viernes, 19 de septiembre de 2014

179. Dios es Amor

Juan 17:21  “A fin de que todos sean uno, como Tu Padre en MI, y Yo en Ti, que también ellos estén en nosotros, a fin de que el mundo tenga fe que Tú me enviaste”

Jesús pide que  los que dan importancia a Sus enseñanzas y actos estén unidos entre ellos,  y con la divinidad.  La vida y el sacrificio de Jesús es la forma como el Padre derramo su amor a la humanidad, y este amor es el vínculo que les une a Él y a Su Hijo.  Y en el Espíritu Santo dado a Jesús y después a los creyentes Dios los une  con Su Hijo y con El.
Juan 17:22 “La gloria que Tú me diste les he dado, a fin de que sean uno, como Nosotros somos Uno.”

El amor del Padre se expresa en otra dimensión al  amar a los seres que nunca cayeron, por ejemplo a los ángeles. Pero  Dios le amo a Su Hijo como  ama al pecador, porque Él se hizo como todo hombre, aunque nunca cayo. Esta es la gloria del Padre.  Con este amor Jesús amo al hombre. Entonces, ya que   los de la fe están en la esfera del amor del Padre, el Señor le pide  que  sean uno, es decir que estén en comunión, así como el Padre y El  están en comunión.
Juan 17:23 “Yo en ellos y Tu en MI, para que la unidad este  completa, a fin de que el mundo sepa que Tú me enviaste, y que los amaste como Me has amado a Mi”

Dios es amor. El amor no puede existir si no se expresa, por esto Jesús vino para completar el ciclo del amor divino. El hombre natural es extraño al amor del Padre, pero la vida y el sacrificio de Jesús pusieron al alcance de toda persona Su amor puro y perfecto, de tal modo que todos los que presten atención a la historia de Jesús son objeto de este amor,  y llegan a ser parte de la unidad divina.
Juan 17:24 “ Padre quiero a los que me has dado, para que ellos estén conmigo, a fin de  que vean  la gloria que me diste, porque me amaste desde antes de la fundación del mundo”

Jesús  le pide al Padre que  los que retienen en sus pensamientos Su historia le acompañen , mentalmente, mientras oficia como Sumo Pontífice ante El , en el cielo; además tengan consciencia de Su Majestad,  y sean testigos de  Su misericordia, compasión, bondad, tolerancia hacia los de la tierra, para que todos estén cada vez más seguros de que el amor es la única forma de relación del Dios infinito con sus criaturas, desde siempre y hasta siempre.
Juan 17:25 “Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero Yo te he conocido y ellos conocieron que Tú Me enviaste”

El mundo  que menciona Jesús es el de los fariseos, escribas, es el del judaísmo rabínico, no obstante que eran muy piadosos y religiosos, su virtud no les acerco al Padre, en cambio los discípulos,  judíos comunes que no pertenecían a las elites religiosas,  pero gracias a que dieron oído a las enseñanzas de Jesús y prestaron atención a sus obras,  pudieron creer que el Padre Le envió, y recibían Su amor misericordioso y compasivo.  
Juan 17:26 “Les di a conocer Tu nombre, y seguiré dándolo a conocer, a fin de que el amor con el que me amaste este en ellos y Yo en ellos”

El nombre del Padre expresa Su amor al pecador, algo que no era claro en las escrituras del Antiguo Testamento, pero se despejo esta incógnita en Jesús, que  gracias al  amor del Padre fue capaz de ser misericordioso, tolerante y compasivo con los errados y con los caídos. Por esto el Señor le prometió al Padre que en el tramo que le falta recorrer hasta Su muerte  derramara Su amor hasta en Sus enemigos.
Juan 19:30 “Entonces cuando Jesús tomo el vinagre dijo: ¡He completado!   E inclino la cabeza y entrego el Espíritu”

 David profetizo que le darán vinagre al  Mesías, por esto cuando Él lo bebió,  dijo: Consumado  esta, anunciando así, que todo lo que los profetas y   los sacrificios de animales anticiparon Él  lo cumplió. En otras palabras, Jesús nada hizo al azar, todos sus sufrimientos fueron cuidadosamente planeados, a fin de que  muera con  los pecados de la humanidad. Por lo tanto,  todos ya fueron perdonados, gracias a Su amor abnegado en  la cruz. 

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