Antes de iniciar el estudio del Salmo 41, es necesario
recordar que varios detalles da la vida del rey David
son parecidos a lo que ocurrió en la vida de Jesús;
por ejemplo ambos nacieron en Belem, ambos fueron ungidos con el Espíritu Santo. También, David y Jesús fueron ungidos tres veces, así David, primero fue ungido rey por Samuel cuando
todavía era joven, no tenía 20 años, después fue ungido, cuando murió Saúl,
para ser rey de Judá, y la tercera vez,
a la muerte del hijo de Saúl, que era
rey de la casa de Israel, para que David sea rey de todo Israel. Jesús también
fue ungido cuando se bautizó, por eso fue aclamado rey cuando entro en Jerusalén,
después será proclamado Rey cuando se cumpla lo que fue anticipado en
Apocalipsis 5:12 “ Y decían a gran voz:
¡Digno es el Cordero que fue inmolado, de tomar el poder, y la riqueza, y la
sabiduría, y la fortaleza, y el honor y la gloria y la alabanza” Y la tercera vez será cuando llegue a ser una
realidad lo anunciado en Apocalipsis 19:6 “Y oí como la voz de una gran
multitud, y como el ruido de muchas aguas, y como el estruendo de fuertes
truenos, que decían: ¡Aleluya! Porque el Señor Dios Todopoderoso asumió el reino”
Así mismo, David tuvo que pelear varias batallas antes
de tomar el poder, de la misma manera Jesús sostendrá la guerra del Armagedón,
mandara las plagas, destruirá Babilonia,
e invadirá la tierra a la cabeza de los ejércitos del cielo, tal como se
lee en Apocalipsis, capítulos 11, 16- 19, antes de posesionarse en la tierra
como Rey.Sin embargo, la manera como gobernó David rey no es parecida a como Jesús Rey gobernara toda la tierra. Ni tampoco el dominio del rey David, aunque gobernó en territorios más extensos que sus predecesores, y que los reyes que siguieron después de Salomón, su hijo; sin embargo no gobernó todo el mundo como Jesús, quien gobernara toda la tierra, desde Jerusalén, en el milenio de Apoc. 20.
Por otro lado, las luchas, persecuciones y algunos de los sufrimientos de David, detallados en forma poética en los salmos, sirven de figura de las luchas, angustia y sufrimientos de Jesús, en la tierra, para vencer a Satanás y recuperar el gobierno de este mundo.
Las luchas de David y de Jesús tienen una diferencia marcada, porque las de David fueron guerras físicas, las de Jesús aunque fue golpeado, azotado, insultado El no abrió su boca, sino sufrió con mansedumbre, mas Su guerra fue en su mente, allí satanás y sus ángeles le atacaron para derrotarle, y El lucho para mantener su amor al Padre, así como su confianza y su obediencia a Él, no obstante, su lucha en la cruz se completara con las guerras físicas del Apocalipsis.
Por estas razones se puede afirmar que también en los Salmos se detalla la lucha del Mesías para recuperar el gobierno de la tierra, a partir del relato inspirado de David.
Esta es la base para aplicar este Salmo a los sufrimientos de Jesús para hacer la voluntad del Padre y vencer a Satanás. En otras palabras, se puede afirmar en forma general que en el Pentateuco, y en los profetas se predice la muerte del Mesías para salvar a los pecadores, más los Salmos se refieren al Mesías Rey, enfocando su lucha para recuperar el gobierno de la tierra.
Salmo 41:1-3
“Feliz el prudente que ayuda al pobre en el día de su
angustia, porque YHVH le librara y le cuidara para que su vida sea recta. Así
mismo, no entregara su alma al enemigo. También
YHVH le sostendrá sobre la tierra cuando sea agobiado, y este en las sombras de la muerte,
porque El cambiara el resultado de sus
heridas.”
Jesús en sus horas de agonía recordaría que la
ley de su Padre dice que El hará feliz al prudente que cuida al
pobre en su angustia, y esto le animaría a esperar la ayuda del
Padre, porque El será el
prudente, que ayude al débil, porque él será
el Rey de los pobres de espíritu, y por amor a ellos hará su sacrificio. Además el Padre le cuidara para que les gobierne con rectitud; así mismo, no dejara que satanás tome el control de Él; y aún más,
cuando muera, como resultado de haber
sido flagelado y crucificado, le
levantara de su tumba.
