En Hebreos 6:1, 2 “Por tanto, dejando los principios de la enseñanza de Cristo, vamos adelante a la perfección, sin poner otra vez el cimiento del arrepentimiento de las obras muertas, de la fe en Dios, de la enseñanza de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno” Estos son los fundamentos de la enseñanza de Yeshua que están en el Antiguo Testamento. Sobre ellos el Maestro baso sus enseñanzas, tal como se levantan las paredes de una casa sobre los cimientos. Por esta razón, los judíos en primer lugar, porque a ellos esta dirigida esta carta, no deben seguir repitiéndolos, para avanzar en las enseñanzas de Yeshua. Por otro lado, los gentiles deben conocerlas bien, para que las otras enseñazas de Yeshua se sustenten sobre estos fundamentos, y tengan firmeza para alcanzar la perfección.
Hoy analizaremos lo que son las obras muertas. Las obras muertas están citadas además de Heb 6:1 en Heb 9:14, 15 “ ¿Cuánto mas la sangre de Cristo, el cual se ofreció así mismo sin mancha, mediante el Espíritu eterno, limpiara vuestras conciencias de las obras muertas, para que sirváis al Dios vivo? Por esto Yeshua es el mediador del nuevo pacto, para que por medio de su muerte les rescate de las transgresiones bajo el primer pacto…” Estos vehículos indican que solo la muerte de Yeshua limpia la conciencia del efecto de las obras muertas, al mismo tiempo les libera del poder de los pecados cometidos bajo el primer pacto. Entonces la aceptación de la muerte de Yeshua es esencial para ser purificados de las obras muertas y libres de los pecados cometidos bajo el primer pacto. Por otro lado, bajo el primer pacto están los judíos y los gentiles que aceptan la vigencia de la ley de Dios, por supuesto antes de recibir la revelación de la fe del Mesías.
Veremos en este estudio que las obras muertas son los intentos de obedecer la ley de Dios sin haberse adherido a la muerte de Yeshua; a su vez, estos intentos son el resultado de ignorar el propósito divino por el cual la ley fue dada a los israelitas.
La razón por la que Dios les dio la ley es explicita en las escrituras, así en Rom 10:4 “porque el fin de la ley es Cristo, para justicia de todo el que tiene fe” Le recuerdo que la palabra griega telos, significa propósito, objetivo, blanco, limite hasta donde llegar; entonces este versículo no avisa que la ley termino cuando el Mesías vino a Israel, sino que la ley tiene el objetivo de conducir una persona al Salvador. También, la inspiración explica el papel de la ley de Dios, de la manera siguiente, Gal 3:22- 24 “La escritura encarcelo a todos bajo pecado, a fin de que la promesa de la Fe de Yeshua sea dada a los de la fe. Pero antes de venir la Fe de Yeshua, estábamos encerrados, bajo la custodia de la ley, hasta que la Fe de Yeshua sea revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que seamos justificados de la Fe” En resumen, la Palabra de Dios encerró a toda la humanidad bajo el poder del pecado, siendo la ley, la cárcel, hasta que venga la Fe de Yeshua para ser dada a los creyentes. Por esto la función de la ley es comparada a la de un ayo, o guía hacia el Mesías.
Por otro lado, creer que este versículo indica que la ley ha sido abolida por el Mesías, niega toda posibilidad de salvación, porque no hay como llegar a Cristo Salvador sin la ayuda de la ley.
Sigo con lo de las obras sin vida: Creer que Dios promulgo su ley para que los humanos la obedezcan es lo que da lugar a las obras muertas. Alguien pregunta: ¿Acaso Dios no dio la ley en el Sinaí para que los israelitas la obedezcan? Respuesta no, lea otra vez Gal 3:22-24, además recuerde que las escrituras señalan que el hombre por ser hombre no puede hacer el bien, Rom 3:10 “Como esta escrito: No hay justo ni aun uno” Jeremías 13:23 “¿cambiara el color de la piel del etiope, y al leopardo se le quitaran las manchas de su pelaje? Así también ¿podréis vosotros hacer el bien, estando habituados a hacer el mal?” Resalta que los humanos no pueden obedecer a Dios porque nacen bajo el poder del pecado, es decir, bajo el dominio de Satanás, así se asegura en Rom 8:7 “ porque las afectos de la carne son enemigos de Dios, porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden” Si esta es la condición de la humanidad, toda “su obediencia” es manchada de orgullo, soberbia, en una palabra, es llena de pecado, por esto, esta obediencia se llama obra muerta.
Entonces, hay que tener claro que una persona que ha recibido el arrepentimiento sabe que no puede obedecer sin el Espíritu de Cristo en el.En otras palabras su obediencia resulta en obras muertas. Por consiguiente, cuando alguien piensa que hace la voluntad de Dios sin haber sido trasladado del poder de Satanás al dominio de Dios, esta equivocado y necesita aceptar el arrepentimiento.
Se pregunta ¿Dios busca la obediencia del hombre? Respuesta: si, pero antes Dios le guía para que muera su condición carnal, porque el factor que domina en una persona es su condición carnal, que es comparable al dominio de un esposo perverso sobre su esposa. Por esto las obras muertas son hechas cuando esta vigente lo carnal. Por otro lado, la muerte de lo carnal ocurre cuando se participa de la muerte de Yeshua . Rom 7: 1-4 “¿acaso ignoráis, hermanos que la ley rige al hombre durante el tiempo que el vive? Porque por la ley la mujer casada esta ligada al marido mientras este vive, pero si el marido muere, la ley ya no le liga al marido, pero en el caso que el marido este vivo y ella se une a otro hombre, será llamada adultera. Pero si el marido muere, por la ley queda libre, de tal manera que si casa con otro hombre, no será adultera. Así también vosotros hermanos míos, habéis muerto a ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro marido, del que resucito de los muertos, a fin de que llevéis frutos para Dios”
En síntesis, el punto clave es aceptar la obra de Dios que me une a la muerte de Yeshua, para muerte de mi condición carnal, al mismo tiempo que me hace participe de la obediencia del Mesías, y se cumple Juan 3:21 “el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios”.
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