lunes, 25 de junio de 2012

84. El Evangelio de Juan. Cap.18 pp.

Nota. Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le sugiero que no las lea en una vez, sino poco a poco cada día, a lo largo de una semana.


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Evangelio de Juan Cap. 18: 1-9 “En seguida de decir esto, Yeshua salio con Sus discípulos al otro lado del torrente Cedron, donde había un huerto en el cual entro con sus discípulos.
Judas, el que le iba a traicionar, también conocía el lugar, porque Yeshua se había reunido allí muchas veces con Sus discípulos. Por esto Judas vino, tomando a soldados romanos, y a varios guardias de los principales sacerdotes y de los fariseos, allí con linternas, antorchas y armas.
Yeshua sabiendo todo lo que le iba a venir salio y les dijo: ¿A quien buscan?
Le respondieron, a Yeshua el Nazareno. El les dijo: “Yo Soy”.
Aun mas, Judas, el que Le entregaba, estaba con ellos.
Ahora, cuando El les dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron a tierra
Inmediatamente, Yeshua volvió a preguntarles: ¿A quien buscan?
Le dijeron a Yesua el Nazareno.
Les respondió Yeshua: Les he dicho que Yo soy.
Si solo Me buscan a Mi, dejen ir a estos.
Así se cumplía la palabra que había dicho: “De los que Me diste, no perdí a ninguno”

Después de terminar Yeshua su oración, como Sumo Pontífice, salio con Sus discípulos del aposento alto, y se fue al huerto Getsemani.
Por otro lado, Judas para consumar su traición fue primero al cuartel romano para tomar soldados para apresar a Yeshua, también, paso por la residencia de Anas, para conseguir los guardias de el y de los sacerdotes, yernos de este sumo sacerdote. Después, el traidor busco a Yeshua, primero en el lugar que celebró la pascua, y al no encontrarle allí se fue al Getsemani.
Ahora, Yeshua no estaba sorprendido de la traición, porque sabia perfectamente lo que le esperaba; porque la Torah y los profetas anticiparon sus sufrimientos, además el rechazo de los lideres religiosos, por Sus enseñanzas, Sus milagros y curaciones, y encima de esto, también era el día de la Pascua, así que todo esto le indicaba que Su hora había llegado; por estas razones, salio del huerto y enfrento a los que buscaban, con estas palabras “Yo soy”.
El Maestro hablaba hebreo y arameo, y en ambos idiomas, el nombre de Dios Yahweh es derivado de Yo Soy, y por esto creo, que al oírle “Yo Soy,” los que vinieron a apresarle se cayeron al piso.
Tan pronto se repusieron del impacto que les causo la respuesta del Señor, El volvió a decirles ¿A quien buscan? Y le repitieron, a Yeshua, el Nazareno; y el Maestro les reitero que El era a quien ellos buscaban, y añadió. Dejen ir a Mis discípulos, porque solo a Mi quieren apresar.
De esta manera, el Señor protegió a sus discípulos, tal como le informo al Padre cuando hizo su oración, descrita en el capitulo anterior.
Desde ese momento, le tocaba al Padre asumir el cuidado a ellos.

Juan 18:10-14 “En ese momento Simon Pedro, que tenia una espada, la saco e hirió al siervo del Sumo Sacerote, y le corto la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco. En seguida Yeshua le dijo a Pedro: Mete la espada en la vaina.- La copa que el Padre Me ha dado, ¿acaso no he de beberla?
En ese momento, los soldados, el comandante, y los guardias de los Judíos prendieron a Yeshua, Le ataron, y primero le llevaron donde Anas, porque era suegro de Caifás, quien era el sumo sacerdote ese ano.- Ahora, Caifás era el que había aconsejado a los Judíos que convenía que un hombre muriera por el pueblo.”

Tan pronto Yeshua les dijo que El era a Quien esa turba le buscaba, Pedro, conforme a lo que le dijo al Maestro: que aun si fuere preciso daría su vida para protegerle, saco su espada y ataco la cabeza del criado del sumo sacerdote Anas, cortándole la oreja derecha. Pero Yeshua le explico a Pedro, que el Padre le comisiono sufrir la cruz y la muerte, y El estaba dispuesto a obedecerle, por lo tanto, al intentar el defenderle, estaba obstaculizando que hiciera lo que Dios Le ordeno.
Los romanos y los guardias Judíos le apresaron a Yeshua y le amarraron las manos, y le llevaron al palacio de Anas, con el fin de mostrarle que Yeshua ya estaba bajo su poder. Aquí hay que aclarar que Anas había hecho a varios de sus yernos sumo sacerdotes, entre ellos a Caifás.- Por otro lado, Anas era muy rico, y les prestaba dinero a los romanos, por lo cual tenia mucha influencia en ellos.- Estos hechos indican que Anas era una pieza clave para la captura y ejecución del Mesías, para que se cumpla la propuesta de Caifás, que decía: que Yeshua debía morir por toda la nación.- Por esto los que apresaron a Yeshua fueron primero donde Anas. Ahora, legalmente Anas no podía dirigir el juicio contra el Mesías, porque no era el sumo sacerdote en funciones, pero el quería conseguir una declaración de Yeshua , para que El se autocondene.

