martes, 1 de marzo de 2016

254. Dios es Amor.

 Juan 19:20. “Entonces muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado está cerca de la ciudad y porque estaba escrita en Hebreo, Latín, y Griego”
Pilato, al poner el delito de Jesús en los  tres idiomas que se hablaban en esa región, quiso que todos vean el poder romano, al haber crucificado al rey de los judíos. Por otro lado, miles de judíos esperaron que Jesús les libre del poder de los romanos, y gobierne desde Jerusalén; pero quedaron grandemente chasqueados al verle crucificado.
Juan 19:21 “Entonces los principales sacerdotes le decían a Pilato: No escribas el Rey de los Judíos, sino: Él dijo Yo soy el rey de los judíos”
Los sacerdotes no querían que sea notorio que el delito de Jesús era el ser Rey de los judíos, sino que era el de haberse apropiado de un título que no le correspondía. Los sacerdotes estaban asustados por que su confabulación contra Jesús estaba siendo impensadamente expuesta por Pilato.
Juan 19:22 “Pilato les respondió: Lo que he escrito, he escrito”
Pilato no se sometió a los sacerdotes para cambiar el texto del delito por el cual Jesús fue condenado; por eso los judíos que vinieron para la pascua supieron que su Rey estaba agonizando en una cruz, de este modo muchos se dieron cuenta de que el Mesías antes de reinar debía morir en una cruz, pero otros creyeron a sus maestros, que el Mesías debía venir para reinar,  y  rechazaron a Jesús.    
Juan 19:23 “Entonces los soldados que crucificaron a Jesús tomaron Sus vestidos, y los repartieron en cuatro partes, una para cada soldado; tomaron también Su ropa interior, que era sin costura”
El señor estaba clavado en una cruz, desnudo, sangrando, padeciendo los dolores de la muerte, a  pesar de esto la energía que le quedaba fue para luchar contra el poder de las tinieblas y morir inocente, de este modo salvar a todo el que quiera ser salvo. De otro lado, estaba profetizado, en los salmos, que sería repartida la ropa de Siervo Sufriente, el Mesías. 
Juan 19:24 “Por esto se dijeron unos a otros: No la rompamos, sorteémosla para que sea de uno de nosotros. Y así se cumplió la escritura: Dividieron entre si mis vestidos y Mi ropa interior sortearon”
Estos detalles del sacrificio de Jesús fueron adelantados en las profecías para que los judíos, en primer lugar y también los gentiles identifiquen a Jesús como el Mesías, quien revelo la justicia de Dios. En otras palabras, todo  lo que fue anticipado del Mesías, en el Antiguo Testamento se cumplió en Jesus.
Juan 19:25 “Junto a la cruz de Jesús estaban Su madre, María la hermana de Su madre,  esposa de Cleofás, y María Magdalena”
María, Su madre vio a su Hijo ser rechazado por los sacerdotes, condenado por Pilato y crucificado, vio como levantaron Su cruz. ¿Se pueden imaginar el dolor que ella tuvo por su Hijo? que era para ella y para muchos la esperanza de Israel. También estaban al pie de la cruz de Jesús Su tía, y   María Magdalena.
Juan 19:26 “Cuando Jesús vio a Su madre y cerca de ella al discípulo que Él amaba, le dijo a Su Madre: Mujer ahí está tu Hijo”
Jesús se recobró un poco del dolor inmenso que sintió cuando clavaron Su cruz en la tierra, y miro  a su madre, y un poco más allá a Juan, el autor de este evangelio; y se dirigió a ella con el termino hebreo de mayor respeto para las madres ¡Mujer!, y señalo con su cabeza a Juan, le dijo: Mira a tu hijo. A pesar de estar en esa terrible situación Jesús, como Hijo amante se preocupó del bienestar de Su Mama.   

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