lunes, 14 de noviembre de 2011

59. El Evangelio de Juan. Cap. 4 up.

Juan 4:27 “En esto llegaron sus discípulos y se admiraron de que hablara con una mujer, pero ninguno Le pregunto: ¿Qué tratas de averiguar? O, ¿Por qué hablas con ella?”

Mientras Yeshua conversaba con la Samaritana, regresaron comprando alimentos sus discípulos, y quedaron sorprendidos al encontrar a Yeshua hablando con ella. Estaban asombrados que su Maestro no mostrara su mismo prejuicio contra los samaritanos, como era casi natural en los judíos.

Juan 4:28-30 “Entonces la mujer dejo su cántaro, fue a la ciudad y dijo a los hombres: Vengan, vean a un hombre que me ha dicho todo cuanto yo he hecho. ¿No será este el Cristo (el Mesías)? Y salieron de la ciudad y fueron donde El estaba.”

La Samaritana, sin salir de su asombro porque el Mesías le hablo, abandono su cántaro de agua, y fue donde los hombres de la ciudad y les dijo que vayan al pozo de Jacob para que conozcan al Mesías, El que le revelo su vida de pecado. Por otro lado, es evidente que la mujer tenia mas confianza con los hombres que con las mujeres del pueblo, por eso fue donde ellos. Desde otro ángulo, parece que la vida adultera de la samaritana fue como un secreto a voces,  en su pueblo.

Juan 4:31-34 “Mientras tanto, los discípulos le pedían: Rabí (Maestro) come. Pero El les dijo: Yo tengo una comida para comer que ustedes no saben. Entonces los discípulos se decían entre si: ¿Le habrá traído alguien de comer? Yeshua les dijo: Mi comida es para hacer la voluntad del que Me envió y terminar su obra”

Al mismo tiempo que la Samaritana hacia su obra misionera en los hombres de su pueblo, los discípulos de Yeshua le insistían que coma, y El les respondía: Yo tengo una comida que ustedes no conocen, pero esta contestación les llevo a suponer que alguien le trajo comida. Una vez que el Maestro despertó en ellos el interés por la comida que ellos no conocían, les revelo que su alimento tenía el fin de capacitarle para obedecer la voluntad del Padre y completar Su obra.- Como se ve, completar la obra del Padre era que el Salvador del mundo se manifieste a los Samaritanos, incluyendo la pecadora.

Juan 4:35-38 “¿No dicen ustedes: Faltan cuatro meses todavía, y viene la cosecha? No obstante Yo les digo: alcen sus ojos y vean que los campos ya están blancos para la cosecha.- Y cuando el segador recibe pago, entonces recoge fruto para la vida eterna.- Para que el que siembra se regocije junto con el que cosecha. Porque en esto el dicho es verdadero: Uno es el que siembra y otro es el que cosecha. Yo los envío a ustedes a cosechar lo que no han trabajado; es decir, otros han trabajado y ustedes entran en su labor”

Yeshua los lleva con la imaginación a los campos cultivados de Samaria, a fin que vean que todavía falta para la cosecha, y para indicarles que al contrario, El ve el campo espiritual de Samaria listo para la siega. Así mismo, les avisa que El les pone como recogedores de la cosecha espiritual, que tanto los profetas, como el Bautista, sembraron en el pueblo de Israel. Es decir, el trabajo que El les encomendó a los discípulos es juntar a los que recibieron la promesa del Mesías, que anunciaron los profetas y el Bautista. Note que las semillas son las enseñanzas de Antiguo Testamento, por lo tanto es imposible tener cosecha espiritual si se menosprecia las escrituras del Antiguo Pacto. Por otra parte, vale notar que también los samaritanos tenían el Pentateuco como inspirado, es decir tenían la semilla, por esta razón, cuando Yeshua se revelo a la mujer y a los Samaritanos, ellos pudieron aceptarle sin dificultad.

Juan 4:39-42” Y muchos Samaritanos de aquella ciudad, tuvieron Fe en El, por la palabra de la mujer, quien daba este testimonio: El me dijo todo lo que yo he hecho.- Así que, cuando los Samaritanos vinieron, le pedían a Yeshua que se quedara con ellos.- Y el se quedo allí, dos días. Y muchos mas creyeron por Su Palabra.- Y decían a la mujer: Ya no tenemos Fe por lo que tu has dicho, sino gracias a que nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que Este es en verdad el Salvador del mundo.”