Juan 18: 15-18 “Simon Pedro y otro discípulo seguían a Yeshua. Ese discípulo era muy conocido del sumo sacerdote, y entro con Yeshua al patio del sumo sacerdote; al contrario, Pedro estaba afuera de la puerta. Así que el otro discípulo, el que era conocido del sumo sacerdote, salio y hablo a la portera, e hizo entrar a Pedro.
Al mismo tiempo, la criada que cuidaba la puerta dijo a Pedro: ¿No eres tu también uno de los discípulos de ese hombre? No lo soy, dijo el.
Ya en el patio, los guardias estaban parados calentándose junto a unas brasas que habían encendido, porque hacia frío. Pedro también estaba parado con ellos, calentándose.”

El Maestro fue llevado donde el sumo pontífice Anas, porque este era muy hábil haciendo preguntas que arranquen respuestas condenatorias.- Por otro lado, se nota que , de todos los discípulos que estaban con El, en el huerto Getsemani, tan solo Pedro y Juan le siguieron después que Le apresaron. Ahora, Juan entro detrás de Yeshua al patio de la casa de sumo sacerdote, no obstante, la portera le detuvo a Pedro y no le dejo entrar; pero casi en seguida, Juan lo noto. Ahora, esa criada conocía la relación que el tenia con Anas, así que el regreso a la puerta para que ella deje entrar a Pedro. Entonces la mujer fijándose en Pedro le identifico como uno de los discípulos de Yeshua, sin embargo Pedro negó ser Su seguidor.
En seguida, Pedro se alejo de la portera y se paro alrededor del fuego, en el patio, para calentarse, junto a los guardias Judíos.

Juan 18:19-24 “Por otro lado, el sumo sacerdote Le interrogo acerca de sus discípulos y de sus enseñanzas.
Yeshua le respondió: “Yo he hablado al mundo públicamente, enseñe en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los Judíos, y nada he hablado en secreto.
¿Por qué me preguntas a Mí? Pregúntales a los que han oído lo que hable; estos saben lo que he dicho”
Ahora, cuando dijo esto, uno de los guardias que estaba cerca, dio una bofetada a Yeshua, diciendo: “ ¿Así respondes al sumo sacerdote?
Yeshua le respondió: “Si he hablado mal, da testimonio de lo que es malo, pero si hable bien, ¿por que Me pegas?
Inmediatamente, Anas le envió atado al sumo sacerdote Caifás.”

Cuando Anas le pregunto al Maestro acerca de dos puntos concretos: uno sus enseñanzas, y el otro sobre sus discípulos, esperaba que Yeshua le explique lo que El enseñó a sus alumnos, para acusarle de algo así como de haber sido maestro sin haber ido a ninguna de las escuelas de teología de los rabinos. Pero, el Maestro le afirmo que sus enseñazas, siempre fueron abiertas a todo publico, por esta razón, le dijo que en vez de preguntarle , pregunte a los que han oído Sus doctrinas.
Pero uno de los soldados de Anas creyó irrespetuosa la contestación del Maestro, por esto le golpeo la cara con la mano. Esta fue una gran ofensa y un inmenso atrevimiento al Creador y Salvador del hombre.
Aquí vale recordar lo que Yeshua enfatizo durante su misión: que El hace solo lo que el Padre le muestra que debe hacer, así mismo, que el habla únicamente lo que su Padre le dice. La forma como Yeshua reacciono ante tal ofensa muestra que el Padre y el Hijo son: Mansos y Humildes de corazón; también la contestación de Yeshua al soldado atestigua esto, cuando le dice: Si he dicho algo ofensivo o hiriente dímelo, pero si no le ofendí al sumo sacerdote, ¿porque Me pegas?
Satanás estaba detrás de todo esto, de esta manera muestro su odio al Verbo hecho humano.
Después de esto Anas no le hizo otra pregunta, sino le mando preso a Yeshua, porque ya tenía una acusación contra El: irrespeto al sumo pontífice.

Juan 18: 25-27 “Volviendo a Simon Pedro; el estaba de pie calentándose , y le preguntaron: ¿No eres tu también uno de sus discípulos? “No lo soy,” dijo Pedro, negándole”
Otro de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: ¿No te vi yo en el huerto con El?
En seguida , Pedro le negó otra vez. Entonces en ese instante canto un gallo”

Pedro se avergonzó de Yeshua, por esto le negó tres veces; la causa era la cobardía natural que hay en todo humano, aunque esta estaba oculta detrás de actos de arrojo, como caminar sobre el mar, también sacar su espada y agredir a uno de los saldados de Anas.
No obstante, después de estas vergonzosas negaciones, el Padre le protegio a Pedro para que su fe  en el hecho que Dios ama al hombre, tanto, que dio a su Hijo, no falle.- En efecto, después Pedro siguió fielmente como un soporte de los creyentes.



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