viernes, 27 de julio de 2012

89. El Evangelio de Juan. Cap. 20 up

Nota. Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le sugiero que no las lea en una vez, sino poco a poco cada día, a lo largo de una semana. Enfocándose en los versículos, hasta que los entienda bien.
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Juan 20:24-29 “Ahora, Tomas uno de lo doce, llamado el Didimo (Gemelo) no estaba con ellos cuando Yeshua vino. Por esta razón, los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero el les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, además pongo la mano en su costado, no tendré fe.
Pero ocho días después, Sus discípulos estaban otra vez dentro, en la casa, y Tomas con ellos. Estando las puertas cerradas, Yeshua vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a ustedes.
Entonces dijo a Tomas: Acerca aquí tu dedo y mira Mis manos; extiende aquí tu mano y métela en Mi costado; y no sea incrédulo, sino ten fe.
Inmediatamente le dijo Tomas: ¡Señor mío y Dios mío!
Pero Yeshua le dijo: ¿Por qué Me has visto has tenido fe?
Felices los que no vieron, sin embargo tuvieron fe.”

Tomas es el autor de la frase: “Ver para creer” que la gente repite para indicar que hay que asegurarse. Ahora, esta bien buscar la seguridad, antes de creer algo, por ejemplo en la eficacia de un remedio, o en las promesas de un político; no así en el caso de la Fe. Le reitero que esa precaución es buena antes de creer en algo o en alguien.
Pero en el contexto que dijo Tomas, estaba equivocado, porque quería tener evidencias, por medio del sentido de la vista y del tacto, antes de tener Fe que Yeshua había resucitado.
Así que, el Padre le concedió a Tomas las pruebas que quería para tener fe, por esto Yeshua se presento en medio de los discípulos, sin pasar por la puerta, y después de saludarles, le dijo a Tomas que le mire y le toque sus manos y su costado, y luego le amonesto que no sea incrédulo, sino que tenga fe.
Entonces lo que quería enseñarle Yeshua a Tomas es evidente, esto es que la fe viene por oír Su palabra. Recordando que la Palabra de Cristo detalla Sus hechos o, Sus enseñanzas; y el Señor si les anticipo a sus discípulos su resurrección, por esto Yeshua alaba la fe de los que solo han oído que ha resucitado, sin haber esperado verle.

Juan 20: 30-31 “Y muchas otras señales (milagros) hizo también Yeshua en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Sin embargo, estas se han escrito para que ustedes tengan fe que Yeshua es el Mesías, el Hijo de Dios; y para que al tener fe, tengan vida en Su nombre”

Al final de su Evangelio, Juan explica su propósito al escribirlo: para que los que lo lean tenga fe y vivan. Se nota que la fe en Yeshua es el medio, imprescindible, para alcanzar la vida.
En este punto creo que es necesario destacar algunos hechos y enseñanzas de este evangelio para ayudarle a tener fe que Yeshua es el Mesías, el Hijo de Dios, a fin de que viva:
El capitulo uno revela que Yeshua es Dios, la Palabra que creo todo, y que se hizo humano, y como tal tomo los pecados del mundo; haciendo realidad el símbolo del cordero sacrificado.
El dos muestra que Dios aprueba fiestas familiares, como la boda de Cana, por esto Yeshua asistió a una de ellas. Además, el Maestro da a conocer que El, en su condición de hombre es morada del Espíritu de Dios.
El capitulo tres revela que, gracias a su muerte, El puede sembrar su palabra en la mente de los de la fe, para que el Espíritu de Cristo se manifieste a trabes de los de la fe, es decir para que ocurra el nuevo nacimiento.
El capitulo cuatro enseña que el Mesías da el agua viva al pecador; de esta manera señala la acción purificadora del Espíritu de Dios en los de la fe.
El capitulo cinco, muestra que Yeshua vino para sanar las dolencias e iluminar con sus enseñanzas, porque el Padre así le ordeno. Por esto no solo hace milagros , sino también enseña, para pasarles de muerte a vida a los que oyen su palabra con fe, o sea les da el arrepentimiento, además de esto, les salva del juicio.
El capitulo seis describe que así como tiene el poder para alimentar a multitudes, también da el pan de vida a los que el Padre les ha traído. Así mismo revela, que el pan de vida de los de la fe es tanto su cuerpo al que ha negado todo deseo, como su muerte. De esta manera enseña que así como el pan físico es necesario para la vida, igualmente su cuerpo y su muerte son imprescindibles para que los de la fe vivan.
En el capitulo siete se aprende que Yeshua desea imprimir en sus oyentes que el Padre le envío para dar el Espíritu al que siente necesidad.
El capitulo ocho muestras que Yeshua no vino para condenar, sino para iluminar, para que los hombres le sigan, y vean en sus obras y enseñazas el amor del Padre. En otras palabras, El da luz a los hombres, porque están a oscuras; y su oscuridad es el fruto de la semilla que sembró el maligno en la mente humana. Y aunque Yeshua enseño que El libera de la esclavitud del pecado, sin embargo, el pecado estaba escondido en la oscuridad de las mentes de sus oyentes, por esto le rechazaron
En el capitulo nueve Yeshua muestra en forma practica, que El es tanto la luz como el que da la vista a los ciegos, para que conozcan al Padre.
En el diez Yeshua dice que El es el Pastor referido en las escrituras, por ejemplo en el Salmo 23; y los de la fe son sus ovejas.
Así mismo, Yeshua vence la muerte resucitando a Lázaro, y enseña que El es la resurrección y la vida, como se lee en el capitulo once.
También en el capitulo doce, Juan narra que Yeshua hablo de que la muerte es el requisito para la vida, tomando el caso del grano de trigo que debe caer y ser enterrado para que crezca una planta nueva. Así mismo, gracias a su muerte, su palabra puede ser sembrada en la mente humana, para vida...
Además en el capitulo trece une su amor por sus discípulos con el lavamiento de los pies.
El catorce habla que Yeshua va al Padre, para hacer presente y activa Su victoria, en esta tierra, en cada uno de los de la Fe, dándoles su Espíritu. Así revela que su Palabra activada por su Espíritu, recibida en la mente de los de la fe, es la manera como el Padre y El moran en estos.
En el capito quince, la vida de los de la fe es comparada a la comunión del tronco con las ramas de la vid. Así mismo indica, que el Espíritu Santo hace una obra parecida a la de la savia, esta es: llevar la vida de la raíz, a través del tronco, a las ramas, para que den fruto. Es decir, El Espíritu lleva la experiencia de Yeshua en esta tierra a cada uno de los de la fe, para que se repita la conducta de Yeshua en los fieles.
También Yeshua les anticipa a los de la fe, que por causa de esta fe serán perseguidos.
En el capitulo diecisiete, Yeshua revela que es el Sumo Sacerdote, o sea El es el representante de los de la fe ante el Padre, para que, mediante el Espíritu, sean parte de la unidad de la Divinidad.
Los capítulos dieciocho y diecinueve narran el juicio y la muerte de Yeshua.
Termina el Evangelio de Juan con la resurrección de Yeshua. Y como último pensamiento: este libro es para que los hombres lleguen a tener fe en Yeshua el Mesías, y por la fe vivan.



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