El testimonio de la mujer eran convincente e impactante , tanto, que los Samaritanos aceptaron la noticia que el Mesías estaba junto al pozo.- Por eso se fueron hasta allá. Este fue su primer paso de Fe. Sin embargo, cuando ellos mismos le oyeron, recibieron sus palabras, creció su Fe, y quedaron seguros que Yeshua es el Ungido por el Padre, para Salvar al mundo.

Juan 4: 43-45 “Después de dos días Yeshua salio de allí para Galilea. Puesto que Yeshua mismo dio testimonio, de que a un profeta no se le honra en su propia casa. De modo que cuando llego a Galilea, los Galileos Le recibieron, por que habían visto todo lo que El hizo en Jerusalén, durante la fiesta; porque ellos también habían ido a la fiesta”

Yeshua , al terminar los dos días de su estancia con los Samaritanos, fue a Galilea. El había vivido sus primeros treinta anos en Galilea, es decir, su tierra era Galilea. O sea, El se refiere a Galilea , cuando dice : Que a un profeta no se le honra en su propia casa. En otras palabras, es evidente que los Galileos no valoran sus palabras, sino sus milagros, de esto se desprende, que un profeta es realmente valorado, cuando se toman en serio sus palabras.

Juan 4:46-50 “Así que Yeshua vino otra vez a Cana de Galilea, donde convirtió el agua en vino. Y allí había un oficial del rey cuyo hijo estaba enfermo, en Capernaun. Tan pronto oyó que Yeshua había venido de Judea a Galilea, fue a su encuentro, y le pidió que bajara y sanara a su hijo, quien estaba al borde de la muerte. -Entonces, Yeshua le dijo: Si Ustedes no ven milagros y prodigios no tendrán Fe.
-El oficial del rey Le dijo : Señor baja antes que mi hijo muera.
-Puedes irte le dijo Yeshua, tu hijo vive.
Y el hombre tuvo Fe a la Palabra que Yeshua le dijo”

Yeshua volvió a Cana donde hizo su primer milagro, allí le encontró un empleado del rey Herodes, quien le pidió que venga con el a Capernaun para que cure a su hijo, que estaba al bode de la muerte. Yeshua respondió la petición de este hombre, con una amonestación en contra de buscar que la Fe se base en milagros. Sin embargo, el padre insistió que Yeshua Le acompañe a Capernaun para que impida la muerte de su hijo. Pero Yeshua quería darle la oportunidad al empleado del rey, para que su Fe se fundamente en Su Palabra , por esta razón no fue con el , sino que le dijo: Puedes irte , tu hijo vive. De esta manera, El Maestro logro ensenar al padre a recibir la Palabra de Yeshua, para que su Fe sea genuina.

Juan 4:51-53 “Y mientras bajaba a su casa, sus siervos le salieron al encuentro y le dijeron que su hijo vivía. - Entonces les pregunto a que hora había empezado a mejorar. Y le respondieron: - Ayer a la hora séptima se le quito la fiebre.
Entonces el padre se dio cuenta que fue a la hora que Yeshua le dijo: Tu hijo vive. Y el tuvo Fe con toda su familia”

Los siervos del oficial del rey salieron al encuentro de su patrón y le comunicaron que su hijo estaba bien. Entonces el padre les pregunto ¿cuando mejoro su hijo?, ellos le indicaron que a la hora séptima. Era la misma hora en la que el acepto la Palabra de Yeshua, que le anuncio la curación de su hijo. Aquí vale una analogía, para entender mejor la Fe.- Así, aceptar , o recibir la Palabra de Yeshua es como la raíz de un árbol, cuyos frutos son los milagros. Dicho en otra forma , cuando se intenta fundamentar la Fe en milagros es como tratar de usar los frutos como si fueran la raíz. En otras palabras, se confunde el efecto con la causa. Un punto adicional, respecto a la Fe de este hombre, una vez que tuvo Fe en la palabra de Yeshua, regreso a Capernaun, pero ahora su Fe se afirmo en la Persona que le dijo que su hijo vivía. O sea, no solo tenia Fe en el poder de la palabra de Yeshua para hacer milagros, sino tenia Fe en Yeshua, el Mesías, porque concerniente a El las escrituras afirman que cuando venga, hará curaciones asombrosas.

Juan 4:54 “Esta fue la segunda señal(el segundo milagro) que Yeshua hizo cuando fue de Judea a Galilea’

Cabe indicar que el primer milagro o señal es el de las bodas de Cana, y el segundo milagro o señal es la curación del hijo del empleado del rey Herodes. Los milagros se llaman señales, porque sirven para atraer la atención de la gente a Yeshua, a fin de que oigan y reciban sus palabras, es decir para que empiece su Fe.

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