domingo, 17 de febrero de 2013

109. La carta a los Galatas. (9)


109. La carta a los Gálatas.  (9)

Apreciado lector, para obtener mas provecho de estas lecciones, le recomiendo que no las lea de una vez, sino que cada día lea un poco, y complete la lectura en una semana, con el único propósito de que entienda mejor los versículos citados en este estudio.  

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Galatas 4:12:
“Hermanos les ruego que lleguen a ser como yo, en vista de  que yo soy como ustedes. Por otro lado, no me han hecho ningún agravio”

El apóstol les recuerda a los gálatas que el se hizo como ellos cuando les hablo la historia de Jesús, en el sentido que  vivió como un gentil, sin exhibir el estilo de vida de los judíos, ni remarco  su obediencia a la ley de los 10 mandamientos;  ahora el espera su  reciprocidad,  que sean como el, esto es que sean totalmente dependientes de  la obediencia de Jesús.
 Así mismo les aseguro que  no le habían hecho daño alguno, al tratar ellos de agradar a Dios con su deseo de obedecer los 10 mandamientos y las otras regulaciones de la ley.

Gálatas 4:13-16:
“Y sufriendo una debilidad de la carne les anuncie las buenas nuevas la primera vez. Y aunque para ustedes eso era una prueba en mi carne, no me menospreciaron, ni me escupieron; al contrario, me acogieron como a un enviado de Dios, como a Jesús el Mesías.  ¿Dónde están ahora sus expresiones de bendición?  Porque les testifico de que si les hubiera sido posible, se hubieran sacado los ojos y me los hubieran dado. Pero ahora, he llegado a ser enemigo de ustedes por decirles la verdad”

Pasa Pablo a recordarles que el padecía una enfermedad que daba repulsión, en el tiempo que  les relato la vida, la muerte, y la resurrección del Señor, a pesar de esto los gálatas no le rechazaron, ni dieron muestras de asco, sino que  le recibieron como un apóstol del Padre, como un embajador de Jesús el Mesías. Y le hablaron del cuidado de Dios a él, y aun  más querían hacer todo para aliviarle de su mal. Pero  las cosas habian cambiado, los gálatas ya no le ven a Pablo como el embajador de Jesús sino como un enemigo. La causa para este cambio es el haberles hablado que al Padre solo le agrada la obediencia de Jesús, y no su obediencia manchada por lo carnal.

Gálatas 4: 17-18:
“Tienen celo por ustedes, pero no es para el bien de ustedes, sino que quieren alejarles de mí,  para que tengan celo  por ellos. Bueno es tener celo en lo bueno, siempre, y no solo cuando este con ustedes”

Los maestros judaizantes les mostraban un aparente cariño a los gálatas, pero su afecto no era sincero, al contrario era egoísta, porque buscaban apartarles a los gálatas de la influencia de Pablo.

Gálatas 4: 19:20:
“Hijitos míos, sufro por ustedes dolores de parto, hasta que el Mesías sea formado en ustedes. Ahora yo desearía estar con ustedes para cambiar mi tono, pero estoy indeciso respecto a ustedes”

Por un lado, las dificultades que pasaba el apóstol,  porque los gálatas, bajo la influencia de los judaizantes, estaban  apartándose para no ser cubiertos por la obediencia perfecta de Jesús, con el fin de  cubrirse con su propia obediencia a los 10 mandamientos y a las otras disposiciones de la ley; a estas dificultades Pablo las llama: dolores de parto que duran  hasta que la conducta del Mesías, mediante su Espíritu les cubra a los gálatas. Pero por otro lado, el apóstol tiene dudas de que los gálatas puedan volver a vivir de la fe en el Mesías, por esto, aunque quisiera decirles más sobre la salvación, todavía tiene que hablarles del peligro inminente de rechazar la justicia de Dios para afirmar la suya propia.   

