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Le recuerdo que cuando el hombre peco quedo incapaz de escuchar al Señor, por eso camino en su vida errante y sin rumbo. La muestra de la ruptura de la primera pareja con Dios fue que se escondió de su Creador. Pero el Señor vino hacia ellos y les anticipo, mientras hablo con la serpiente, que la comunión se restablecerá mediante la SEMILLA, de Gen 3:15
“Además pondré enemistad en la mujer, entre tu simiente y la SIMIENTE de ella…”
Hay que tener presente que toda la salvación gira en
torno a la semilla, o simiente de esa promesa. Considere que simiente, semilla, o descendiente (hijo), son traducciones de la
palabra hebrea “zera” Esta palabra se encuentra en singular, o sea semilla, en
todos los pasajes bíblicos que brotan
de la
promesa de Génesis 3:15.
La promesa de la
simiente, o semilla, fue ambigua, cuando Dios la dijo por primera vez.- Pero Dios empezó a clarificarla cuando le hablo
a Abram y le ordeno que abandone su familia, y su patria para ir a una tierra
que le mostraría, a fin de formar, a
partir de él, una nación grande, además le haría un personaje importante; con quien Dios seria leal, fiel, esto es seria benévolo y amigo de los que le aprecien y sean amigos de Abram, y
seria un enemigo severo de los que serian
sus enemigos. Finamente, a través de el bendeciría a todas las familias de la tierra. Génesis
12: 1-3:
“Y YHVH dijo a
Abram: Vete de tu tierra, de la casa de tu padre a la tierra que yo te
mostrare. Hare de ti una nación grande, y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre
y serás bendición. Así mismo, bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los
que te maldigan. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra”
Dios avanza su
plan para salvar por medio de la semilla de Génesis 3:15, cuando le aclara a Abram que la tierra que le prometió le dará a su descendiente o semilla, “zera”
Gen 12:7 y Gen 13:15:
“YHVH vio a Abram
y le dijo: A tu, “zera”, descendiente daré esta tierra”“Porque toda la tierra que tu ves daré a tu, “zera”, descendiente para siempre”
Ahora es necesario
notar que la doble oferta de Dios a Abram, la tierra prometida y el
descendiente “zerá” era deseable, porque
él era un anciano y su esposa estéril. En esas circunstancias, el patriarca
razono que la promesa de la tierra no tenia mayor valor, sin tener un heredero, “zera”.- Esto le hizo saber al Señor, y Dios aprovecho
de esta circunstancia para formalizar la
oferta de un descendiente, “zera”, que será su heredero. O sea, mediante esta
oferta Dios le facilito al patriarca la fe.
Gen 15:3-6:
“Dijo además
Abram: Mira, no me has dado, “zera”, un hijo, y uno nacido en mi casa es mi
heredero.Mas, la palabra de YHVH vino a él, diciendo: Tu heredero no será este, sino uno que saldrá de tus entrañas, el será tu heredero.
Entonces, le llevo fuera, y le dijo: Ahora mira el cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas. Además le dijo: Así será tu descendencia. Y él tuvo fe en YHVH. Y Él le reconoció por justicia”
Note que Dios le guio a Abram a la fe, mediante, primero la promesa de la tierra,
segundo la promesa de “zera” un hijo, y tercero, por medio de la comprensión de
que sobre todo necesita un hijo, para que toda la oferta del Padre se pueda cumplir.
En seguida, Dios le dio una visión, y mediante un pacto le formalizo
la promesa de la tierra.
Así mismo, es
imperioso aceptar que Dios se refería con la promesa de “zera”, descendiente,
tanto a Isaac como a la simiente de Gen 3:15. Por otro lado, Abram tuvo fe en YHVH , pensando que la
promesa Divina solo se refería a Isaac, porque el patriarca no sabia
que esa promesa Divina cubría también,
al hijo de la mujer, el Mesías.
Entonces YHVH
valoro la fe de Abram, y fue suficiente para hacer el milagro en Sara. E Isaac
nació; a partir de quien, posteriormente, tuvo lugar el nacimiento de la simiente
“zera” de Gen 3:15. Dicho de otra forma, Dios requería que Abram tenga fe en la
veracidad de su promesa, para asegurar el nacimiento del Mesías, teniendo como
madre a María, una descendiente de
Isaac.
Después Dios le aumento la revelación de la promesa
de Gen 3:15 al patriarca, cuando le ordeno que sacrifique a su hijo Isaac, en
el monte Moria, porque le hizo comprender, mediante el animal que remplazo a Isaac, y murió en lugar de él, que la “zera” de Génesis
3:15 se refería a otro personaje que será
el salvador; simbolizado por el
animal que el patriarca sacrifico.
