domingo, 4 de agosto de 2013

126. Salmo 130

 Apreciado lector, estas lecciones no son para que usted tenga  más  información  de las Escrituras, sino  para que llegue a tener fe. Por lo tanto,  le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día un poco, después  piense en lo que  leyó, y  complete la lectura en una semana, para  que entienda mejor las citas bíblicas, ya que la fe empieza al comprender los pasajes relacionados, especialmente, con la muerte de Jesús.  
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Las horas que Yeshua paso crucificado fueron de oración al Padre, oraba en su hombre interior, y volcaba en El  su angustia, miedo, terror, su vergüenza por estar desnudo, sangrante, por cuando sufrió el castigo romano de la muerte en la cruz, además de cargar   el peso de los pecados de la humanidad, en vista de que Él es el Cordero que quita el pecado del mundo.
Este salmo es otra oración de Yeshua al Padre.

Salmo 130:1-2:
“Desde el abismo a Ti clamo YHVH.
 Adonay escucha mi voz. Estén tu oídos atentos a la voz de mis suplicas”

Yeshua, en la cruz,  sintiendo la más grande amargura invoco el nombre del Padre, de esta manera indico que pidió sobre si, todo el amor  de ese Nombre, pero hizo claro,   que no solo necesitaba ser bañado de misericordia, de bondad, de clemencia, pero también de lo que es lo más duro de aceptar que proviene  del amor, el castigo que debe terminar con el pecado.
Así mismo,  le insistió  al Padre  que le preste  la máxima atención a sus peticiones.

Salmo 130:3-4
“Si miras con atención la perversidad Yah Adonay, ¿quién podrá quedarse de pie?
Pero la realidad es que  junto a ti está el perdón para que seas reverenciado”

Sigue Yeshua orando al Padre y le dice que si Él se fija en las iniquidades humanas, quien podría sostenerse ante El; pero al contrario, Dios,  en lugar  de  fijarse en el hombre caído para destruirle, le mira   para cubrir sus iniquidades.-  Así mismo,  el hombre que se de cuenta de esta misericordia  le venerara, en reconocimiento y gratitud.
Yeshua le dice esto al Padre,  por cuanto Él estaba llevando las maldades de los hombres, en consecuencia si Dios estuviera buscado las fallas humanas, El no debería esperar misericordia, sino el juicio divino; mas  el Mesías aclara y recuerda que el perdón es el compañero continuo del Padre. La  memoria   de esta verdad  le trajo vigor para poder completar el precio del rescate humano.

Salmo 130:5-6
“Espera en YHVH, espera alma mía en su Palabra”
Aguarda mi alma a Adonay, más que los centinelas a la aurora, más que los guardianes a la mañana”

Entonces, Yeshua se recuperó  interiormente, y se fortaleció  en confiada esperanza, una vez que había  llamado sobre si el nombre YHVH, cuando  estaba en el abismo del sufrimiento, porque Su Padre   contesto su suplica y le dio  seguridad, para el futuro. Esta respuesta divina  le  reanimo y por esto se dijo que toda su persona espere en las acciones de Dios, y en Sus instrucciones frescas, más que el guardia nocturno al fin de la noche, y más que el que vigila en la oscuridad  a la claridad de  la mañana.

Salmo 130:7-8:
“Aguarda Israel a YHVH, porque junto a YHVH está el amor,  y con Él se multiplica la redención. Por esto, El redimirá a Israel de todas sus depravaciones”

El Señor en medio de sus sufrimientos quiso animar a su pueblo, al que vino, y  a pesar que no le recibieron;  y dijo a Israel que el atributo, o característica prominente de YHVH es el amor, por este motivo  de El sale a raudales la redención. Y aún más, Él les anuncio que Dios, el Alef-Tav, el Alfa y el Omega, el Mesías prometido es quien pagara el precio para rescatar a Israel  de la esclavitud mental de satanás, y también de la condenación.  

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