viernes, 24 de mayo de 2013

118. Salmo 40 u.p.

Apreciado lector, estas lecciones no son para que usted tenga  información  de los temas que se tratan, sino que van más allá, son  para que llegue a tener fe,  por lo tanto,  le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día  lea un poco, después  piense en lo que  leyó, y  complete la lectura en una semana, con el único propósito de que entienda mejor los versículos citados en este estudio, ya que la fe empieza al entender bien la palabra de la cruz.  

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Salmo 40:9-10:
“Anunciare Tu justicia en la gran congregación. Te garantizo YHVH que no restringiré mi lenguaje. Ni esconderé tu justicia en mi interior. Hablare de Tu fe  y de Tu salvación. Te repito, hablare y no ocultaré en la gran asamblea Tu misericordia y Tu fe.”

El Señor  recordó las suplicas que dirigió a su Padre, estando todavía  en la cruz, cuando  le aseguro que haría publica Su Justicia  en la gran congregación , es decir que no ocultaría su experiencia en la tierra,  haciendo la voluntad del Padre, tan solo con el fin de  alcanzar que Él   apruebe    su conducta como hombre , sino más bien  explicaría  a los creyentes  que con esa justicia ( que es Su conducta  en este mundo)  Dios cubriría la conducta  de cada uno de ellos. De este modo, Jesús también haría saber el otro aspecto de la Justicia de Dios, y es que a pesar que el Padre condeno a  todos  cuando Adán cayo, de manera semejante  la  salvación es para todos gracias a  la muerte y resurrección del Señor.   
También Jesús se propuso en la cruz, que una vez resucitado hablaría de la fe del Padre. Pero en otra parte leemos que: Heb. 12:2”puestos los  ojos en Jesús, Autor y Consumador de la fe…” es decir el Verbo encarnado es el “autor” de la fe, entre los humanos, sin embargo el Verbo, antes de ser hombre, también es mencionado como el de la fe perfecta. Deut. 32:4 “Él es la Roca…Dios de Fe  y sin injusticia…” Por esto  el Señor cuando estaba en el Gólgota, también se propuso  hacer saber  el  hecho que el Padre es un Ser de Fe.
 La fe del Padre  se centra en la vida y especialmente en el sacrificio de su Hijo, para nuestra salvación. Por otro lado,  la fe de Dios, es uno de los tres brazos para derramar  su amor a los hombres.
Ahora hay que notar que  la fe de Jesús broto de su amor al Padre y a nosotros, igualmente, nuestra fe es viva cuando brota del amor al Padre y al prójimo. En otras palabras si no tenemos la historia de Jesús como la expresión del amor del Padre hacia nosotros, nuestra fe nunca será viva, sino sin obras.
Así mismo, Jesús en la cruz se propuso enfatizar que su sacrificio, es el resultado del amor del Padre a la humanidad, pero aquí hay que aclarar que Dios es amor, en otras palabras,  si Dios no  amaría,  no existiría. También hay que tener en cuenta que el amor  de Dios a la humanidad, viene a los creyentes por el Espíritu  de Dios, por esto El usa los mismos tres canales que estamos analizando en este estudio,  para derramarlo entre los creyentes;  y  los tres canales por los que viene su amor a los hombres son Su justicia, Su misericordia, y Su fe. Pero de estos tres canales, la misericordia  es el más usado, o sea por la misericordia fluye más su amor a la humanidad.
La misericordia es el amor práctico, por ejemplo dar de comer al hambriento, ayudar al necesitado, consolar al afligido, perdonar al que le ha ofendido. Y en la Biblia  la misericordia esta comparada, al amor de una madre a su hijo que todavía está en sus entrañas.
Entonces, se puede entender de este pasaje que  las enseñanzas del Señor girarían en torno a estos tres puntos: Al  amor de Dios para   derramarlo   en los creyentes; a  la Justicia de Dios, que es el camino del  Mesías en este mundo;  y en torno  a la  fe viva que nace al centrarse en la historia del amor  de Jesús en la cruz.

Salmo 40: 11-13:
“Por consiguiente,  Tu  YHVH,  a cambio,  no restrinjas de mi tus misericordias; y tu bondad y tu fe, y que estas  me guarden siempre; porque estoy rodeado de la semilla del mal, tanto, que me ha alcanzado  la perversidad. Y  el mal que me rodea es vasto, más que el número de los cabellos de mi cabeza, y afectan mis funciones cerebrales, por so  me es difícil   cuidarlas.  
Complácete en líbrame YHVH.  Apúrate YHVH en socorrerme”

Jesús, en la cruz le dijo  al Padre que así como Él  no se refrenara en publicar las  virtudes de Dios, también el Padre no detenga  sus misericordias, y su cuidado bondadoso,  ni que  deje de confiar en que Su  amor al Padre y Su amor a los hombres serán el  motivo para sufrir la muerte en la cruz. Sin embargo, dijo que  necesita ayuda inmediata, porque la semilla del mal que heredo, como todo hombre, es tan activa, y esta es la razón para que  la perversidad que fluye  de ella  abunde, y  le ha afectado las funciones de su mente; por esto clama: YHVH sea tu voluntad: ¡Librarme!  ¡Apresúrate YHVH y ayúdame!
Así que, por estos versículos entendemos que Jesús, paso en esta tierra con las debilidades y tentaciones humanas, por esta razón cuando estaba  en la cruz, el pecado, con todo su  poder,  quiso doblegarlo, pero Él  lo venció por medio de la confianza inquebrantable en el amor y fidelidad del Padre.

Salmo 40: 14-15:
“Sean avergonzados y confundidos los que se han unido para  buscar destruir mi alma. Retrocedan y sean humillados los que se gozan porque la semilla del mal me ataca.
Que sean desolados y llenos de vergüenza los que al verme dicen: ah, ah.”

A continuación el Señor pidió al Padre que  sus enemigos, que por odio buscan su destrucción,   sean  avergonzados, es decir que queden  descubiertos, y  abandonados para su destrucción.
Estos enemigos eran: además de satanás y  sus  ángeles, también  los dirigentes religiosos judíos, que trabajaban en equipo con los seres del mal,   para que el Hijo del hombre sea vencido.

Salmo 40:16-17:
“Se regocije y se alegre todo el que te busca, pero aclaro, el que te busca continuamente.
En cuanto a mí, Yo soy pobre y necesitado,  y  estas planeando socorrerme Adonaí. Pero ¡no tardes! porque Tú eres Elohim.”

Mientras estaba en la cruz, Jesús entendió que gracias a su sacrificio,  los humanos pueden buscar  al Padre, y además pueden  perseverar en esta  búsqueda; también comprendió que  el fruto de esta búsqueda será que vivirán con alegría y contento.
Aquí hay que explicar, primero,  que los humanos solo buscan a Dios cuando el Padre despierta el interés de ellos para conocerle, y segundo, los humanos ya pueden buscar a Dios, porque ahora pueden encontrarle, ya que el sacrificio de Su Hijo, les revela como es El.
 En otras palabras, el prestar atención al sacrificio de El, y al saber que el Hijo solo hizo lo que el Padre le mando,  despertara en los hombres   la inquietud por conocer a Dios, y no serán defraudados, porque Jesús ya mostro el amor de Padre, en su  crucifixión y muerte.
El Señor en la cruz termino describiéndose a sí mismo como pobre y necesitado, para hacerle  presente al  Padre, que según Su ley  las personas de estas condiciones  cumplen los requerimientos para recibir Su ayuda inmediata; por esto le dijo en forma afirmativa: Estas planeando como ayudarme. ¡Apúrate!     

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