Jesús se refirió a esa experiencia que Dios le
dio a Abraham, en Juan 8:56 “Abraham el padre de ustedes se regocijo para ver mi día. Lo vio y se alegró grandemente”
La obediencia de
Abraham al llevar a Isaac, el hijo de la promesa, al monte para sacrificarle
mostro que la fe de Abraham era activa, con vida. Sant. 2:20-22 :
“Pero ¿estas
dispuesto a admitir , oh hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue
justificado por las obras Abraham, cuando ofrecio a Isaac su hijo sobre el
altar? Ya ves que la fe actuaba dando sus obras, y como fruto de las obras, su fe fue completa.”
Resalta que la fe
esta viva cuando produce obediencia.
Esa fue la fe del
patriarca, por eso obedeció y abandono
la casa de su padre; después mantuvo relaciones maritales con su anciana
esposa. Aunque aquí fallo, porque cuando
Sara no quedo en cinta se relaciono con Agar. Pero Dios corrigió esa
deformación de la fe de Abram, cuando le
ordeno que sacrifique a Isaac. El patriarca obedeció. Entonces
la fe de él estaba completa, porque
recibió la promesa de Dios y obedeció la orden del Altísimo.
Aunque
posteriormente, Dios continuo dando mas detalles de la simiente prometida en
Gen 3:15, que quedaron registrados en el
Antiguo Testamento, sin embargo, estos
detalles no fueron necesarios para la fe de Abram. Mas esa fe quedo como el MODELO de la fe
que los creyentes, a lo largo de los
siglos, deben tener. O sea, todos
cuantos tengan la fe en que Dios haría nacer una persona, en la cual hará, (para los del Antiguo Testamento); y ya hizo (para los del nuevo testamento), la
salvación de todos los de esa fe, son
justificados.
Reitero, la fe de
los creyentes del Antiguo Testamento era
en la promesa de la semilla, pero la fe de los del Nuevo Testamento es en un hecho histórico, porque Jesús, el Mesías, ya nació de María,
como nace todo los descendientes de Adán, esto es con las mismas debilidades
que la nuestras, pero sin haber pecado, y murió, venciendo al pecado y llevando
nuestras transgresiones.
Nuevamente aclaro
que la fe requerida para ser JUSTIFICADOS es la fe de Abram. Ni más ni menos.
Ahora, lo que dice
el Nuevo Testamento de la fe de Abraham. Rom 4:16 y Gal 3:5 up, 6-7:“Para que sea de fe, o sea para que sea por gracia, en cumplimiento seguro de la promesa de la simiente, para todos los de la fe de Abraham, el padre de todos nosotros.”
“…o, por oír con fe, como Abraham tuvo fe en Dios, y le fue contado como Justicia. Entonces, por lo tanto sepan los de la fe, que son hijos de Abraham”
Este pasaje
confirma que el camino de la fe es el de la fe de Abraham.
En este punto se
debe saber que la fe de Abraham no involucro
su obediencia a la ley, por dos
razones, a) porque en los días de Abraham no habían sido dados los 10
mandamientos. Y, b) en caso que hubiese habido la ley vigente, sin
aun haber sido todavía revelada en el Sinaí,
Abraham la hubiera transgredido, porque
al estar casado con Sara, su media hermana, rompía uno de los preceptos de la
ley del Sinaí. Lev 18:11, 29:“La desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, su desnudez no descubrirás; es tu hermana.”
“Porque todo el que haga cualquiera de esas abominaciones, aquellas personas que las hagan, serán cortadas de entre su pueblo.”
Después, es
preciso entender el termino Justicia para valorar a la fe como la única vía a
la Justicia. Gen 15; 6;
“Y Abram tuvo fe
en YHVH, y Él se lo reconoció como Justicia”
Quiere decir que
la fe es un medio, y la Justicia es el objetivo. Ahora hay Justicia de Dios, como es este caso,
y hay justicia de los hombres. Como ejemplo de justicia de los hombres es la de
Job, Job 1:1”
“Hubo un hombre en
la tierra de Uz, llamado Job, era aquel hombre intachable, recto, temeroso de
Dios y apartado del mal”
Job fue estimado justo porque se relaciono con su
esposa, hijos, empleados, vecinos siempre con equidad, respeto, misericordia,
etc. O sea, la justicia de un hombre es su comportamiento con los demás,
apegados a las normas morales de una sociedad. Por otro lado, la Justicia
que YHVH atribuyo a Abram, no se refirió a su buen comportamiento con
sus semejantes, sino a su actitud
crédula con Dios. Porque la relación de Abram con Dios fue la que Dios
espero de él, esta es la fe en la promesa de un descendiente.
La fe es
el camino para la comunión con
Dios, y empieza con la fe de Abram, y culmina con la fe de Jesús. Pero antes de
aprender de la fe de Jesús, veremos el otro camino: la Ley de los 10
Mandamientos.
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