron su manto ensangrentado.

Por otro lado, los verbos “creer o,  tener fe” son traducidos del hebreo “aman” que significa “afirmar, asegurar mentalmente”

En el caso de Jacob,  el recuerdo que tenia de la tragedia de su hijo, le impidió  asegurar en su mente  la noticia que le dieron sus hijos, por eso  no les creyó.

 

Números 20:12

“Yahveh les dijo a Moisés y Aarón: Porque  no tuvieron fe para santificarme ante los ojos de los hijos de Israel, no llevaran  esta congregación a la tierra que les he dado”

 

Los israelitas iban por el desierto a la tierra prometida, y se quejaron contra Dios porque no había agua. Moisés y su hermano pidieron ayuda a Dios. Yahveh les dijo que hablen a una roca por agua. Y brotara agua de la roca. Pero Moisés en lugar de hablar a la roca la golpeo, y a pesar que el agua fluyo, Dios les dijo que no tuvieron fe.

De esta historia se aprende que la fe es afirmar en la mente lo que Dios dice, sin alterar Sus palabras, porque Él se limita a lo que ha dicho.

 

1 Rey 8:26

“Te ruego, ahora, Dios de Israel que confirmes  Tu Palabra, la cual hablaste a tu siervo David, mi padre”

 

Yahveh le prometió a David que su hijo construiría el templo para El; por esta razón Salomón le pidió que cumpla lo prometido mostrando  su Presencia en el templo.

Desde otro punto, el verbo “confirmar” es traducido del hebreo “aman” que significa “fe” pero es difícil la traducción literal de este versículo. Sin embargo, se puede entender que la fe consta de tres etapas: a) Dios habla, b) el hombre recibe en su mente lo que Dios hablo, y c) Dios cumple lo que hablo.

 

Mat 8:10 y Salmo 103:3

“Escuchando Jesús, admirado,  dijo a los que le seguían: En verdad les digo,  que nadie  he hallado en Israel, con una fe tan grande”  “Yahveh… cura todas tus dolencias”

 

El centurión había escuchado la Palabra de Dios que asegura que El sana las enfermedades, la recibió  en su mente, por eso le pidió a Jesús  que honre su Palabra, ordenando la curación de su criado. Y efectivamente, El Señor hablo y ese hombre fue curado.

Jesús considero que esa fue la mejor expresión de fe que el hallo en Israel, porque tenía los tres elementos de la fe: a) Dios hablo, b) el centurión acogió en su mente lo que Yahveh dijo, y c)  Jesús cumplió lo dicho en el Salmo, curando al criado del centurión. 

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