viernes, 12 de diciembre de 2014

191. Dios es Amor

Juan 4:41-42 “Muchos más tuvieron fe por Su Palabra; y  dijeron a la mujer, ya no creemos por lo que tú has dicho, sino porque le hemos oído, y sabemos que en verdad es el Salvador del mundo, el Cristo”

Los samaritanos fueron a Jesús gracias a  las palabras de la mujer, pero cuando Le oyeron por 2 días, fueron convencidos que estaban frente al  Salvador, al Mesías, y tuvieron fe en El, es decir aceptaron sus enseñanzas. Por otro lado,  a los samaritanos les aviso primero que era el Cristo, al contrario, a su pueblo no pudo hacerlo, sino a unos pocos, porque eran presos espirituales de los  dogmas.
Juan 4:46-48 “Jesús vino otra vez a Cana de Galilea, donde convirtió en vino el agua …entonces vino alguien del rey, que tenía un hijo enfermo en Capernaun… este fue a encontrar a Jesús y le pidió que cure a su hijo, que estaba a punto de morir”

La fama de Jesús,  se había extendido rápidamente por los milagros que hizo, en la fiesta de la Pascua, por esto un empleado del rey vino y le suplico que vaya a Capernaun y sane a su hijo gravemente enfermo. En este capítulo de Juan se lee que la misión de Jesús era ensenar y curar, hoy, su misión no ha cambiado, y los enfermos del alma y del cuerpo pueden recurrir a Él en busca de salud y salvación. 
Juan 4:48 “Entonces Jesús le dijo: Si ustedes no ven señales y prodigios no tendrán fe”

En las sinagogas  les ensenaban a los judíos las interpretaciones de los rabinos de pasajes del Antiguo Testamento, es decir  ellos   no tenían la oportunidad de retener en su mente las palabras bíblicas que hablan del Mesías, por esto Jesús le dijo al que busco Su ayuda, que ellos necesitan ver milagros o prodigios para tener fe, haciendo así notar el error de ese método.
Juan 4:49 “El oficial del rey le dijo: Señor baje antes que mi hijo muera”

Este padre en su dolor sintió  que no llenaba el requerimiento de la fe, no obstante que  sabía de los milagros de Jesús en Jerusalén. Pero la necesidad de salvar a su hijo de la muerte  le llevo a  insistir que baje a Capernaun  y cure a su hijo, porque reconocía que en Jesús había poderes milagrosos, aunque  no pensaba que  era el Mesías. 
Juan 4:50 “Jesús le dijo: Vete, tu hijo vive; y el hombre tuvo fe en la palabra que Jesús le dijo y se fue”

El Maestro se conmovió de misericordia al oír la súplica de aquel hombre, y en seguida, para ayudarle a tener fe, le dijo que se regrese a Capernaun, porque su hijo vivía, es decir estaba curado. Cuando ese hombre oyó esas palabras de Jesús las recibió en su mente,  tuvo fe,  ya no insistió en su petición, sino que se fue a ver a su hijo, seguro que estaba sano.
Juan 4:51 “Mientras bajaba  a su casa, sus siervos le encontraron y le anunciaron que su hijo estaba sano”

Bajaba aquel hombre a su casa, y pensaba que el caso de su hijo era casi perdido, pero al recordar las palabras  de Jesús, entonces se reanimaba. Esta confrontación mental se repitió hasta que  le encontraron sus siervos y de contaron que su hijo estaba sano.  Su fe, esta es retener en su mente las palabras del Maestro, fueron como una puerta abierta para que el poder de Jesús obre en su hijo.
Juan 4:52,53 “Entonces les pregunto a qué hora se sintió bien, ellos le dijeron: Ayer a la una de la tarde le dejo  la fiebre, y  el padre se dio cuenta, que había sido a la hora que Jesús le dijo: Tu hijo vive. Y tuvo fe él y toda su casa”

De este  milagro  se aprende, a) el origen, b) la afirmación,  y c) el arraigo de la fe. a) La fe se origina en Dios y la da al hombre mediante  las palabras de Su Hijo; b) Aunque  las  palabras de Jesús contradecían  que su hijo  estaba de muerte, sin embargo prevalecían en el las palabras del Maestro; c) cuando recibió la noticia de que su hijo estaba sano se consolido su fe en Jesús, el Mesías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario