Exo
34:7
“…pero
de ningún modo tiene por inocente al culpable…”
La palabra hebrea “inocente” es traducida
del hebreo “naqa” Esta palabra tiene un
sentido amplio, y literalmente es ”el
tramo entre la caída y el castigo”, es decir el remordimiento es el desasosiego, la inquietud, sinsabor,
disgusto, desazón que se siente después de haber pecado.
Entonces, al tener en cuenta el significado
amplio de “naqa” se halla que el remordimiento tan dañino al cuerpo y a la
mente, El Padre lo acaba con el castigo. Por este motivo, también Jesús sufrió
los azotes, y la crucifixión.
Resulta de esto que aun el castigo del
Padre es una expresión de su amor a los hombres.
Lev
7:1-5
“La
ley de la culpa es santísima, y es esta: …degollara la victima por la culpa y
derramara su sangre sobre y alrededor del altar. También ofrecerá su grasa, la
los riñones e hígado. Luego el sacerdote la hará arder sobre el altar. Esta es
la ofrenda por la culpa”
La palabra hebrea “ashem” traducida “culpa”
significa literalmente: la “unidad” que forma “la caída, el remordimiento y el
castigo” Es decir, el remordimiento y el
castigo siguen al pecado.
Con este sacrificio Dios ensena, por medio
del animal sacrificado, que Jesús cargara el pecado, el remordimiento, y sufrirá el castigo.
El
Salvador cargo los pecados, y sintió el
desasosiego, el disgusto, el sinsabor que causan los pecados, también sufrió la
muerte clavado en la cruz, para que no seamos presa del remordimiento y del
castigo, por nuestras caídas.
Isaías
53:10
“Yahveh
se conformó en aplastarle para que sufra la angustia mental de los hombres.
Si pone su vida como ofrenda por la culpa, será
la semilla que se prolongue por anos.
Deleitara
a Yahveh que gracias a Él alcanzara su propósito”
El propósito de Dios de salvar a la
humanidad del pecado, remordimiento y
del castigo, lo anticipo por los
sacrificios, y lo aclaro por los profetas.
El Padre
dejo que Jesús sea azotado y
clavado en la cruz, después que
cargo los pecados en el Getsemaní, para
que sufra el remordimiento, es
decir la angustia mental de todo
pecador, antes de morir.
El sufrimiento y la muerte de Jesús es la semilla del amor divino, que se siembra en
los que tengan fresca la historia del Salvador en sus mentes.
1
Samuel 31:4
“Dijo
Saúl alza tu arma y traspásame…pero su escudero no quiso porque estaba
aterrorizado. Entonces Saúl tomo su arma y se arrojó sobre ella”
Saúl fue el primer rey de Israel, recibió
el Espíritu Santo para gobernar. Pero no tomo en cuenta las instrucciones de
Dios en el manejo de su reino. Por esto sufrió crisis profundas de
remordimiento, además no valoro el significado del sacrificio por el ”pecado,
remordimiento y castigo” Por esto ,el diablo le hizo creer que Yahveh le había
abandonado, así que desesperado se suicidó.
De Saúl se aprende que el remordimiento es
progresivo hasta llegar a la desesperación. Pero Jesús fue azotado, crucificado
y murió, para eliminar el remordimiento y el castigo que nos corresponde.
Mat
27:3,5.
“Entonces
Judas, el que le entrego, viendo que le habían condenado, lleno de
remordimiento, devolvió las treinta piezas de plata…se marchó de allí y se ahorco”
Judas pensó que con inteligencia podía manejar a Jesús, por esto
le traiciono para forzarle a declararse
rey de Israel.
Las enseñanzas del Maestro poco efecto hicieron en Judas, y más pudo su ambición de
llegar a ser el consejero del rey Jesús. Pero cuando vio que las cosas se
fueron de sus manos y que El Señor iba ser ajusticiado, arrojo el dinero, y
sintiéndose abandonado de Dios, se suicidó.
Pero la desesperación, efecto del
remordimiento, no es para los que retienen en su mente la historia
de Jesús, porque siempre sentirán Su
Presencia amorosa que los sostiene, guía y protege.
Mat
27:46
“Y
alrededor de las tres de la tarde, Jesús grito con voz fuerte…Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me
abandonaste? “
Jesús cargo los pecados del hombre y sintió
el remordimiento, fruto natural de estos;
este fue en aumento hasta que
desesperado grito que Dios le había abandonado.
Esta es la obra del tentador: presiona al
hombre a pecar, y una vez que lo logra, entonces siembra en su mente la idea
que Dios le ha abandonado.
Él quiere deformar la conducta de Dios con
el hombre, o sea que piense que Dios
le exige que no peque, pero cuando cae,
le abandona.
El sacrificio de Jesús muestra lo
contrario; cuando el hombre cae, el Padre
ve la oportunidad para darle el amor de Su salvación.
Jer
30:11
“Revelación
de Yahveh: Yo estoy contigo para salvarte… pero de ningún modo te tendré por inocente, más bien de corregiré en justicia para limpiarte”
Yahveh no tiene por inocente al culpable,
por esto Su amor salvador no soslaya el daño que los pecados hacen en los
pecadores, al contrario lo repara, limpiando al pecador, mediante la
disciplina.
Así el Padre disciplino a Jesús, por más de
treinta años, duración de su vida en la tierra, como se lee en Heb 5: 8 “Aunque
era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia”
Necesito la disciplina, no como el Verbo,
sino, porque al hacerse hombre, asumió todas nuestra debilidades y fallas.
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