miércoles, 5 de febrero de 2014

148. Dios es amor: Da su misericrdia al que no merece


148 . Dios es Amor. Dios da su misericordia al indigno

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Génesis 3:11

“Yahveh le dijo ¿Quién te ha hecho notar que estas desnudo?  ¿Has comido del árbol que te ordene no comer?

 

Desde que Adán comió el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, el amor y la misericordia conviven con el egoísmo y la infamia, no solo en él, también  en toda la humanidad,  y en la naturaleza.

Por ejemplo, en una misma persona,  los riñones pueden estar bien, sin embargo el hígado  enfermo. O, las rosas de delicados perfumes tienen espinos. También algunas frutas son dulces y acidas. De una misma boca pueden salir palabras que reconfortan, y dichos que hieren.

 

Génesis 3:7

“Se les abrieron los ojos a ambos y se vieron desnudos.  Entonces cosieron hojas de higos y se hicieron vestidos para ellos”

 

Este fue el resultado del mal en la mente humana. Pero  la influencia divina no abandono  los pensamientos, intensiones, sentimientos, afectos y emociones del hombre. O sea el bien y el mal empezaron a cohabitar en la mente.

Por otro lado, la palabra hebrea “ayin” traducida “ojos”, también significa “fuente, o vertiente”  Es decir, cuando desobedecieron a Dios, la semilla del maligno se hizo una fuente abierta,  y fluyeron de la mente las diversas formas de la ignominia. Pero la influencia de Dios continuo, por eso  el  hombre tiene sentimientos y emociones nobles, además puede ayudar al necesitado. 

 

 

Génesis 2:25

“Y el hombre y su mujer estaban desnudos, y no se avergonzaron”

 

Dios instituyo el matrimonio.  Adán y Eva estaban desnudos, pero  no lo veían un atentado contra la moral, tampoco sentían remordimiento por satisfacer su deseo natural, porque las facultades superiores de sus mentes gobernaban sus deseos.

Después que cayeron se avergonzaron de su desnudez y se cubrieron, a pesar que   eran físicamente los mismos, como antes de pecar.

Se avergonzaron, porque estaba abierta en su mente la fuente del mal, que les deformo los deseos,  falseando la información que los sentidos les daban.

Con la mentira empieza en la humanidad el régimen del mal, pero al mismo tiempo Dios les influye para el bien y la misericordia.

 

Rom 5:12

“Ya que por medio de un hombre (Adan) el pecado entro en el mundo, así también por medio del pecado la muerte. De esta manera la muerte paso a toda la humanidad, porque todos están bajo pecado.”

 

Dios hizo a la humanidad como un cuerpo, cuya cabeza es Adan. Así cuando Adan, la cabeza cayo, también su cuerpo, la humanidad cayo. Por esto vino la muerte para el hombre.

De igual manera, el Verbo se hizo hombre como nosotros, con la fuente abierta del mal en su mente, es decir sufrió toda tentación, pero nunca cayo. Y  se unió aún más  a nosotros cuando se adueñó de nuestros pecados, y  murió. De este modo  acabo con la humanidad caída, la que tiene por cabeza a Adan. Pero resucito, y ahora es la cabeza de la nueva humanidad; siendo  su cuerpo: los que tienen en su mente su historia.

 

Heb. 11:4

“Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mucho mejor que Caín. Por esto fue testificado que era justo…”

 

La fuente  del mal en la mente, no solo corrompió la moral, también ataco la salud física, porque pervirtió los deseos, que fueron dados para vivir, y los transformo en fuente de enfermedad y muerte. Así acaba la humanidad caída.

Por esto Dios aviso a la primera pareja que vendría el Mesías para morir y terminar con la humanidad corrompida, para que todo el que retenga en su mente la historia de Jesús resucite para ser parte de la nueva humanidad. Por este motivo Abel se acercó a  Dios con  un cordero muerto. Y esto le fue aceptado como la expresión de fe en Jesús.

 

Gen 20:13

“Sucedió que cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, le dije a Sara: A todo lugar que lleguemos, harás  misericordia conmigo, y dirás de mí: es mi hermano”

 

Sara la esposa de Abraham, era de edad avanzada, pero todavía era hermosa, y había el peligro que  mataran al patriarca para tomarla por esposa, por esto le pidió  que diga que es su hermana, para salvar su vida.    

Abraham hizo esto, a pesar que su fe en la palabra del Altísimo es el ejemplo de la fe, para todos, por eso es llamado el padre de los de la fe.  Pero esta historia  si habla bien de Dios, Quien siguió  bendiciéndole y guardándole, sin tomar en cuenta sus pecados, porque el Padre estaba atento a la fe del patriarca.

También ahora, la fe en el sacrificio de Jesús es tan valiosa para el Padre, que  no mira nuestros pecados, sino tan solo nuestra fe; porque la fe que nace del amor los cubre.

 

 

Salmo 25:7

“No te acuerdes de los pecados de mi juventud,  ni de mis rebeldía. Recuérdame con Tu misericordia, porque Tu, Yahveh, eres bueno.”

 

Dios inspiro a David para hacer esta oración, porque Él  quiere que aprendamos que  no está atento a nuestras caídas, porque sabe que somos débiles, sino está listo para darnos su misericordia.

La mejor forma como el Padre nos ensena esta verdad es con la historia de Jesús, quien habiendo vencido toda tentación, a pesar de que se hizo cargo de nuestros pecados,  murió en obediencia a Dios. De este modo, El muestra que no toma livianamente los pecados, por esto los puso en Jesús, y que nosotros, al pensar en Su sacrificio, estemos conscientes que vivimos de Sus misericordias.

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