martes, 5 de noviembre de 2013

139. Dios es amor . (La Presencia Divina)

Apreciado lector, estas lecciones no son para que usted tenga  más  información  de las Escrituras, sino  para que llegue a tener fe.
Por lo tanto,  le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día un poco, después  piense en lo que  leyó, y  complete la lectura en una semana, para  que entienda mejor las citas bíblicas; ya que la fe empieza al comprender los pasajes referentes a la  muerte de Jesús. 

La presencia de una persona es su apariencia física, y esta es su identidad,  al contrario, la Presencia de Dios no es su apariencia física, porque Él es un Espíritu, por lo tanto no está restringido a una figura que se pueda tocar, y aunque Él es invisible, si tiene Presencia, que es su identidad.
Aunque no se le pueda palpar, o ver, pero  su Presencia se deja distinguir a través de sus actos y palabras.
La palabra presencia es traducida del hebreo “panim” este término  es un sustantivo plural. También “panim” se traduce cara, superficie. Sin embargo que es plural siempre se la traduce singular, por ejemplo, no se la traduce las caras de Abraham, sino la cara de Abraham. La palabra es plural para indicar los muchos aspectos que tiene la cara, por ejemplo, ojos, nariz, etc. Así mismo la presencia o apariencia de una persona consta de varias partes.
En este estudio analizare los detalles que indican la Presencia invisible de Dios.

Gen 3:8
“Y oyeron el sonido de YHVH Elohim paseando por el huerto, a la brisa del día; y se escondió el hombre y su mujer, entre los arboles del huerto, de la Presencia de YHVH”

Adán y Eva, después que pecaron, se ocultaron de la voz del Altísimo, porque oyeron que les buscaba. Ellos sabían que Dios es un Espíritu, por eso no necesitaron Su aparición física, sino solo oír su voz,  para saber que ya estaba en el jardín. En este versículo aprendemos que Su Presencia  esta  en las palabras que habla. Esta conclusión también se ve en Gen 4:14,16.

 Gen 7:1

“Y dijo YHVH a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca, porque a ti te he visto justo ante mi Presencia, entre esta generación.”

Aunque no había llegado el momento para que Dios anuncie, que El declara justa a una persona por la fe, como hizo con  Abraham, sin embargo  le dijo  a Noé, que después de considerar que había seguido Sus instrucciones para construir el arca, vio que era justo, es decir, Dios le aviso que le tenía por justo, porque había tenido fe en el medio que El escogió para salvarle. En este pasaje la presencia de Dios se mostró en Su misericordia a Noé, para darle el medio para salvarse, él y su familia.
Ahora, el ser sensible a la Presencia Divina tiene fruto, y este es la perfección. En otras palabras Dios espera que un hombre común distinga la Presencia Divina en Sus actos de misericordia, perdón, a pesar de ser un pecador. Y el fiel  que hace esto alcanza el comportamiento de que Dios espera de los hombres, como le indico a Abraham. Gen 17:1 “Abraham era de noventa y nueve años cuando YHVH se  le apareció y le dijo: Yo soy EL SHADAY, camina en MI presencia, y estas perfecto.”
Repito, se entiende que la Presencia de Dios está en Sus palabras o Sus actos de misericordia, perdón, tolerancia; y cuando una persona acepta Su Palabra que le anuncia Su misericordia, Su perdón, tolerancia y se conduce confiado  que la  Presencia de YHVH siempre le acompaña, entonces está completo. En otras palabras, una persona es incompleta mientras no sea sensible las  demostraciones de la Presencia Divina a lo largo de sus días. En resumen un pecador que distingue los indicativos de la Presencia Divina es un  humano  completo, o perfecto.
 
 En el Antiguo Testamento la Presencia de Dios era muy notoria en los sacrificios que se ofrecían diariamente en el Tabernáculo, porque allí Su misericordia, paciencia, perdón, tolerancia eran mostrados a los sentidos con mucha fuerza. Lev 4:15 “Seguidamente, los ancianos de la asamblea apoyaran sus manos sobre la cabeza del novillo en la Presencia de YHVH; entonces uno de ellos degollara el novillo en la Presencia de YHVH.

Lev 4:17-18 “después mojando su dedo en la sangre del novillo, rociara siete veces el velo, en la Presencia de YHVH. Después pondrá parte de la sangre en los cuernos del altar,  que está en el Tabernáculo de Reunión, en la Presencia de YHVH, y derramara el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, que esta antes de la entrada al Tabernáculo de Reunión.”

En estos pasajes de Levítico se observa que cada uno de los ritos del Tabernáculo eran  el resultado de las expresiones más fuertes de la misericordia, tolerancia, clemencia y perdón de Dios, o más bien en cada rito estaba la indicación  como es la Presencia de Dios entre los hombres.
Reitero aquí, que la presencia de Dios no es física como la de un humano, porque Él es Espíritu, es decir  Su presencia casi siempre  es a travez de las expresiones de Su amor, y en su palabra.
Así mismo cuando los adoradores traían los regalos a Dios, en el Tabernáculo, también la Presencia de Dios estaba allí, porque El valoraba el regalo que le ofrecían, Lev 7:30 “Sus propias manos traerán las ofrendas quemadas a YHVH; presentara la grasa y el pecho; el pecho lo mecerá, por ser ofrenda mecida en la Presencia de YHVH.” La lección que se saca de este versículo es que la Presencia Divina no solo se muestra incesantemente para dar y bendecir, sino también para recibir los regalos que le ofrezcan los hombres en agradecimiento  por Su misericordia, clemencia y perdón.
Además la Presencia Divina es mostraba en cada una de las partes, muebles y enseres del Tabernáculo, es decir cada uno de estos señalaban los actos de amor de Dios, que iba a realizar en el sacrificio de Yeshua, por ejemplo  el velo del Tabernáculo,  figuraba la humanidad del Salvador, que se apropiaría de todos los pecados de la humanidad, como la máxima expresión del amor del Padre.
El fuego purificador que consumía algunos sacrificios venia de la Presencia de Dios, Lev 9:24 “Y de la Presencia de Dios salió fuego y consumió el holocausto y la grasa que estaba sobre el altar…” Es decir, el fuego que consume todo egoísmo, orgullo y otros pecados semejantes, es parte del amor de Dios, porque todo lo de Dios  es amor.

Ya que la Presencia de Dios acompañaba todos los actos de los  israelitas en conjunto, para liberarles del pecado; así Dios indica que está  Presente en la misericordia y perdón, que saca a un pecador del poder de satanás.
Moisés estaba íntimamente relacionado con la actividad  diaria de Israel,  y el distinguía con claridad la Presencia de YHVH, todos los días; por esta razón el Espíritu de Dios dice de él, Heb 11:27 “… porque Moisés se mantenía como viendo al invisible”

Nunca se podrá separar a Dios de su Presencia que se manifiesta en Su misericordia, bondad, clemencia, tolerancia, perdón y disciplina, porque estas son las manifestaciones  normales de Su Ser. Es decir, la tierra está llena de la Presencia del Altísimo.

   

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