Salmo 41:4
“Yo dije: YHVH ten misericordia de mí y sana mi alma porque peque”
En este versículo, el rey David reitera lo que en que otros salmos afirma, y
es que ha pecado, y pide a Dios que le sane. Pero Jesús nunca peco, como el afirmo en Juan 8:46 “¿Quién de vosotros me
redarguye de pecado?...” No obstante Jesús
estaría calificado para elevar al Padre esta petición, y decir : YHVH, ten misericordia de mí y sana mi alma porque
peque, ya que Él se apropió de los pecados de la humanidad,
como se lee en Juan 1:29 “…Miren al Cordero de Dios que toma el pecado del
mundo” y 2 Cor 5:21 “ Al que no conocio pecado le hizo pecado por nosotros, a
fin de que nosotros lleguemos a ser la justicia de Dios en El.”
Entonces esta es la razón para que este salmo anticipe
esta oración del Señor, en la que pediría ser sanado de los efectos de todos
los pecados humanos, que llevo en su cuerpo
a la cruz. 1 Ped. 2:24 “El mismo llevo nuestros pecados en su propio cuerpo
sobre el madero, para que nosotros, habiendo muerto a los pecados, vivamos para
la justicia: ¡Por sus heridas fuimos sanados!”
Salmo 41: 5-11
“Mis enemigos dicen el mal de mí, por ejemplo: ¿Cuándo morirá? para que sea destruido su nombre. A más de eso, si alguien viene a verme, además de hablar falsedades, su corazón imagina iniquidades de mí, y afuera las divulga. No solo eso, sino todos los que
me odian murmuraran contra mí, aunque esto no dará validez a su testimonio. Y
para colmo, el hombre que es de mi círculo íntimo, en quien yo confié para darle pan para que coma, se levantara en sus talones, contra mí.
Pero Tu YHVH tenme misericordia y levántame para darles a ellos su pago. En
esto conoceré que Tú te has complacido en MI, en que mi enemigo no triunfe
sobre Mi”
Ahora el Señor sintió el dolor por el odio de sus
enemigos, quienes querían que muera para que nadie sepa de Él y de su amor
abnegado; así mismo, sufrió porque fue el blanco
de calumnias, mentiras y murmuraciones, no obstante , lo que más le dolió fue que un amigo le entregaría a sus enemigos; este
amigo estaría poco antes, junto a él, en la cena de la pascua, a quien le serviría el
pan como signo de amistad y aprecio; este
amigo seria el que le traicionaría. El Señor sintió con más intensidad que
nosotros el odio de sus enemigos, porque el, aun en esas circunstancias, les amaba y hubiera querido que ellos llegasen
a estar conscientes de su amor abnegado.
Entonces, le pide al Padre que le haga misericordia
y le fortaleza para ser crucificado, porque de este modo, El sabrá que el Padre
aprueba su conducta en la tierra, y además
conocerá que su enemigo no le ha vencido. Y algo más,
si muere crucificado le habrá aplastado la cabeza a su enemigo, para después, como el juez de la humanidad darle su
pago, le encadene y le ponga preso por
mil años.
Salmos 41: 12-13:
“Pero Yo íntegramente he sido protegido por Ti, por eso, estaré seguro en tu
presencia por siempre. Bendiga Israel a YHVH Elohim siempre y hasta siempre. ¡Amen! ¡Amen!”
Al fin el Señor testificara que su Padre le mantuvo asido a Él, para
cuidar su andar en la tierra, y
especialmente en su agonía y muerte, así mismo, anunciara que como hombre, después de haber
resucitado, morara, como hombre, con el
Padre, por siempre.
Por este motivo el Mesías ordenara
a Israel que bendiga a YHVH Elohim continuamente y por la eternidad, por lo que
ha hecho con El, ya que en esa acción del Padre radica la seguridad del pueblo de Dios.
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