Gálatas 4: 21-31:
“Hablen  los que quieren estar bajo la ley. ¿No prestan atención a la ley?  Porque  está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava y uno de la libre. Y el de la esclava nació como resultado de la carne, pero el de la libre resulto de la promesa.
Estos hechos son alegorías, porque representan dos pactos. La una alegoría de Agar, del monte Sinaí, que engendran esclavitud. Porque Agar es el monte Sinaí, en Arabia,  es figura de la Jerusalén actual, que esta esclavizada con sus hijos. Al contrario, la Jerusalén de arriba, la cual es nuestra madre, es  libre.
Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, la que no das a luz, rompe tu silencio y grita, tú que no sufres dolores de parto, porque muchos son los hijos de la desamparada, más que los de la que tiene marido.    
Así que ustedes, hermanos, como Isaac son hijos de la promesa. Por esto, como entonces, el que nació según la carne persiguió al que nació según el Espíritu, así también es ahora.
Más,  ¿qué dice la escritura?  ¡Echa fuera a la esclava y a su hijo!  Ya que no heredera el hijo de la esclava con el hijo de la libre.
Y nosotros, hermanos,  no somos hijos de la esclava, sino de la libre”  

A continuación Pablo se dirige a los que quieren poner su obediencia a los 10 mandamientos en lugar, o anadir a la obediencia de Jesús, y les pregunta si han leído la historia de Abraham que está en Génesis, porque  ese relato ensena de Agar, por sugerencia de Sara  tuvo un hijo con Abraham, y  la razón del  consejo de Sara a Abraham  fue que ella era estéril, por lo tanto no podía tener un hijo con el  patriarca. A pesar de esto,  Dios les prometió un hijo. Promesa que se cumplió con un milagro divino. Y por esto  nació Isaac.
El apóstol, inspirado por Dios toma estos  hechos, uno,  los del  hijo de Agar, y el dos, los del hijo de Sara,  y les da otro significado, además del evidente.  El otro significado es  que la historia de esclava Agar señala al monte Sinaí,  porque igual que Ismael es hijo de la esclava, los que viven de su obediencia a la ley anunciada en el monte Sinaí son esclavos del pecado (singular). También la historia de Agar señala a Jerusalén actual,  porque sus hijos son esclavos, debido a  que están bajo el pacto  mosaico. De manera semejante,  la otra lectura de los hechos relacionados con el hijo de Sara, es que apuntan a la Jerusalén celestial, que es madre de  los que son  cobijados por  la promesa de un hijo a Abraham, o sea están bajo los términos del pacto de gracia de Dios con Abraham, relatado en Génesis, capítulo 15.
Ahora, una aclaración, Pablo respalda estos significados  nuevos de los hechos de Agar y Sara, porque cita lo que Isaías, más de mil años después de que  Dios hizo el  pacto de las promesas con Abraham, escribió  en el capítulo 54 de su libro, y dice que se regocije la que no tiene hijos, porque va a tener muchos hijos, refiriéndose  como hijos a los de la fe de Abraham.
Además,  la persecución intelectual  que sufrían los gálatas por parte de los  maestros legalistas, estaba anticipada por la persecución emocional que padeció Isaac de parte de Agar y su hijo Ismael.  
Un punto importante: Los hijos de la promesa son los que oyen con atención receptiva la historia de Jesús, y por esta razón reciben el  Espíritu Divino. Como está escrito en Gal 3:1-2 y ROM 8: 14:”Gálatas insensatos, a ustedes  fue descrita claramente la crucifixión y muerte de Jesús el Mesías. ¿Quién les engañó? Solo esto quiero averiguar de ustedes: ¿Recibieron el Espíritu por las obras de la ley, o por oír de la fe?”  “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios”
Por ultimo.es preciso tener presente tocante a los dos pactos que habla el apóstol, que el uno, es el pacto en el Sinaí, que tuvo como mediador a Moisés, y el otro es el pacto de Dios con Abraham., recuerde que Dios hizo este pacto cuando Abraham le pidió seguridad  de que iba a poseer la tierra prometida;  entonces Dios le dijo que ponga varios animales partidos, y El enviaría fuego para consumirlos. Y así hizo. Es decir el sacrificio de los animales era, figuradamente, la seguridad de que Abraham recibiría la tierra prometida. Este sacrificio es símbolo  del sacrificio de Jesús. En otras palabras, gracias al sacrificio del Mesías, Dios asegura que dará la tierra en herencia a Abraham y a los de  la fe en Jesús.  O sea  por este medio el Padre cumple el pacto de las promesas al patriarca.   

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