jueves, 19 de enero de 2017

237. El Evangelio del Amor.

 Romanos 11:28 “Por ustedes, según el evangelio, ellos son enemigos. Pero, por los padres son amados, de acuerdo a la elección”

Desde que vino el Mesías, Su historia es la Palabra de Dios a los hombres, gentiles o, judíos. Los judíos que no la recibieron fueron tomados por Dios como sus enemigos, para facilitar a los gentiles su ingreso a la fe, pero al mismo tiempo, por ser descendientes de Abraham, Isaac y Jacob los judíos son amados de Dios.
Romanos 11:29 “Porque los dones de la gracia y el llamamiento de Dios son irrevocables”

El amor misericordioso de Dios no es posible anularlo, es decir es irrevocable, por esto, una vez que alguien acepta el amor del Padre, derramado desde Jesús en la cruz, ese amor nunca lo abandonara, es decir Dios nunca dejara de amarlo. Por otro lado, Dios levanto al pueblo de Israel, y tampoco le dejara por siempre.
Romanos 11:30 “Y ustedes, antes, no tenían fe en Dios, pero ahora, en cambio ha tenido compasión de ustedes, por la incredulidad de ellos”

En el tiempo del pacto antiguo, los gentiles no tenían acceso a las Palabras de Dios, pero, desde que vino Jesús, ellos prestaron atención a Su historia y Dios les derramo su amor misericordioso. Al mismo tiempo, los judíos fueron encerrados en incredulidad, para no obstaculizar el ingreso a la fe de los gentiles.
Romanos 11:31” Así, ahora, estos no tienen fe, pero, por la misericordia a ustedes, también a ellos Dios les dará misericordia”

La fe “viene” por oír la historia de Jesús en la cruz, y no es otra cosa que el Espíritu Santo revelando en la mente del creyente, la conducta de Jesús, y la salvación que Dios obro en El, en la cruz. Por el hecho de que Dios dio este amor a los gentiles, también dará lo mismo a los judíos.
Romanos 11:32 “Porque Dios encerró a todos en incredulidad, a fin de tener misericordia con todos”

El pecado de Adán fue contra la fe, porque no presto atención a las palabras que Dios le hablo. Y Dios encerró a la humanidad en el pecado de Adán, para hacerla objeto de Su misericordia. Otro punto, hay que tener presente que el orgullo hace que la incredulidad degenere en porfía.
Romanos 11:33 “Oh profundidad de las riquezas, la sabiduría y el conocimiento de Dios. Cuan inescrutables Sus juicios, e inescrutables Sus caminos”

La manera como Dios resolvió el problema de la raza humana, tanto de judíos y gentiles, hace ver porque el apóstol admirado escribió: ¡Que profundidad de la riqueza de la sabiduría, y del conocimiento de Dios!  Qué difícil es valorar Su camino a la cruz para dar Su amor al hombre.
Romanos 11:34 “Porque ¿Quién ha conocido la mente del Señor?  ¿O, quien llego a ser Su consejero?

Al pensar en la historia de Jesús en la cruz, podemos vislumbrar la conducta del Padre con los hombres. Pero es imposible conocer la mente del Eterno, a menos que El mismo nos revele. Y si, el Espíritu Santo es El que hace conocer, de manera parcial la sabiduría de Dios, y Pablo escribió de ella en el Evangelio que enseno.

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