Efesios 2:5 “aun estando nosotros
muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos)”
Los creyentes, antes de aceptar en sus mentes
la historia de Jesús en la cruz estaban muertos, es decir, vivían separados de
Dios. Pero, desde que se actualizo en ellos la muerte de Jesús, vino a sus
pensamientos el Espíritu Santo; porque, al que oye con atención la historia de Jesús
crucificado, el Padre da el Espíritu santo.
Efesios
2:6 “Y nos resucito con El, y nos sentar en el cielo en Jesús, el Mesías”
Efesios 2:6 “Y juntamente con él nos
resucito, y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”
Al
crecer la influencia del Espíritu Santo en los pensamientos de un creyente,
aumenta la certeza y la intensidad de la unión de Jesús, la cabeza, con los
creyentes, Su cuerpo; entonces llega a ser una realidad al creyente, que esta
con Jesús, en el cielo. Esta comunión con El alcanzaran, en sus vidas, los de
la fe.
Efesios
2:7 “A fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de Su
eficiente gracia a nosotros en el Mesías, Jesús”
Efesios 2:7 “Para mostrar en los
siglos venideros las abundantes riquezas de Su gracia, en su bondad para con
nosotros en Cristo Jesús”
En
el antiguo testamento es difícil encontrar que Dios es amor, pero en los
evangelios, al centrarse en el sacrificio de Jesús, se descubre que Dios amo
tanto al pecador que dio a Su Hijo, para que todo pecador que preste atención a
la historia de Él, viva siendo un canal de Su amor, o sea un receptor de su
gracia.
Efesios
2:8 “Porque para la gracia ustedes han sido salvados, por el canal de la fe, y
esto no viene de ustedes, es un obsequio de Dios.
Efesios 2:8 “Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe, y esto no es de vosotros, pues es don de Dios”
La
salvación se realizó en Jesús crucificado y resucitado, porque Él puso freno
definitivo al pecado, a Él, Dios remitió todos nuestros pecados, antes de ser
crucificado, en El fuimos muertos a la Ley, para que el pecado no nos
esclavice. Y El resucito, y da el Espíritu Santo -salva- a los que oyen con
atención esta historia.
Efesios
2:9 “Y no en respuesta a las obras, a fin de que nadie se alabe”
Efesios 2:9 “Y no por obras para que
nadie se gloríe”
Desde
la eternidad el Padre señalo a los que darían importancia a la historia de
Jesús, en la cruz, es decir a estos les daría interés en esa historia, y
comprensión de lo que sucedió en Su Hijo, en la cruz. Por esta razón, la fe que
Dios da no es en respuesta a la piedad o buen comportamiento de alguien.
Efesios
2:10 “Porque somos obra hecha en el Jesús, Mesías, para las buenas obras que
Dios preparo, a fin de que caminemos en ellas.
Efesios 2:10 “Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparo de
antemano para que anduviésemos en ellas”
El
Padre moldeo, día a día, la vida de Jesús, por ser la cabeza del cuerpo, que
son los que prestan atención a la
historia de Su vida. En otras palabras, les preparo en Jesús a los creyentes,
para que realicen obras de bondad, misericordia, compasión en sus familias,
amistades y en los que les rodeen.
Efesios
2:11 “Por esto recuerden que, en otro tiempo, ustedes gentiles en la carne,
eran llamados incircuncisos, por la llamada circuncisión en la carne hecha por
manos”
Efesios 2:11 “Por los tanto acordaos
de que en otro tiempo vosotros los gentiles en cuanto a la carne, erais
llamados incircuncision por la llamada circuncisión hecha con manos en la
carne”
Los
gentiles que han dado oído a la historia de Jesús, ya no son incircuncisos,
aunque nunca fueron circuncidados, porque la circuncisión que sufrió Jesús les
cubre. Es decir, en Jesús, la cabeza, cumplieron toda demanda de la ley, por
ser ellos su cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario