Los samaritanos fueron a Jesús gracias a las palabras de la mujer, pero cuando Le
oyeron por 2 días, fueron convencidos que estaban frente al Salvador, al Mesías, y tuvieron fe en El, es
decir aceptaron sus enseñanzas. Por otro lado, a los samaritanos les aviso primero que era el
Cristo, al contrario, a su pueblo no pudo hacerlo, sino a unos pocos, porque eran
presos espirituales de los dogmas.
Juan 4:46-48 “Jesús
vino otra vez a Cana de Galilea, donde convirtió en vino el agua …entonces vino
alguien del rey, que tenía un hijo enfermo en Capernaun… este fue a encontrar a
Jesús y le pidió que cure a su hijo, que estaba a punto de morir”
La fama de Jesús, se
había extendido rápidamente por los milagros que hizo, en la fiesta de la
Pascua, por esto un empleado del rey vino y le suplico que vaya a Capernaun y
sane a su hijo gravemente enfermo. En este capítulo de Juan se lee que la
misión de Jesús era ensenar y curar, hoy, su misión no ha cambiado, y los
enfermos del alma y del cuerpo pueden recurrir a Él en busca de salud y
salvación.
Juan 4:48 “Entonces Jesús
le dijo: Si ustedes no ven señales y prodigios no tendrán fe”
En las sinagogas les
ensenaban a los judíos las interpretaciones de los rabinos de pasajes del
Antiguo Testamento, es decir ellos no tenían la oportunidad de retener en su
mente las palabras bíblicas que hablan del Mesías, por esto Jesús le dijo al
que busco Su ayuda, que ellos necesitan ver milagros o prodigios para tener fe,
haciendo así notar el error de ese método.
Juan 4:49 “El oficial
del rey le dijo: Señor baje antes que mi hijo muera”
Este padre en su dolor sintió que no llenaba el requerimiento de la fe, no
obstante que sabía de los milagros de Jesús
en Jerusalén. Pero la necesidad de salvar a su hijo de la muerte le llevo a
insistir que baje a Capernaun y
cure a su hijo, porque reconocía que en Jesús había poderes milagrosos, aunque no pensaba que
era el Mesías.
Juan 4:50 “Jesús le
dijo: Vete, tu hijo vive; y el hombre tuvo fe en la palabra que Jesús le dijo y
se fue”
El Maestro se conmovió de misericordia al oír la súplica de
aquel hombre, y en seguida, para ayudarle a tener fe, le dijo que se regrese a
Capernaun, porque su hijo vivía, es decir estaba curado. Cuando ese hombre oyó
esas palabras de Jesús las recibió en su mente, tuvo fe,
ya no insistió en su petición, sino que se fue a ver a su hijo, seguro
que estaba sano.
Juan 4:51 “Mientras
bajaba a su casa, sus siervos le
encontraron y le anunciaron que su hijo estaba sano”
Bajaba aquel hombre a su casa, y pensaba que el caso de su
hijo era casi perdido, pero al recordar las palabras de Jesús, entonces se reanimaba. Esta
confrontación mental se repitió hasta que
le encontraron sus siervos y de contaron que su hijo estaba sano. Su fe, esta es retener en su mente las palabras
del Maestro, fueron como una puerta abierta para que el poder de Jesús obre en
su hijo.
Juan 4:52,53
“Entonces les pregunto a qué hora se sintió bien, ellos le dijeron: Ayer a la
una de la tarde le dejo la fiebre, y el padre se dio cuenta, que había sido a la
hora que Jesús le dijo: Tu hijo vive. Y tuvo fe él y toda su casa”
De este milagro se aprende, a) el origen, b) la
afirmación, y c) el arraigo de la fe. a)
La fe se origina en Dios y la da al hombre mediante las palabras de Su Hijo; b) Aunque las
palabras de Jesús contradecían que
su hijo estaba de muerte, sin embargo
prevalecían en el las palabras del Maestro; c) cuando recibió la noticia de que
su hijo estaba sano se consolido su fe en Jesús, el Mesías.
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