viernes, 27 de agosto de 2010

8. La Simiente Prometida

Dios le hizo 2 promesas a Abraham, una de ellas es darle descendencia. La palabra descendencia es traducida del hebreo ZERA, que quiere decir semilla, tanto la que se siembra como la que se cosecha. ZERA aplicada a humanos se refiere a semen, o sea lo que se siembra, y a descendiente, es decir lo que se cosecha. Esto es necesario tener en cuenta al explicar el alcance de la promesa a Abraham.

Ahora bien, la primera vez que Dios habla de la simiente es cuando le anuncia a Satanás que el Mesías quebrara su poder sobre la humanidad, Génesis 3:15 traducción literal: “Solo pondré enemistad entre la simiente de la mujer y tu simiente. El (la simiente de la mujer, el Mesías) te herirá en la cabeza y tu le herirás el talón” En otras palabras, la enemistad a Satanás y a su palabra esta en el Mesías la simiente prometida a Abraham.

La segunda vez que Dios se refiere a la simiente es cuando le promete a Abraham que a su semilla le dará la tierra, Gen 12:7 “Yahweh se apareció a Abram y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra…” Dios se refiere tanto al Mesías, el descendiente a quien cumplirá totalmente esta promesa, como a los israelitas, con un cumplimiento parcial. Por consiguiente, la promesa de la tierra esta incluida en la simiente ofrecida al patriarca.

Además, Jesús señalo el cumplimiento de la promesa de la simiente en S.Juan 3: 2-7, 9, 14-16 “Nicodemo vino a Jesús una noche y le dijo: Rabí sabemos que eres el Maestro venido de Dios, porque nadie puede hacer las señales que tu haces, si Dios no esta con el. Jesús le respondió y le dijo: En verdad, en verdad te digo si alguien no fuere engendrado de arriba no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo; ¿Cómo puede un hombre ser engendrado siendo viejo? No puede entrar en el útero de su madre por segunda vez y nacer. Jesús le respondió: En verdad en verdad te digo: si alguien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. El que es nacido de la carne, carnal es, y el que es nacido del espíritu, espíritu es, así que no te asombres de que te haya dicho-Os es necesario nacer de arriba-““Respondió Nicodemo y le dijo ¿Como puede ser esto?” “Jesús le contesto:..Como Moisés levanto la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo de hombre sea levantado, para que todo el que tenga fe en el posea vida eterna. Porque así Dios amo al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo el que tenga Fe en el no se pierda, sino tenga vida eterna”

El Señor toma la gestación para explicar el cumplimiento de la promesa a Abraham. Así, como el semen depositado en el útero materno resulta en el engendramiento, igualmente, la Palabra de la Cruz puesta en la mente da la procreación. También, la criatura se desarrolla en el útero y nace, de manera semejante, la semilla de Dios crece en la mente, y nace el ser espiritual, por acción del Espíritu y a través del agua bautismal.

Jesús dio a entender que la nueva criatura es resultado de su sacrificio, por esto dijo:” Como Moisés levanto la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, para que todo el que tenga Fe en el, posea vida eterna” También dijo , Juan 12:24 “En verdad en verdad te digo: si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo, pero si muere produce mucho fruto” El Maestro compara su muerte a un grano de trigo que al sembrarlo germina y produce fruto. Ahora bien, si se siembra trigo, se cosecha trigo, del mismo modo, si se siembra la vivencia de Jesús, se cosecha el nuevo hombre.

Por lo tanto, la semilla prometida a Abraham es la vida de Jesús, que al entretejerla con la mente del que recibe las Palabras de su sacrificio, resulta la nueva criatura.

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